La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS) informó este jueves que la inflación en Estados Unidos volvió a bajar en septiembre, por tercer mes consecutivo, y situó su tasa interanual en el 8,2%, una décima menos que en agosto. 

Los precios de consumo subieron cuatro décimas, dos décimas más de lo esperado, lo que sorprendió a los inversores y causó un colapso del mercado, a medida que aumentaron los temores de que la inflación persistente provocaría una acción aún más agresiva de la Fed, mencionó CNN.

De acuerdo a Infobae, los futuros del índice Dow Jones pasaron abruptamente de un aumento de cientos de puntos a un descenso de 400 puntos, en cuestión de segundos. Posteriormente, en las primeras negociaciones de la apertura de los mercados, el principal indicador retrocedía alrededor de 500 puntos (-1,7%), mientras que el selectivo S&P 500 cae 2,8% y el tecnológico Nasdaq cede 2,8%.

La inflación en el país está siendo observada de cerca, ya que los esfuerzos del Banco Central por controlar el problema hacen subir el dólar y los costes de los préstamos a nivel mundial.

Actualmente, la tasa está muy por encima del objetivo del 2% del Banco Central y es posible que la Reserva Federal siga subiendo los tipos de interés en un intento de enfriar la subida de los precios.

"La Fed debe reaccionar en la próxima reunión y seguir manteniendo una política restrictiva hasta que haya alguna señal de que la inflación está bajo control", dijo Neil Birrell, director de inversiones de Premier Miton Investors a la BBC. 

Al encarecer los préstamos, la Reserva Federal espera reducir la demanda, sobre todo de artículos de gran valor, como automóviles y viviendas, y así aliviar la excesiva subida de precios. 

Ante las próximas elecciones legislativas de noviembre, el presidente Joe Bien ha tratado de argumentar que la desaceleración de la actividad económica es un cambio saludable con respecto a la oleada de crecimiento que siguió a la pandemia, señalando la sólida creación de empleo y el bajo desempleo, informó BBC.