Según revelaciones recientes del testimonio proporcionado por el ex director general de Pemex, Emilio Lozoya, el ex presidente mexicano Enrique Peña Nieto se benefició de acuerdos millonarios que le ayudaron a financiar su campaña, y también a pagar a los secretarios públicos para que apoyaran las reformas realizadas durante su mandato de sexenio

El monto total de dinero utilizado en las transacciones supera los 500 millones de pesos.

Tras sus declaraciones el martes, Lozoya se convirtió en testigo de uno de los mayores escándalos de corrupción en México en los últimos años, ya que es la primera vez en la historia del país que un ex presidente está involucrado en escándalos de sobornos. 

Esto no significa que los presidentes anteriores no hayan estado involucrados con temas relacionados a la corrupción, la diferencia esta vez es que las acusaciones contra Peña Nieto son formales y puede que éste tenga que ir a declarar.

En un video publicado por la Procuraduría General de la República (FGR), Alejandro Gertz Manero declaró que no sólo Peña Nieto está involucrado en sobornos, sino que también el ex Secretario de Hacienda, Luis Videgaray, que financió campañas con dinero de la empresa brasileña, Obredecht, incriminada por realizar transacciones corruptas en tres continentes diferentes. 

Lozoya, que durante el sexenio de Peña Nieto se desempeñó como director de la empresa petrolera Pemex, fue arrestado en España en febrero. 

Después de ser acusado por corrupción, el ex director fue extraditado a México el mes pasado porque estaba dispuesto a cooperar con las autoridades.

El momento perfecto de su llegada a México y la magnitud de sus declaraciones hacen dudar del gobierno de Andrés Manuel López Obrador. 

El Presidente de México ha hecho de la lucha contra la corrupción una marca de su administración, sin embargo, la detención del director petrolero, así como su testimonio, parecen ser un intento del gobierno de desdibujar el difícil momento que vive México. 

La gente sigue siendo escéptica, no sólo porque las declaraciones tuvieron lugar en medio de una pandemia y durante circunstancias extraordinarias, sino también porque se produjeron durante una de las peores crisis económicas y de violencia en la historia de México.

El ex director de Pemex seguirá siendo procesado mientras los fiscales analizan la utilidad de la información y las pruebas que ha proporcionado, las cuales incluyen un video y recibos que respaldan las declaraciones de soborno.

Dado que Lozoya solicitó un "criterio de oportunidad", la corrupción y los cargos penales en su contra sólo se retirarán si se aprueban sus acusaciones contra otras figuras públicas.

La Oficina del Fiscal General tiene los seis meses siguientes para tomar una decisión definitiva sobre el caso.