“Hoy nuestra nación entera llora con ustedes y con cada familia de aquellas 2.977 almas inocentes que fueron asesinadas por terroristas hace 16 años”, dijo el presidente Trump el día lunes, en una alocución desde el Pentágono, sitio de uno de los ataques del 11 de septiembre de 2001.

La conmemoración se llevó a cabo en los sitios afectados por el ataque terrorista: en Nueva York se inició a las 8:46 de la mañana con un momento de silencio que se extendió por toda la ciudad, recordando el momento en el que el primer avión golpeó la torre norte del World Trade Center aquél fatídico martes. A las 9:37 de la mañana, el Presidente dirigió un gesto similar desde el edificio del Pentágono, marcando el momento exacto en el que el vuelo 77 de American Airlines golpeó el edificio.

“Estos son enemigos horribles, horribles; enemigos como nunca antes hemos visto”, dijo el Presidente durante su discurso en el Pentágono. “Pero nos estamos asegurando de que nunca vuelvan a tener un refugio seguro para lanzar estos ataques contra nuestro país”.

Así prometió el presidente Trump perseguir a terroristas, quienes no conseguirán “santuario lejos de nuestro alcance”, ni se podrán esconder en “esta vasta tierra”.

Durante su discurso, el presidente no hizo mención a su veto migratorio contra ciudadanos procedentes de países de mayoría musulmana, sino prefirió recordar la manera en la que el país ha cambiado desde entonces.

“Ese día, no sólo el mundo cambió, sino todos cambiamos,” dijo Trump. “Nuestros ojos se abrieron a las profundidades del terror que enfrentamos. Pero en esa hora de oscuridad, también nos unimos en un nuevo propósito. Nuestras diferencias nunca se vieron tan pequeñas, nuestros lazos comunes nunca se sintieron tan fuertes”.

Aunque, como bien recuerda el diario The Independent, aquél día, el entonces magnate de Nueva York tan sólo se preocupó de ver que ahora su edificio en la 40 Wall Street era el más alto en el centro de Manhattan.

Durante su campaña presidencial, Donald Trump se apropió de la sensibilidad en tema terrorista y aseguró que, si hubiese sido bajo su gobierno, “esas personas que derribaron el World Trade Center, no habrían estado aquí para (hacerlo)”, y que sería “más inteligente” que su predecesor a la hora de enfrentar el terrorismo. Lo que el presidente pareciera olvidar, es que 15 de los 19 secuestradores de los aviones el 11S eran ciudadanos sauditas, un país omitido de su lista de países vetados en su supuesta lucha contra el terrorismo, y la primera nación en ser visitada oficialmente durante su primer viaje como presidente, donde firmó un acuerdo multimillonario de venta de armas.

En contra de lo que auguró durante su campaña presidencial, y teniendo el mismo tiempo que tenía George Bush en el cargo cuando los eventos del 11S, Donald Trump no parece estar preparado para muchas cosas, mucho menos para enfrentar asuntos de seguridad. El país entero espera con ojo agudo su respuesta ante las catástrofes naturales que han azotado el territorio, mientras el presidente recuerda los fracasos de administraciones anteriores.