Negrín quiere una Fiscalía comprometida con la comunidad
El exdirector administrativo de la ciudad propone darle un enfoque integral a la misión de la entidad judicial de Filadelfia. Dice que el secreto para…
A poco más de una semana para la celebración de las elecciones primarias, la carrera al interior del partido demócrata para definir su candidato único a la Fiscalía Distrital no tiene un ganador garantizado. Quizá sea porque hacía mucho tiempo no se veía una campaña tan llena de interesados en heredar “la papa caliente” que el atribulado fiscal Seth Williams dejará en algún momento de este 2017; o quizá sea porque precisamente después de él, cualquiera pareciera ser bueno para asumir el cargo.
Precisamente esa es la razón por la que los filadelfianos deberían asistir masivamente este 16 de mayo a los puestos de votación: ese día prácticamente se escogerá al próximo fiscal de Filadelfia; o sea a la persona que va a dirigir al ente encargado de investigar delitos y judicializar a quienes los cometen.
Elegir a esa persona no es poca cosa en tiempos en los que la locura xenófoba se tomó la Casa Blanca y Filadelfia puntea con los índices de pobreza y población carcelaria más altos del país.
La persona que resulte elegida deberá garantizar que el sistema judicial no seguirá siendo utilizado para llenar indiscriminadamente las cárceles de pobres, y deberá devolverle la credibilidad y transparencia a un ente que hoy no brinda la menor confianza.
En todo caso, esta campaña no deja de ser paradójica. Mientras la carrera por la Fiscalía Distrital se da un año que no es electoral, lo cual pronostica escasa participación ciudadana en los sitios de votación, esta es la primera vez que un candidato latino tiene posibilidades reales de resultar elegido en una elección general de la ciudad.
Entre el ramillete de aspirantes a suceder a Williams está el abogado Richard Negrín, ex director de la Oficina Administrativa de la Alcaldía, y recientemente destacado por el consejo editorial del Philadelphia Inquirer por ser un candidato cuya experiencia como funcionario público “es un gran plus” para una entidad con un presupuesto de 52.000 millones de dólares y que emplea a casi 600 personas.
Su propuesta principal es convertir a la Fiscalía Distrital de Filadelfia en una entidad que no solo persiga de manera ecuánime al crimen, también que sea un núcleo articulador de esfuerzos para reducir los niveles de violencia en los barrios, combatir la epidemia de drogadicción y disminuir la población carcelaria de la ciudad desde un enfoque integral y preventivo.
“La misión principal de un Fiscal Distrital es garantizar la integridad del sistema judicial (...) Si como fiscal no haces eso, si se cuestiona tu integridad y tus intenciones, eso terminará reflejándose en la cultura de la entidad”
Para lograrlo, el precandidato demócrata planea crear una unidad de compromiso ciudadano que trabaje de manera cercana con líderes comunitarios y se involucre en programas extraescolares con el fin de mantener a los jóvenes fuera del alcance de bandas criminales. En este punto, Negrín dice que quiere que cada fiscal de Filadelfia sea un mentor para los niños de la ciudad.
En varios debates y foros, Negrín se ha manifestado a favor de promover una reforma al interior del sistema judicial que “descriminalice la pobreza”. Aunque mantiene una posición un tanto ambigua frente a temas como “stop-and-frisk” (del que dice que está bien siempre y cuando se implemente cumpliendo todos los estándares normativos) y la aplicación de la pena de muerte, su postura en contra de la confiscación indiscriminada de bienes civiles involucrados en delitos o de la imposición de fianzas millonarias a sospechosos de escasos recursos, dejan ver a un hombre consciente de la profunda inequidad e inutilidad de estas medidas judiciales.
Desde que anunció a principios de diciembre pasado su aspiración a la Fiscalía Distrital, este abogado de 50 años ha logrado hacerse a los apoyos de seis organizaciones y sindicatos policiales -algunos de ellos muy polémicos, como la Fraternal Order of Police, Lodge 5, por su abierto apoyo a Donald Trump-, y de otras personalidades, entre las que curiosamente se encuentran pocos nombres latinos.
Sobre este tema en particular y su visión de lo que debe ser la Fiscalía a partir de enero de 2018, Negrín habló con AL DÍA News.
Los siguientes son apartes de ese diálogo:
Porque quiero crear un modelo cuya base de funcionamiento sea la comunidad, rediseñar la misión y el rol de la Fiscalía de una manera que sea consistente con el modelo de trabajo que inicié desde mis tiempos en la Oficina Administrativa de la alcaldía y que se diferencia de otros modelos de “fiscalía comunitaria”, como lo llaman en otras partes.
