LIVE STREAMING
Los partidarios de la activista por los derechos de inmigración Maru Mora-Villalpando y otros del grupo de resistencia del Centro de Detenciones del Noroeste realizan una manifestación fuera de su segunda audiencia de deportación en la Corte de Inmigración de Seattle el 26 de junio en Seattle. Karen Ducey/Getty
Los partidarios de la activista por los derechos de inmigración Maru Mora-Villalpando y otros del grupo de resistencia del Centro de Detenciones del Noroeste realizan una manifestación fuera de su segunda audiencia de deportación en la Corte de…

“Occupy ICE”: cuando el país decide tomar el asunto en sus propias manos

Varios focos de protesta se han ido diseminando por todo el territorio nacional con un solo eslogan: abolir la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE)…

MÁS EN ESTA SECCIÓN

¿Cuáles son las preocupacion

Protección Temporal

La economía está estancada

Buenas noticias empresarios

Adiós a un 'problem solver'

Combatiendo la adicción

Un problema sin vencimiento

Cultura latina dividida

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

Cuando los representantes políticos parecieran no terminar de descruzar los brazos, la desobediencia civil es casi un deber.

Esto parece haber entendido la ciudadanía estadounidense, después de que la Administración Trump impusiera una de sus políticas anti-migratorias más agresivas hasta el momento, separando familias en la frontera y encarcelando a niños lejos de sus padres.

En un espíritu muy similar al de hace siete años, cuando todo el país se volcó a las calles para protestar contra las evasiones fiscales sistemáticas y el poder de las empresas, esta vez gran parte de la población ha decidido tomar las inmediaciones de las oficinas de inmigración en ciudades como San Francisco, Filadelfia, Portland, Nueva York, Louisville y Kentucky.

La iniciativa surgió en Portland (Oregon) hace casi un mes cuando se instaló el primer campamento bajo el eslogan “Occupy ICE” (Ocupemos ICE) de manera espontánea.

Vigilias y pancartas han caracterizado lo que muchos califican de “desobediencia civil” instigada por activistas progresistas y algunos demócratas que “están pidiendo la abolición de la agencia federal que lleva a cabo la agenda xenófoba de la Administración Trump, condenando ampliamente la maquinaria de deportación”, explicó The Guardian.

Asimismo, este fenómeno ha seguido a las protestas masivas llevadas a cabo en el país durante las últimas semanas por la política de “tolerancia cero” del gobierno, cuya consecuencia inmediata ha sido la separación de más de 2.300 niños indocumentados de sus familias.

Mientras el gobierno asegura estar haciendo todo lo posible por reunificar a las familias, tanto el Congreso como los representantes políticos siguen estancados en un debate bipartidista que se ha ido entreverando cada día más gracias a la velocidad con la que la Casa Blanca pone en marcha su agenda.

En Filadelfia, por ejemplo, cientos de personas han permanecido “bajo extremo calor y tormentas” durante los últimos cuatro días, creando una suerte de campamento improvisado entre sombrillas y toldos, decorados con pancartas que rezan “No a las jaulas” y “Fuera ICE de la ciudad santuario”, según reportó The Inquirer.

Lo que ha llamado la atención de muchos ha sido la participación activa de grupos políticos de izquierda como Philly socialists, Reclaim Philadelphia y el capítulo del grupo Democratic Socialists of America (DSA) en la ciudad, algo que se ha visto repetido en todas las manifestaciones paralelas.

Al parecer, la reciente victoria de la candidata del DSA Alexandria Ocasio-Cortez en el Bronx ha impulsado una oleada de optimismo dentro de las filas socialistas de la bancada demócrata quienes, después de haber sido protagonistas principales en las protestas de Occupy Wall Street hace siete años, se han sumado ahora a múltiples manifestaciones como la que se llevó a cabo contra la secretaria de seguridad nacional Kirstjen Nielsen en un restaurante mexicano el mes pasado, continúa The Guardian.

Si bien las manifestaciones han sido espontáneas, existe una planificación de por medio que ha permitido a los participantes prepararse para enfrentamientos con la policía, recolectar suministros y hasta recaudar fondos para pagar fianzas en caso de redadas y detenciones por parte de las fuerzas del orden público.

De la misma manera, muchos de ellos han asegurado a los medios que los fondos y la participación comunitaria pretende “ofrecer ayuda legal y recursos a los inmigrantes indocumentados, como ha sucedido en el campamento de Nueva York.

Durante esta semana, 30 personas fueron detenidas en Filadelfia y una redada ha desmantelado el campamento provisional, según declaraciones de la policía local. Pero a nivel nacional la protesta insiste en mantenerse de manera pacífica, y voceros de ICE han comunicado a medios como el Huffington Post que “la agencia respeta plenamente los derechos de todas las personas a expresar su opinión sin interferencia”, asegurando asimismo que “los funcionarios seguirán supervisando y realizando las modificaciones necesarias para garantizar que las operaciones se reanuden adecuadamente”.

Por su parte, los manifestantes han asegurado que no se moverán hasta que se estructure un proyecto para sustituir a la agencia de inmigración y “el sistema de opresión inhumano e innecesario” que representa.