Los Senadores Ben Cardin y el Senador Marco Rubio son los dos encargados de la promoción de una legislación para intervenir en el grave caso de Venezuela. Asimismo se han sumado el Senador John Cornyn, Dick Durbin y el Senador John McCain, quienes apoyarán la propuesta para que pase al Congreso.

Parte de las medidas adoptadas por los legisladores estadounidenses incluyen las sanciones individuales por el debilitamiento de la democracia o por implicaciones en actos de corrupción.

La ley incluiría una ayuda humanitaria de 10 millones de dólares para coordinar un auxilio en la región y solventar la crisis.

Asimismo, los Senadores han requerido un informe de la inteligencia de los Estados Unidos sobre la implicación de agentes del gobierno venezolano en casos de corrupción y narcotráfico, de acuerdo a una copia recibida por Reuters.

Para abordar el asunto de la corrupción, el Departamento de Estado de los Estados Unidos deberá preparar un reporte en conjunto con las agencias de inteligencia, exponiendo detalladamente el involucramiento de los cabecillas del gobierno chavista en malversación de fondos y/o narcotráfico.

De la misma manera, la propuesta solicita al Presidente Donald Trump que imponga límites en la intervención de la compañía de petróleo nacional Rusa Rosneft dentro de la infraestructura del país norteamericano, como retaliación por su aprovechamiento de la crisis económica en Venezuela. “Durante el año pasado, la compañía nacional petrolera de Venezuela, PDVSA, utilizó el 49.9% de sus gastos en la subsidiaria norteamericana Citgo, como garantía para obtener financiación de Rosneft”, continúa el reporte.

La empresa rusa habría prestado a PDVSA un aproximado de 4.5 mil millones de dólares.

Esta manifestación de los Senadores es consecuencia del agravamiento de la situación venezolana, tras la intentona del gobierno de Nicolás Maduro de hacerse con la Asamblea Nacional, de mayoría opositora, lo que aseguraría un golpe de estado legítimo.

Esto desencadenó lo que ahora se cuenta como un mes de manifestaciones, donde han perecido 30 personas, 400 heridos y cientos de personas detenidas. Las protestas han sido coordinadas por la Mesa de la Unidad Opositora, convocando a las personas a la calle, quienes se han enfrentado a la más cruda represión por parte de la Guardia Nacional Bolivariana, en manos de la cúpula chavista.

El gobierno de Nicolás Maduro ha recurrido a la retórica “anti-imperialista” acuñada por Chávez durante todo su mandato, asegurando que los Estados Unidos son quienes se encuentran detrás de la crisis económica y de las manifestaciones, en búsqueda de “desestabilizar al país” y hacerse con el poder.

Frente a tales acusaciones, oficiales del gobierno norteamericano han evitado manifestarse abiertamente frente a la situación, a pesar de estar al tanto de la grave crisis humanitaria en la que ha sucumbido el país caribeño tras el quiebre económico que ha producido la pésima administración chavista.

La medida de auxilio introducida por los Senadores cuenta con 11 secciones, que intentarían resolver la crisis a grandes trazos, y es la primera medida concisa por parte de un país internacional frente a la situación del país.