Lo que quiero hacer es algo muy diferente, quiero crear una unidad de compromiso comunitario al interior de la Fiscalía Distrital que no solo vaya de vez en cuando a saludar a la gente a las audiencias públicas, sino que funcione un poco como lo que hicimos en la alcaldía, de conectar inversionistas con las comunidades para construir relaciones de confianza y reducir la criminalidad mediante la prevención. Nadie ha hecho eso antes.
La misión principal de un Fiscal Distrital es garantizar la integridad del sistema judicial, porque es él quien debe hacer que los funcionarios públicos que comentan malos actos paguen las consecuencias. Es el fiscal quien debe analizar, acusar, presentar y cerrar casos de manera apropiada. Si como fiscal no haces eso, si se cuestiona tu integridad y tus intenciones, si se les percibe alguna motivación política, eso terminará viéndose reflejado en la cultura de toda la entidad.
Cuando fui fiscal, la reputación era mi única compañera en las salas judiciales, eso no tiene precio, nada vale la pena como para comprometerla.
Por eso, apenas llegue a la Fiscalía, lo que vamos a hacer es definir una cultura integral de mejoras continuas.
Yo estoy listo para ese reto. Soy el único candidato en esta campaña que ha administrado grandes organizaciones y la verdad es que no podemos darnos el lujo de elegir a personas sin experiencia.
Sí, hay candidatos muy talentosos, pero ninguno ha dirigido nada en sus vidas y eso es una gran diferencia. Si usted es un buen defensor de derechos civiles, pues debería permanecer en esa área, necesitamos más de esos. Lo que no necesitamos es alguien que no tenga la menor experiencia de dirigir grandes organizaciones o alguien que no tenga la credibilidad necesaria para establecer relaciones de confianza con la comunidad.
Hablar de prioridades es difícil porque tenemos muchos problemas sociales y económicos que se relacionan con la criminalidad: la pobreza, la falta de oportunidades, el aislamiento de la Fiscalía con programas extra escolares, son algunos de ellos.
Por eso creo que los fiscales tienen mucho que hacer en varios de esos aspectos, por ejemplo en los programas extra escolares, tal y como lo hicimos desde la oficina administrativa de la alcaldía.
En la actualidad la Fiscalía Distrital tiene cerca de 650 funcionarios. Lo que quiero hacer es que cada uno de ellos se convierta en un mentor para algún muchacho de la ciudad. Quiero que cada uno de nosotros nos involucremos de verdad con proyectos de servicio comunitario, e ir más allá de lo que acostumbran muchos funcionarios: mostrar la cara de vez en cuando en eventos públicos, tomarse fotos y ya.
Sobre esta idea, hay un dicho que me gusta repetir mucho: “La primera vez que un joven se cruza con un fiscal del distrito no debería ser cuando están tratando de encarcelarlo”, sino todo lo contrario; eso requiere un modelo diferente en el que los fiscales pasen a ser una especie de compañeros de la comunidad, no solo para luchar contra la criminalidad, sino para desarrollar acciones preventivas que se extiendan en el tiempo, más allá de 15 años.
En ese sentido, quiero ser un modelo para nuestros niños, especialmente los latinos. No hablo mucho de eso, pero creo que esta es una elección histórica porque es la primera vez que podríamos tener un fiscal hispano en Filadelfia y quiero poder mirar a los ojos de los jóvenes negros y latinos de la ciudad y decirles “ustedes también pueden ser los primeros de su familia en ir a una universidad, a una escuela de derecho, en jugar en la NFL”.
Sí me preocupa porque necesitamos tener una Fiscalía Distrital diversa.
Cuando dejé la Fiscalía en el año 2000, creo que había tres o cuatro latinos en toda la nómina, eso es vergonzoso.
Cuando llegué a la alcaldía de Filadelfia, desde mi cargo al frente de la oficina administrativa, elevamos la diversidad de 38 a 84 por ciento en solo cinco años, y principalmente lo hicimos contratando mujeres de color.
Creo que desde la oficina administrativa de la alcaldía demostré que para ofrecer un servicio excelente se necesita tener equipos diversos; no porque sea lo correcto, sino porque se trata de cómo representar mejor a una ciudad tan diversa como Filadelfia.
Por eso en la alcaldía apliqué la “regla Rooney”, una norma de la NFL que -cada vez que hay una vacante- obliga a los equipos a entrevistar diversos candidatos para ocupar el puesto de entrenador. No se trata de contratar a alguien de una minoría porque sí, sino de que entre más candidatos diversos haya seguramente se terminará contratando al mejor de todos, por sus méritos, que es la manera correcta de hacerlo.
