LIVE STREAMING
Crédito: Infobae
Crédito: Infobae

La Corte Suprema decidirá el alcance de la inmunidad de Trump

¿Estará el presidente finalmente por encima de la ley?

MÁS EN ESTA SECCIÓN

¿Cuáles son las preocupacion

Protección Temporal

La economía está estancada

Buenas noticias empresarios

Adiós a un 'problem solver'

Combatiendo la adicción

Un problema sin vencimiento

Cultura latina dividida

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

La pregunta más frecuente durante el gobierno de Donald Trump ha sido “¿Puede realmente hacer eso?” Y es que, desde el escándalo Watergate, nunca habíamos cuestionado la separación de poderes como durante los últimos tres años.

Es por ello que el fallo de la Corte Suprema en tres casos clave que se escucharán la semana que viene podría cambiar para siempre la manera de gobernar Estados Unidos.

Según reportó Vox, los casos Trump vs. Mazars, Trump vs. Deutsche Bank y Trump vs. Vance que escuchará el máximo órgano judicial la semana que viene son “enloquecedores” porque, si bien bajo cualquier circunstancia “normal” el presidente debería perder, existe la posibilidad de que los resultados nos sorprendan.

Los casos Mazars y Deutsche Bank forman parte del intento del presidente por evitar que el congreso acceda a sus registros fiscales, y ha sido una batalla durante la mayor parte de su gobierno.

Por su parte, el caso Vance involucra la investigación de presunta actividad criminal por parte de la Organización Trump, y que también incluiría la revisión completa de sus declaraciones de impuestos.

“En los tres casos, los abogados de Trump han hecho afirmaciones extraordinariamente amplias de que el presidente está fuera del alcance de los investigadores,” explica Vox. “De hecho, en Vance, el abogado de Trump, William Consovoy, literalmente le dijo a un juez federal de apelaciones que Trump es inmune a la investigación criminal, al menos mientras esté en el cargo, si le disparara a alguien en medio de la Quinta Avenida de Manhattan”.

De nuevo, bajo circunstancias “normales”, la lógica nos diría que Trump tiene todas las de perder en ambos casos, tal como han ratificado varias cortes federales. Sin embargo, el hecho de que su administración se ha encargado de afianzar el conservadurismo radical en las tres esferas de poder, con un Senado Republicano tribalista y una Corte Suprema de mayoría conservadora, podrían dar un resultado catastrófico para la democracia estadounidense.

La decisión que deberá tomar el órgano al escuchar los argumentos la semana que viene deberá rechazar o confirmar el alegato que hace el presidente de que “el jefe ejecutivo es inmune a varias formas de investigación”.

“Lo que está en juego en estos casos es la capacidad del público para conocer la mala conducta y pedir cuentas por ella”, explica Jeannie Suk Gersen, profesora en la escuela de derecho de Harvard en su columna para el New Yorker. “Pero, más importante aún, representan una prueba de fuego para nuestro sistema de separación de poderes.”

Los casos tienen raíces que llegan a ética gubernamental, lavado de dinero e influencia extranjera en el proceso electoral nacional, explica Suk Gersen, todos argumentos que se vieron desmontados en el momento en el que el Senado limpió a Trump de cualquier culpa durante su proceso de destitución.

Fue precisamente la negativa de la administración de ofrecer evidencia o cualquier tipo de colaboración con la Cámara de Representantes lo que dio el argumento final al Senado.

Es decir, se trata de un juego trancado en medio de una monopolización del poder.

“Ahora la separación de poderes corre el peligro de reducirse a un nauseabundo tiovivo, en el que ni el Congreso ni el Tribunal Supremo pueden controlar al Presidente, porque cada uno dice que el otro debe hacerlo”, concluye Suk Gersen. “La solución de este dilema está ahora en manos de la Corte”.