Su decisión ha seguido a la designación del empresario y antiguo colaborador de la campaña Trump, Anthony Scaramucci como director de comunicaciones de la Casa Blanca.

Según funcionarios de la Casa Blanca, el Presidente habría solicitado a Spicer que permaneciera en el puesto, considerando su decisión como “un grave error”, pero el secretario se habría negado, según reportó The New York Times.

Hasta el momento, Spicer había adoptado la responsabilidad de secretario de prensa y director de comunicaciones al mismo tiempo, intentando contener el flujo de información desde la Casa Blanca y respaldando las declaraciones públicas y los mensajes en Twitter del presidente.

Pero ante la decisión imprevista de Trump de incorporar a Scaramucci a su equipo – un asunto que no había compartido ni con el jefe de staff REince Priebus ni con el estratega en jefe Steve Bannon – Spicer ha decidido retirarse del puesto, considerando que el empresario newyorkino no conoce lo suficiente a Washington como para poder lidiar con el arduo trabajo que ha tenido que enfrentar el secretario de prensa desde el día uno de la nueva administración, según reportó CNN.

Según varios funcionarios cercanos al evento, Spicer no estuvo de acuerdo con estar subordinado a Scaramucci, y consideró el gesto del presidente como un desaire a su trabajo.

Anthony Scaramucci es un abogado graduado en Harvard, originario de Long Island. Fundó la firma de inversión SkyBridge Capital y contribuye frecuentemente con la cadena de televisión Fox. Ha sido gran partidario del presidente Trump desde su campaña, y no ha dudado en defenderlo a capa y espada en televisión, lo que el presidente ha confundido con capacidad para manejar la prensa de la Casa Blanca.

La renuncia de Spicer agudiza la crisis interna de la administración Trump, después de los fracasos parlamentarios del Trumpcare y del presupuesto fiscal republicano.