Digo esto porque sé de lo que hablo, tengo experiencia dirigiendo organizaciones grandes, esa es una gran diferencia entre los otros candidatos y yo.
También. Cuando uno ve lo que sucedió en la elección presidencial y lo compara con lo que pasó en Canadá, se pregunta por qué los canadienses participan más en procesos democráticos que nosotros. Me parece bien por ellos, pero la verdad es que eso me molesta. Ellos votan en una tasa significativamente más alta que la nuestra.
En un año no electoral siempre tenemos muy baja participación y ese es un problema que me preocupa. Pero bueno, estoy haciendo todo lo posible para conseguir no solo el voto latino, sino el de todas las comunidades que de alguna manera ven con buenos ojos mi campaña y que seguro votarán por mí.
De todas maneras seguiremos utilizando los medios necesarios, redes sociales, medios tradicionales, publicidad, para correr la voz y compartir nuestro mensaje.
Creo que lo primero que debemos hacer es poner a la comunidad por encima de nuestras agendas personales. Tenemos que motivar a nuestra gente. Cuando usted dice que la comunidad latina no vota en las mismas proporciones que otras comunidades lo hacen, creo que eso en parte es culpa nuestra, porque no promovemos buenos candidatos.
A propósito de eso, yo espero que mi candidatura logre incrementar en números el voto latino. La verdad es que nosotros tenemos una tradición muy rica de participación y militancia, lo que tenemos que mejorar drásticamente es que la gente salga a votar.
Necesitamos ser una fuerza decisiva en términos políticos. Yo creo que en cada elección debería haber candidatos latinos, desde los School Boards hasta la Fiscalía Distrital.
Con más de 20 años de experiencia profesional en los sectores público, privado y en organizaciones sin ánimo de lucro, este abogado de 50 años de edad es quizá uno de los candidatos con mejor hoja de vida para ocupar el cargo de Fiscal Distrital de Filadelfia.
Politólogo y abogado graduado primero del Wagner College y luego de la Rutgers Law School, Negrín ha ejercido su carrera como litigante, fiscal y funcionario de la administración local.
Su cargo público más reciente fue el de director de la Oficina Administrativa de la Alcaldía entre 2010 y 2015, donde ayudó a administrar un presupuesto de 5,5 mil millones de dólares y una planta de empleados cercana a los 30.000 funcionarios públicos.
Desde esa oficina, Negrín puso en marcha el programa PhillyRising, con el que recuperó el espacio público de barrios azotados por la delincuencia.
Negrín también fue miembro del Comité de Ética de Filadelfia entre 2006 y 2010, una organización independiente que promueve y monitorea la transparencia en el gobierno público; así como de CeaseFirePA, que trabaja con diferentes sectores sociales, políticos y civiles para reducir el uso de armas en Pensilvania.
Durante su carrera, Negrín ha recibido varios reconocimientos por su desempeño profesional. Entre los más destacados están el National Latino Lawyer of the Year Award del Hispanic National Bar Association y el Champion of Change in Innovation and Citizen Engagemen de la Casa Blanca, ente otros.
En el sector privado Negrín trabajó como vicepresidente de Aramark y como abogado asociado de la firma Obermayer, Rebmann, Maxwell & Hippel.
Larry Krasner es quizá el único outsider de la contienda. Su perfil como abogado y activista de los derechos civiles lo ubica como el candidato con la agenda más progresista de la campaña.
En el pasado ha ejercido como defensor de grupos como Occupy Philly, ACT-UP, DACA, grupos de inmigrantes y Black Lives Matter. Con tal trasfondo político combinado con su carrera como abogado, Krasner tiene asegurado un amplio apoyo de sectores sociales entre las comunidades hispanas, afrodescendientes, LGBT, mujeres e inmigrantes.
Krasner se opone a la polémica práctica policial del “stop-and-frisk”, a la pena de muerte, a la imposición indiscriminada de fianzas y a la confiscación de bienes involucrados en la comisión de delitos. Este defensor de los derechos humanos también ha prometido defender a Filadelfia como ciudad santuario e impulsar una reforma en el sistema judicial que le ponga punto final a la encarcelación masiva mediante la limitación de las investigaciones judiciales estrictamente para casos de gravedad, revisión de penas y liberación de quienes hayan sido condenados injustamente, y la descriminalización de la drogadicción.
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Apoya la confiscación de bienes y la imposición de fianzas como medidas judiciales frente a sospechosos de delitos.
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