La tensión ha aumentado exponencialmente durante semanas en la ciudad del viento, entre los civiles y la policía. Muchos barrios salieron a la calle el domingo 9 de agosto después de que un hombre fuera disparado por la policía en el lado sur. 

Agregando al caos, se hicieron arrestos. Más de 100 personas fueron detenidas después de que los disturbios se dispararan durante la noche.

La Magnificent Mille (aunque no tan magnífica por el momento) es el distrito comercial central y fue donde tuvieron lugar los disturbios. 

También hubo alguna otra destrucción en otras partes de la ciudad, según informaron las autoridades. 

El superintendente de la policía de Chicago, David Brown, dijo que los sucesos en el centro de la ciudad no fueron protestas organizadas, sino más bien "un incidente de pura criminalidad".

Las protestas comenzaron en el centro después del tiroteo de la policía el domingo en el barrio de Englewood y estaban a 10 millas de donde tuvo lugar.  Los saqueos fueron desenfrenados a lo largo de las manifestaciones. 

Pero la noticia más importante: otro hombre fue disparado por las fuerzas del orden. 

El domingo por la tarde, la policía abrió fuego contra un hombre. Según un comunicado de prensa del Departamento de Policía de Chicago: aproximadamente a las 2:30 p.m. en el bloque 5700 de la Avenida South Racine, los oficiales fueron llamados por un hombre con un arma, y localizaron a un individuo en el área que coincidía con la descripción del sospechoso.

Los oficiales intentaron confrontar al sujeto masculino en un callejón cercano, pero huyó y luego sacó un arma, disparando a los oficiales. Los oficiales devolvieron el fuego, golpeando al delincuente, que la policía dijo que estaba en su adolescencia tardía o a principios de los 20 años.

El hombre al que dispararon fue llevado al Centro Médico de la Universidad de Chicago y se desconoce su estado. Los tres oficiales involucrados también fueron llevados al hospital y han sido puestos en tareas administrativas por los próximos 30 días. 

Un organizador de BLM, Ariel Atkins, llamó al saqueo "reparaciones" añadiendo que: "No me importa si alguien decide saquear una tienda Gucci o Macy's o Nike, porque eso asegura que esa persona coma, que se asegure de que esa persona tenga ropa. Cualquier cosa que quieran llevarse, pueden llevársela porque estos negocios tienen un seguro".

La alcaldesa de Chicago, Lori Lightfoot, advirtió a los saqueadores de la ciudad que la policía iba a tomar medidas, y los procesaría. 

El lunes por la tarde, hubo equipos SWAT rodeando la ciudad, en un intento de controlar los disturbios.