Cuando el alcalde Jim Kenney le solicitó a los miembros de la Comisión de Reforma Escolar que votaran su disolución hace dos meses, el pleno del Concejo de la ciudad aplaudió la medida que en ese momento tomaba la administración para retomar el control de la educación pública de Filadelfia.

Ese día, dos de noviembre de 2017, Kenney le dio inicio a un complejo y sobre todo apretado proceso de disolución de la SRC –como se le conoce por su sigla en inglés– en el que la carrera contra el reloj es la que desde entonces marca la pauta para que, 16 años después de nombrada y controlada por la Gobernación de Pensilvania, la SRC le ceda su puesto a una nueva Junta Escolar (School Board).

Pues bien, estamos en enero y –según el plan de trabajo que la propia alcaldía se impuso–, en pocas semanas el Panel de Nominación Educacional que el alcalde nombró para estudiar las hojas de vida de los interesados en conformar el nuevo órgano, entregará la lista de los 27 mejores candidatos.

De esos nombres, Kenney elegirá a nueve personas cuyo papel a partir del primero de julio será regir los destinos de la educación pública local.

Con el objetivo de hacer que este proceso de transición sea transparente y que las diferentes comunidades que habitan la ciudad tengan acceso y participación en la conformación de la nueva Junta Escolar, la alcaldía ha puesto al alcance de la ciudadanía una consulta dirigida a los padres y madres de Filadelfia.

La  idea es que los padres y madres de familia se inmiscuyan en la educación de sus hijos diciéndole a quienes toman las decisiones sobre las escuelas de la ciudad, cuáles son los temas más urgentes que necesitan resolverse para garantizar una mejor calidad de la educación pública.

La consulta, que los lectores pueden encontrar en la página web de la alcaldía (www.beta.philly.gov) en seis idiomas, incluidos el inglés y el español,  formula tres preguntas concretas:

“¿Cuál es el área más importante que nuestras escuelas tienen que mejorar?”. En este aparte, el gobierno local indaga por aspectos que van desde la ampliación de la cobertura de la educación pública temprana, secundaria, técnica y profesional, hasta el mejoramiento de los niveles de alfabetización, graduación y del clima escolar en general.

Con esta pregunta, se ve que la alcaldía sabe dónde están los mayores retos educativos en cuanto a calidad, pero quiere contar con la opinión pública para decidir por dónde empezar esta nueva etapa.

La segunda pregunta de la encuesta indaga por los aspectos que la ciudadanía considera son los de mayor importancia a la hora de conformar el nuevo órgano rector de la educación pública. La idea de esta cuestión es establecer una Junta que ofrezca las mayores garantías en términos de representatividad y equilibrio.

“En la Junta Escolar en general, cuáles son los atributos más importantes para usted?”. Entre las opciones de respuesta, la administración incluye temas como la diversidad étnica y racial de los futuros miembros de la Junta, así como nivel de ingresos y educativo, participación comunitaria, antigüedad de permanencia en la ciudad, vecindario de residencia, representatividad de padres de familias y de estudiantes egresados, entre otros.

La tercera pregunta de la encuesta indaga por las carácterísiticas que en opinión de los residentes de Filadelfia deben tener los miembros de la Junta Escolar.

“En los miembros individuales de la Junta Escolar, ¿cuáles son los atributos más importantes para usted?”. Aquí la administración quiere saber cuál es la vara con la que se debe medir la hoja de vida de los 27 candidatos: ética, antecedentes comerciales, liderazgo comunitario, historial educativo, experiencia en el área, etcétera.