A lo largo de la pandemia, toda la nación luchó por satisfacer sus necesidades básicas, como la alimentación y el alojamiento. Pero un punto positivo en Filadelfia fue su capacidad para gestionar efectivamente una crisis de desahucios pendiente a través de iniciativas del Ayuntamiento que detuvieron los desalojos y crearon otras medidas de protección. 

El programa de desahucio, encabezado por la concejal Helen Gym, permite a propietarios e inquilinos someterse a un proceso de mediación y llegar a un acuerdo sin tener que acudir a los tribunales. Es obligatorio para todos los propietarios que hayan tenido inquilinos con dificultades económicas relacionadas con el COVID-19.

Desde el pasado mes de septiembre, el programa ha celebrado más de 1.000 sesiones de mediación en las que el 91% de los participantes han podido llegar a un acuerdo, evitando al mismo tiempo la perjudicial presentación del desahucio en los expedientes de los inquilinos.

Si la ciudad hiciera permanente el programa, las bajas tasas de desalojo podrían convertirse en la nueva normalidad.

El martes 23 de marzo, Helen Gym, junto con otros miembros del Consejo Municipal, envió una carta a la dirección del Tribunal Municipal, solicitando que institucionalizaran el programa como parte del proceso judicial.

El Tribunal recibió la solicitud y tomó medidas.

El jueves 1 de abril, Patrick F. Dugan, juez presidente del Tribunal Municipal de Filadelfia, emitió una orden que bloquea los desahucios presentados por los propietarios sin haber solicitado primero asistencia para el alquiler y haberse sometido a mediación a través del programa de desvío de desahucios.

La orden exige a los propietarios que utilicen el programa de ayuda al alquiler de la ciudad, que ya ha distribuido más de 60 millones de dólares en pagos de alquiler, y acaba de reabrir las solicitudes tras recibir una ayuda federal de casi 100 millones de dólares.

El programa de ayuda al alquiler ha pagado la renta de más de 14.000 hogares y se espera que llegue a superar esa cifra en su última ronda, que también puede utilizarse para pagar los servicios públicos. 

Según el Laboratorio de Desahucios de Princeton, antes de que la pandemia afectara a Filadelfia, la ciudad tenía la cuarta tasa de desahucios más alta de Estados Unidos, desalojando a unos 20.000 hogares cada año. 

Como resultado de la Ley de Protección de la Vivienda de Emergencia, un paquete de proyectos de ley presentados por los concejales Jamie Gauthier, Helen Gym y Kendra Brooks, Filadelfia ha podido reducir las solicitudes de desahucio a sólo 4.700 en el último año, y evitar con éxito casi todos los cierres patronales. 

Claudia Aiken, directora de The Housing Initiative en Penn, ha investigado las tasas de éxito de 15 ciudades de todo el país que han establecido programas de ayuda de emergencia para el alquiler desde el comienzo de la pandemia. 

Aiken dijo que Filadelfia destaca porque es la única ciudad hasta ahora que requiere que los propietarios soliciten asistencia en nombre de sus inquilinos antes de poder presentar un desalojo, algo que Aiken nunca había visto antes. 

Gym, a la que a menudo se le llama "la AOC de Filadelfia", es la primera concejala que obliga a vincular la ayuda al alquiler con un programa de desahucio y con el sistema judicial.

"Estamos demostrando que podemos transformar un sistema", dijo Gym. "¿Por qué íbamos a empezar con un desahucio? No hay ninguna razón".

¿Qué significa esto para los inquilinos de Filadelfia?

Según la nueva orden, los propietarios no pueden presentar un desahucio por falta de pago a menos que primero soliciten la ayuda al alquiler de la ciudad y esperen 45 días. Cuando un propietario solicita la ayuda, queda automáticamente inscrito en el programa de desahucio. 

La intención es que dentro del periodo de espera de 45 días, el propietario y el inquilino ya hayan pasado por un proceso de mediación y/o hayan recibido la ayuda al alquiler. 

Si algo va mal y un inquilino puede demostrar que su casero no siguió ninguna de las opciones de protección disponibles a tiempo o de buena fe, tendrá una defensa legítima contra el desahucio. 

Esta orden protegerá a los inquilinos hasta el 16 de mayo, fecha en que expira. 

Después de esa fecha, los tribunales pasarán a aplicar la orden de la CDC, que dará a los inquilinos algunas protecciones, pero no tantas. 

En virtud de la prohibición de desalojo del CDC, el inquilino debe firmar una declaración en la que indique que ha intentado obtener ayuda para el alquiler, que sus ingresos son de 99.000 dólares o menos (198.000 dólares o menos en el caso de las parejas), y que no puede pagar el alquiler a pesar de sus esfuerzos y corre el riesgo de quedarse sin hogar. 

Si un propietario ya tiene una sentencia judicial contra un inquilino, puede presentar una petición judicial para que se le conceda la exención en algunas circunstancias. 

Si el inquilino ya ha desalojado el local, si se ha demostrado que hay actividad delictiva o daños a la propiedad, y si el propietario es dueño de cinco o menos propiedades y puede demostrar que tiene dificultades financieras, el propietario puede seguir desalojando a un inquilino. 

Ni el CDC ni las órdenes judiciales de Filadelfia impiden que se celebren audiencias o se dicten sentencias; sólo impiden que los propietarios echen a sus inquilinos. 

Importante: Ni la CDC ni las órdenes judiciales de Filadelfia impiden las audiencias o las sentencias. Impiden única y exclusivamente que los propietarios echen a sus inquilinos.

Stephanie Dorenbosch, directora de programas de la Red de Representantes de Sindicatos de Inquilinos y abogada, dijo que un propietario no puede hacer ningún movimiento para forzar la salida de un inquilino.

"Siempre va a tener la oportunidad de averiguar cuáles son sus derechos y ponerlos en práctica", dijo. "Ese es el aviso que significa cuando comenzarán el proceso legal".

Los inquilinos pueden presentar un inquilino COVID-19 Certificación de Dificultad Financiera o un formulario de declaración CDC. Esto ayudará a conseguir la exención de los cargos por retraso y un plan de reembolso de nueve meses.

 "Estoy orgulloso de que Filadelfia haya liderado la lucha por la justicia en materia de vivienda desde que comenzó la pandemia en marzo, cuando pedí con éxito una moratoria inmediata de los desahucios, las ejecuciones hipotecarias y los cortes de servicios públicos", dijo el concejal Gym. 

"Filadelfia ha demostrado que no tenemos que repetir los errores de la última recesión, en la que los bancos obtuvieron rescates mientras la gente corriente perdía sus casas en una ola de desplazamientos y falta de vivienda", añadió. 

Este artículo forma parte de Broke in Philly, un proyecto de colaboración informativa entre más de 20 organizaciones de noticias centrado en la movilidad económica en Filadelfia. Lea todos nuestros reportajes en brokeinphilly.org.