La historia de los inmigrantes detenidos bajo custodia de Inmigración y Aduanas (ICE) se vuelve cada vez más enrevesada.

Después del último y atroz capítulo de la campaña anti-inmigrante del gobierno de Donald Trump bajo el título de “política de tolerancia cero”, las circunstancias en los centros de detención para inmigrantes han sido el foco de atención de medios y organizaciones por los derechos civiles.

No era suficiente con separar a niños de sus familiares y encerrarlos en centros parecidos a jaulas sin contacto físico, sino también obligarlos a comparecer ante un juez sin siquiera saber lo que “abogado” significaba.

Ahora, y según datos publicados por ICE, nueve detenidos han fallecido bajo custodia de la agencia durante el año fiscal 2018, que inició el 1ero de octubre del 2017.

La semana pasada The Intercept reportaba la muerte de Efraín Romero de la Rosa, un inmigrante de 40 años diagnosticado con esquizofrenia y trastorno bipolar, detenido por ICE y que esperaba ser deportado en los días siguientes.

Según comentó su hermano al medio, Efraín se suicidó después de pasar 21 días en confinamiento solitario, lo que habría agravado sus síntomas, un caso que ya poseía antecedentes después de la muerte de un joven de 27 años, Jean Jimenez-Joseph, en las mismas condiciones durante el mes de mayo del 2017.

“Aquí tenemos un patrón”, dijo Azadeh Shahshahani, abogado de la organización de justicia social Project South al medio. “No sé qué más necesita el gobierno para cerrar este lugar. ¿Cómo pueden defender lo que está sucediendo en este tipo de instalaciones?”

Según explicó Mother Jones, De La Rosa es “la octava persona que muere en los centros de detención de inmigrantes”. El centro en el que se encontraba recluído, conocido con el nombre de Stewart y ubicado en Lumpkin (Georgia), forma parte de la compañía llamada Core Civic, “cuyas acciones subieron constantemente después de que ICE anunciara en junio que buscaba 15.000 camas para familias inmigrantes detenidas”.

La novena inmigrante fallecida fue Augustina Ramirez-Arreola, una mujer mexicana de 62 años que, según reportó la página web de ICE, perdió signos vitales después de haber sido trasladada al Hospital Alvarado en La Mesa (California), mientras se encontraba bajo custodia de la agencia.

Si bien no se han dado los detalles de su autopsia, los informes preliminares han determinado que se trataría de “complicaciones por una cirugía de corazón”.

Un caso similar fue reportado por la agencia a principios del mes de junio, cuando un inmigrante vietnamita, Huy Chi Tran, quien esperaba ser deportado a Vietnam, fue encontrado sin signos vitales. La agencia aún no da detalles de su autopsia.

Zeresenay Ermias Testfatsion (34), Roxana Hernández (33), Ronald Cruz (39), Gourgen Mirimanian (54), Luis Ramirez-Marcano (59), Yulio Castro-Garrido (33) y  Kamyar Samimi (64) son los nombres de los otros fallecidos, recopilados por la American Immigration Lawyers Association.

Sin embargo, a esta cifra se le suma una persona más.

Se trata de un niño inmigrante que falleció bajo custodia de ICE en Dilley (Texas) y que aún no ha sido identificado, según reportó el International Business Times.

La abogada de inmigración Mana Yegani denunció en Twitter este martes que el niño murió después de su estadía en un centro de detención de ICE, como resultado de una posible negligencia y una enfermedad respiratoria que contrajo de otro de los niños.

“Si solicitan una visa, el gobierno de Estados Unidos no se las dará,” escribió Yegani. “Si se quedan en su país, las pandillas matarán a sus hijos. Así que están condenados si lo intentan legal o ilegalmente”.