Joe Biden fue el elefante en la sala del Iowa Democrat’s Hall of Fame
Atacar a Donald Trump desde el podio y como candidato demócrata a las elecciones del 2020 es muy sencillo; pero vencer el tradicionalismo endógeno es una…
“Estas elecciones no deben ser sobre lo que estamos en contra, sino sobre lo que estamos a favor”, dijo el Senador y candidato demócrata a la presidencia Corey Booker durante el Iowa Democratic Party’s 2019 Hall of Fame en Cedar Rapids el pasado domingo.
Booker y 18 de sus contrincantes se reunieron en el DoubleTree Hotel and Convention Complex para exponer en cinco minutos las razones por las que el epicentro de la política nacional debería votar por ellos.
Si bien todos estuvieron de acuerdo en que cuatro años más de Donald Trump es sencillamente impensable, sus estrategias para lograrlo y para esquivar los obstáculos internos variaron en intensidad y claridad.
El derecho a la salud, al aborto, la igualdad de género, el cambio climático, fueron los temas recurrentes de todos y cada uno de los candidatos al subir al podio. Sin embargo, pareciera que cada uno de los contendientes fuera un pedazo del todo necesario para vencer a Donald Trump el año que viene.
La estrategia de “un plan para todo” de la senadora Elizabeth Warren, la reivindicación del conservadurismo progresista (perdónese aquí la tautología) del Mayor Pete, los guiños al español de Beto O’Rourke, la rebeldía de Kirsten Gillibrand, la empatía de Kamala Harris, la honestidad de Booker y la agudeza de Bernie Sanders, harían en conjunto un candidato invencible.
Sin embargo, la multiplicidad de opciones podría ser el agent provocateur de esta campaña, y lo que daría pie a que los votantes prefieran irse por lo seguro; es decir, votar por Joe Biden.
El ex vicepresidente se ha transformado en el enemigo interno del partido demócrata, percibido por sus contrincantes como el mejor de dos males y la ejemplificación del estancamiento que permitió la llegada de Trump a la Casa Blanca.
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“Entiendo que hayan algunos demócratas y candidatos bien intencionados que creen que la mejor manera de avanzar es una estrategia de ‘terreno medio’ que no se oponga a nadie, que no haga frente a nadie y que no cambie nada”, dijo el Senador Bernie Sanders durante sus cinco minutos en Cedar Rapids. “Desde mi punto de vista, este enfoque no es sólo mala política pública, sino que es una estrategia política fallida que temo podría terminar con la reelección de Donald Trump”.
Al coro de Sanders se unió la mayoría de candidatos pesados en la poblada boleta demócrata quienes, sin mencionar su nombre, hicieron de Biden el elefante en la sala.
“No ganaremos jugando a lo seguro o prometiendo volver a la normalidad”, agregó el alcalde de South Bend, “Mayor” Pete Buttigieg.
“No estoy pasando mi tiempo con donantes multimillonarios ni con cabilderos corporativos”, dijo también Elizabeth Warren. “Estoy pasando mi tiempo con ustedes. Así es como se hace política de base en Estados Unidos”, agregó, haciendo un guiño ineludible a la recaudación de fondos de Biden en la casa del ejecutivo de Comcast David Cohen el pasado mes de abril.
De igual manera, Gilibrand dio su estocada al vicepresidente al subrayar: “no creo que haya espacio en nuestro partido para un candidato demócrata que no apoya la plena libertad reproductiva de las mujeres”, haciendo referencia a la oposición de Biden a la derogación de la Hyde Amendment, una medida que prohíbe el uso de fondos federales para abortos.
A todas estas, Biden brilló por su ausencia, demostrando su confianza en las encuestas y en su trayectoria política, dándole la razón a sus críticos al demostrar que, cuando de política se trata, un nombre vale más que el esfuerzo por ganarse el voto del pueblo.
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