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Chrissy Houlahan es la candidata demócrata al Distrito 6 de Pensilvania. Fuente: Campaña. 
Chrissy Houlahan es la candidata demócrata al Distrito 6 de Pensilvania. Fuente: Campaña. 

Las primarias en Pensilvania podrían ser la muestra del futuro demócrata en noviembre

Muchos candidatos, puestos contados y una batalla dentro de un partido suenan a la mejor descripción de las elecciones presidenciales del 2016 cuando realmente…

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Hay quienes describen la locura como “hacer lo mismo una y otra vez esperando obtener resultados diferentes”. Si ese es el caso, el partido demócrata parece estar mostrando signos alarmantes de locura.

Una avalancha de candidatos ha lanzado su nombre para la carrera a puestos en la Cámara de Representantes de Pennsylvania, dispuestos a pelear con uñas y dientes por un trozo del pastel recién redibujado.

Según reportó Politico, la redistribución del mapa distrital, retiros y renuncias, “han sacudido el panorama político del estado en los últimos nueve meses, mezclando la composición partidista y geográfica de los distritos electorales de Pensilvania y cediendo la enorme cantidad de siete escaños abiertos de 18 antes de las primarias del martes.”

Lo más importante, continúa el medio, es que todas estas circunstancias tan sólo han facilitado “un campo de juego más amplio para los demócratas en un estado que ayudó a entregar al presidente Donald Trump la Casa Blanca hace dos años, con la oportunidad de ganar hasta cinco distritos en noviembre.”

Para Chrissy Houlahan, candidata demócrata al puesto que dejará vacante el representante republicano Ryan Costello en los suburbios de Filadelfia, “muchas de estas competencias serán el indicador de si la Cámara se volteará”, según dijo a Politico.

Desde el 2014, Pennsylvania ha estado dividida en ambos bandos, incluso cuando la mayoría de los republicanos controla el Congreso desde el 2010, mientras un gobernador demócrata fue electo en el 2014 por un período de cuatro años (Tom Wolf).

Pero un nuevo mapa distrital trajo consigo a una avasalladora cantidad de candidatos, y entre tanta diversidad, lo que impera es el caos.

Para Daniel Marans del Huffington Post, la carrera por los asientos en la Cámara de Representantes de Pennsylvania “es el ejemplo del futuro del Partido Demócrata”.

Tan sólo los candidatos al Distrito 7 - Greg Edward, Susan Wild y John Morganelli – son la muestra del abanico tradicional demócrata que se perpetúa como si nada se hubiese aprendido de las elecciones presidenciales.

Entre control de armas, la incursión del dinero en política y el sistema de atención médica de un solo pagador, los candidatos mantienen a duras penas el esquema demócrata, con “sustanciales diferencias ideológicas” que “hacen de la carrera algo así como un microcosmos de las batallas entre facciones que han consumido al Partido Demócrata desde las primarias presidenciales del 2016”, explica Marans.

Susan Wild califica en el perfil de Hillary Clinton, Greg Edwards en el del “populista” que ralla en la figura de Bernie Sanders y John Morganelli en el demócrata maleable que apoya a Donald Trump. Sin embargo, ninguno de los candidatos es lo suficientemente sólido como para enfrentar a los nominados republicanos, por lo menos en el Distrito 7.

Según explicó ABC News, los expertos en política “predicen que los demócratas deberán conseguir tres de cinco puestos en la Cámara bajo el nuevo mapa, ayudándoles en el camino a los 24 asientos que necesitan para retomar el control de la Cámara de Representantes”.