El discurso del Estado de la Unión de Donald Trump dejó en claro las posturas conservadoras del gobierno actual de Los Estados Unidos.

Entre movidas contra la inmigración y el aborto legal, el presidente pasó por alto un asunto clave para el país y para el resto del mundo: el cambio climático.

La antipatía y el negacionismo de Trump frente a la amenaza global no es secreto para nadie, y esperar una medida de su gobierno para abordar la crisis medioambiental es una esperanza ilusoria.

Es por ello que la nueva congresista de Nueva York, Alexandria Ocasio-Cortez ha decidido cumplir con su palabra y este jueves ha develado su primer borrador para un Green New Deal, una propuesta legislativa para abandonar la dependencia en combustibles fósiles y lograr la “transición” a un estilo de vida “eco-friendly”.

Desde principios del siglo XXI, el Green New Deal ha sido una propuesta de programa para el estímulo económico que estipula vías de desarrollo con baja emisión de gases enfocándose en la garantía de un desarrollo sustentable con mínimo impacto medioambiental.

Este programa ha formado parte de campañas políticas importantes como la del Senador Bernie Sanders y, proporcionalmente, de la de Alexandria Ocasio-Cortez, quien tras sólo días de haber llegado al Capitolio se unió a más de 200 activistas por el cambio climático que “inundaron” la oficina de la líder demócrata Nancy Pelosi para “exigir a los Demócratas que actúen de manera más decisiva en cuanto al cambio climático”.

Ocasio respaldó completamente la iniciativa del movimiento y aseguró que haría algo al respecto, cumpliendo su promesa tan sólo tres meses después.

A través de 14 páginas iniciales, la congresista introdujo una resolución no vinculante en la que solicita a Estados Unidos que “alcancen un nivel cero de emisiones de gases de efecto invernadero en un plazo de diez años ampliando y mejorando drásticamente las fuentes de energía renovables”.

Asimismo, y según declaró Ocasio a NPR este jueves, el programa abarca no sólo el desarrollo económico a favor del medio ambiente, sino también promueve medidas públicas a favor del acceso a la vivienda, la atención médica, la educación, los sindicatos y los derechos indígenas.

“Esto se trata realmente de brindar justicia a las comunidades y transiciones justas para las comunidades”, aseguró al medio. “Así que realmente el corazón del Green New Deal es sobre la justicia social”.

La joven congresista no es ajena a las luchas sociales por el medio ambiente, habiendo participado personalmente en las protestas contra el acueducto de Dakota meses antes de lanzar su candidatura a la Cámara de Representantes.

Sin embargo, y por más nobles que se puedan percibir sus propuestas, su lucha por lograr un cambio de ese calibre en la política estadounidense promete ser tortuosa.

Aún cuando cuenta con el respaldo de personajes políticos importantes – incluyendo candidatos demócratas a la presidencia como Cory Booker, Kirsten Gillibrand, Kamala Harris o Elizabeth Warren – su propuesta chocará en seco contra una administración republicana que ha sobrepasado los límites del conservadurismo en las manos de un presidente que retiró al país del Acuerdo Climático de París y que pareciera no entender los conceptos básicos de la contaminación ambiental.

Gobiernos anteriores como el de Barack Obama fracasaron con intentos como el del plan de “topes y canjes” (Cap-and-Trade), y una propuesta tan audaz como la de Ocasio necesitará mucho más que buenas intenciones para lograr pactar con la bancada del presidente.