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Buque carguero con contenedores
La escasez de estas bodegas para transportar mercancías afectaría la economía mundial. Foto: Pixabay.

Crisis de contenedores: ¿está en riesgo la navidad y el “Black Friday”?

El aumento en los costos de producción y el desabastecimiento son algunas de las causas que ponen en riesgo la llegada de distintos tipos de productos a los…

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El desproporcionado incremento en los costos para mover mercancías entre los diferentes puertos del mundo se ha salido de control. Ya en septiembre del 2020, durante una de las etapas más duras de la pandemia, el costo del flete marítimo entre China y Estados Unidos se había cuadriplicado, algo que la reactivación económica no ha logrado controlar. 

Crisis de contenedores

El dramático aumento en el costo de los fletes y en los costos de producción de distintos tipos de bienes y mercancías comerciales se debe, en parte, a la escasez de espacio disponible para transportar los productos entre los puertos de China (cuentan con 8 de los 10 puertos más importantes del mundo) y los de Occidente, así como a las medidas tomadas por el gigante asiático contra la COVID-19 y las cuales golpean la economía de todo el planeta.

La escasez de contenedores no tiene que ver con la poca existencia de unidades, sino con la ausencia de estos en los puertos donde son necesitados. Luego de que cientos de miles de estos recipientes de hierro salieran desde China hacia destinos en Occidente, la llegada de la pandemia alteró drásticamente las operaciones logísticas en los puertos, dejando los containers vacíos y sin mercancías para regresar a su lugar de origen. 

Además del cierre de los puertos y la imposibilidad de los comerciantes de Occidente de llenar los contenedores con mercancías para enviarlos de regreso a Asia, así como del lento proceso de reactivación de las economías del mundo, comparadas con la de China, también se suma a esta crisis el cierre de fábricas, el desabastecimiento de materias primas y productos, la disminución en el ritmo de trabajo y el incremento dramático de los costos.

Consecuencias de la crisis

A esta crisis, que ha venido golpeando el bolsillo tanto de importadores como de consumidores finales, se le suma ahora la llegada de la temporada de fin de año, en la que desde ya muchos comerciantes se muestran poco optimistas con los resultados de las ventas de “Black Friday” y Navidad, pues a varios de ellos ya les han confirmado que las mercancías destinadas para estas fechas especiales, como juguetes y artículos electrónicos, tan solo llegarían en enero de 2022.

La esperanza de los países occidentales de poder contar con las mercancías que son tan demandadas durante la época más importante del año para los comerciantes, radica en la posibilidad de que los gobiernos logren acuerdos para reducir los costos del transporte marítimo de mercancías, el cual se ha incrementado hasta por 7 veces. Asimismo, se espera que la reactivación económica, cuyos índices siguen en crecimiento, pueda contribuir a que se estabilice el balance entre exportaciones e importaciones y el movimiento de los contenedores se reactive de manera natural.

¿Alcanza el dinero para los regalos?

Siguiendo las lógicas del mercado actual, en el esfuerzo porque se normalice el tránsito de contenedores e impulsando la recuperación del sector logístico, seguramente será el consumidor quien deba también asumir el costo del incremento de los precios, por lo que este año deberán prepararse para pagar precios mucho más elevados por sus “regalos prometidos”.

La pandemia sigue presentando escenarios que años atrás nunca se hubieran imaginado, entre ellos que una temporada tan esperada, en especial con los confinamientos obligatorios del 2020, se vea ahora en riesgo a causa del altísimo incremento en los costos de importación, un tema que por ahora no parece tener un fin cercano. Esto representa un muy fuerte golpe para el comercio internacional, ya que sus inventarios, que años antes estarían abarrotados, en esta ocasión, por el temor a no poder recibir las mercancías a tiempo, serían bastante limitados.

Con este difícil panorama, ad portas de la temporada comercial más importante del año, sería bueno empezar a planificar unas compras austeras y muy bien pensadas. A diferencia de otros años, antes de la llegada de la pandemia, aquellos regalos que damos a otros, o a nosotros mismos, deberán ser concebidos de una manera racional y apelando a la creatividad, sin dejarnos guiar por los productos estelares del mercado cuyos costos, si no se toman medidas de peso, estarán por las nubes.