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 Fotografía fechada el 20 de junio de 2018, cedida por el Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS), que muestra el dormitorio colectivo del Refugio Temporal de Homestead para niños inmigrantes no acompañados, en Florida. EFE/HHS
 Fotografía fechada el 20 de junio de 2018, cedida por el Departamento de Salud y Servicios Sociales (HHS), que muestra el dormitorio colectivo del Refugio Temporal de Homestead para niños inmigrantes no acompañados, en Florida. EFE/HHS

El gobierno promete reunificar a las familias pero no explica cómo

Después de que el presidente Trump anunciara la suspensión de las medidas de separación de familias inmigrantes detenidas en la frontera, la atención se ha…

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Ya no es sorpresa para nadie que el desastre administrativo del gobierno de Donald Trump suspenda medidas y acuerdos sin tener un plan de reemplazo.

Lo hemos visto con el veto migratorio a países musulmanes, con la suspensión del Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA) y ahora con la separación de familias inmigrantes detenidas en la frontera.

Después de que el presidente Trump anunciara la semana pasada que se pondría un alto a la separación de niños inmigrantes de sus padres – no sin antes haber despertado una de las críticas más arduas a nivel nacional e internacional por lo que ha sido considerado como medidas “antihumanitarias” -, la administración emitió una hoja informativa en la que aseguraba que “más de 2.000 niños esperan aún ser reunidos con sus padres”, y explicó algunos detalles del proceso de reunificación, según reportó NBC News.

El documento explica que, “como parte del proceso de aprehensión, detención y procesamiento” de los inmigrantes, tanto adultos como niños, cada individuo pasa por la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés); los niños son enviados a la Oficina de Reubicación de Refugiados y los padres a la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE), quienes “juegan su rol en la reunificación”.

“Este proceso está bien coordinado”, explica el gobierno.

Si bien la CBP asegura haber “reunificado a 522 niños extranjeros indocumentados” separados de sus padres como consecuencia de la política de “tolerancia cero”, el gobierno espera que se puedan reunir a todos las familias restantes, salvo en el caso de que “la relación familiar no pueda ser confirmada, se crea que el adulto es una amenaza para la seguridad del niño o el adulto es un inmigrante criminal”.

A pesar de la buena voluntad, el documento arroja poca luz sobre los verdaderos procedimientos o el tiempo contemplado para reunificar definitivamente a estas familias.

Asimismo, la declaración asegura que se le ha otorgado a los niños la posibilidad de comunicarse con un familiar “evaluado” durante las primeras 24 horas de su detención, pero activistas y organizaciones han comunicado a NBC News que “puede tomar hasta semanas para que los padres sean ubicados y sean capaces de comunicarse con sus hijos por teléfono”.

Para agravar el asunto, la saturación de los centros de detención inmigrante en la frontera han llevado a las autoridades a transferir a los menores de edad a otros centros alrededor del país, “en Michigan y Maryland, en hogares de acogida en California y refugios en Virginia”, explicó el Washington Post. Los niños son confinados a “frías e institucionales locaciones con adultos a quienes no se les permite tocarles o con padres de acogida que no hablan español pero les abrazan cuando lloran”. 

El medio describe los procedimientos de conteo, asistencia sanitaria y confinamiento al que son sometidos los niños, puestos bajo el cuidado de empleados que frecuentemente no están especializados para atender sus necesidades y, en el caso de los consejeros de salud mental, frecuentemente se les recomienda no hablar con los terapeutas por miedo a que la información pueda ser usada en su contra o en contra de sus padres por parte del gobierno.

Y la reunificación familiar no parece ser un asunto sencillo.

En medio de la angustia y el estrés, muchos de los funcionarios han asegurado que “los niños a veces no saben los nombres de sus padres o sus propias fechas de nacimiento o cómo escribir sus nombres”, continúa el Post.

Simultáneamente, abogados y activistas trabajan sin descanso para ayudar a los padres detenidos en la frontera a ubicar a sus hijos, mientras el Departamento de Salud y Servicios Humanos anunciaba el día sábado que “harían lo posible” para “asistir en la reunificación” de los niños, sin dar especificaciones del proceso que pretenden llevar a cabo.

Finalmente, el gobierno ha puesto a disposición de “cualquier padre o tutor que quiera determinar si su hijo se encuentra bajo la custodia de la Oficina de Reubicación de Refugiados (ORR)”, que se comuniquen con el Centro Nacional de Llamadas de ORR (www.acf.hhs.gov/orr/resource/orr-national-call-center), al 1-800-203-7001 o vía email al information@ORRNCC.com