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Un niño observa el polvo que se levanta desde el lugar de los ataques aéreos en Saada, Yemen, el 27 de febrero de 2018. (Reuters/Naif Rahma)
Un niño observa el polvo que se levanta desde el lugar de los ataques aéreos en Saada, Yemen, el 27 de febrero de 2018. (Reuters/Naif Rahma)

Un breve resumen del conflicto en Yemen

Considerada como uno de los episodios más atroces de las últimas décadas, la guerra civil en Yemen ha pasado desapercibida para la mayor parte del mundo. La…

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A finales de la semana pasada, el Senado de Estados Unidos votó a favor de avanzar una resolución que podría ponerle fin a la participación de Estados Unidos en la guerra en Yemen.

Según explicó Democracy Now, “es la primera vez en la historia que el Senado da luz verde a una propuesta para retirar sus fuerzas militares de una zona de guerra que no fue autorizada por medio de la Resolución de Poderes de Guerra”.

El conflicto, encabezado por Arabia Saudita en Yemen, es considerado uno de los peores episodios bélicos en los últimos años, con un aproximado de 14 millones de yemeníes al borde de la hambruna, según denunció la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Una crisis con años de historia

Si bien muchos consideran que la guerra civil yemení es consecuencia de la llamada Primavera Árabe que transformó la situación de países cercanos como Libia, Egipto y Siria, la situación de Yemen se ha vuelto cada vez más sangrienta y sin una solución posible.

Durante el siglo XIX, Yemen fue un territorio abusado por imperios como el británico y el turco otomano por su ubicación estratégica entre el mar Mediterráneo y Asia Oriental.

Según recuerda France 24, la caída del Imperio Turco Otomano después de la Primera Guerra Mundial, permitió que el norte de Yemen quedara en manos de un líder religioso islamista auto-coronado rey del territorio.

Mientras tanto, el sur se mantenía bajo dominio británico hasta 1967, hasta que un movimiento de grupos nacionalistas les expulsaran del territorio.

El país quedó entonces fraccionado en dos, y como es frecuente, ambas partes fueron apoyadas por grupos con intereses en la región.

Tarjeta postal pintada a mano. Producida por Dick Ketchian, Aden, años 60. The British Museum.

El norte fue apoyado por Arabia Saudita y el sur por la Unión Soviética.

Tras la caída de esta última en 1989, Yemen se unificó, y diez años después se sumó a la guerra internacional contra el terrorismo atacando los núcleos de Al Qaeda en la región.

Un golpe de Estado se sale de control

Desde el 2004, un grupo de rebeldes al norte de Yemen, conocido como los hutíes (chiítas) inició un movimiento bélico en el borde que colinda con Arabia Saudita, contra el gobierno yemení, denunciando al mismo tiempo que Arabia Saudita apoyaba grupos sunitas “para exterminar la población chiita”.

Esta “guerra de baja intensidad” detonó un movimiento simultáneo en la región sur del país tres años después, y fueron brutalmente reprimidos por el gobierno.

La violencia escaló en lo que se llamó la Revolución de Yemen en 2011, liderada por el cabecilla hutí Abdul-Malik al-Houti, quien apoyó los focos de manifestaciones y exigió la renuncia del presidente Alí Abdalá Salé.

Con enfrentamientos entre las ramas religiosas (hutíes versus suníes), el presidente finalmente accedió a dejar el cargo, y los rebeldes consiguieron que las elecciones de un solo candidato fueran boicoteadas. Sin embargo, Abd Rabbuh Mansur Hadi fue electo presidente.

Fue entonces cuando los enfrentamientos entre las tribus religiosas se desplegaron por todo el territorio, obligando al ejército a tomar partido.

A mediados del 2014, los rebeldes tomaron la ciudad de Saná (capital del país) y se transformaron en la autoridad del país después de que el gobierno dimitiera.

Los combatientes houthi tomaron el control de Sanaa en septiembre de 2014 [AFP].

Desplazado hacia el sur, Hadi rechazó la toma de control de los rebeldes y reclamó su derecho a la presidencia.

Fuerzas extranjeras empeoran el asunto

Desde el principio de su revolución, los hutíes han sido denunciados como agentes manipulados por Irán para dar poder a la coalición chiíta en la región. Este argumento fue suficiente para que Estados Unidos, Francia y Arabia Saudita decidieran apoyar militarmente al gobierno del país para hacer frente a los hutíes.

Durante el mes de marzo del 2015, el presidente Hadi huyó del país, dando paso a una coalición internacional liderada por Arabia Saudita que desplegó toda su fuerza militar en el territorio, incluyendo bombardeos implacables desde el aire y miles de unidades terrestres.

La peor crisis humanitaria

Según explicó Amnistía Internacional, “unos 22.2 millones de personas yemeníes dependen actualmente de ayuda humanitaria para sobrevivir”.

Gracias al bloqueo marítimo y terrestre impuesto por Arabia Saudita – producto del ataque de las fuerzas huzíes contra las zonas civiles de Riad – millones de mujeres y niños están condenados a la peor de las hambrunas.

Hasta el momento, más de 5.000 personas han muerto durante el conflicto, 9.400 civiles han sido heridos, tres millones de personas se han tenido que desplazar, y 22.2 millones dependen de la ayuda humanitaria para tener acceso a medicamentos, comida, agua, refugio, combustible y saneamiento.

Violaciones a los derechos humanos por ambos bandos

La investigación de Amnistía Internacional ha determinado que ambos bandos han violado las normas establecidas para conflictos (llamadas “leyes de guerra”), atacando “deliberadamente” civiles e instalaciones como hospitales, escuelas, mercados y mezquitas.

De igual manera, la organización ha recogido evidencia de municiones utilizadas por Arabia Saudita “cuyo uso está prohibido por el derecho internacional”, tales como las municiones “racimo” y las armas de poca precisión (fuego de artillería y mortero o cohetes Grad), que han sido utilizadas en “áreas civiles densamente pobladas”.

“Pese a las numerosas denuncias sobre conducta temeraria en Yemen y sobre las devastadoras repercusiones que las violaciones graves del derecho internacional están teniendo sobre la población civil, muchos países han continuado vendiendo y transfiriendo armas a Arabia Saudí y a otros países miembros de la coalición para su uso en el conflicto,” explica la organización. “La coalición dirigida por Arabia Saudí ha utilizado estas armas para matar y herir a civiles, y destrozar los medios de subsistencia de la población yemení.”