Los manifestantes exigen justicia para Valentina Orellana Peralta, una niña de 14 años que estaba en un probador cuando fue abatida por el agente de policía de Los Ángeles William Jones Jr.

Peralta, una inmigrante chilena, fue asesinada el 23 de diciembre mientras compraba con su madre en una tienda de ropa Burlington en North Hollywood, California. Según las autoridades, ella estaba en un vestidor cuando Jones abrió fuego contra un sospechoso de asalto con arma mortal en la tienda.

La policía dijo que la pared del vestidor estaba detrás del sospechoso y Peralta no estaba a la vista de los agentes cuando se produjo el tiroteo. 

El sospechoso, Daniel Elena López, no tenía un arma en la escena, según los oficiales. Tenía un candado metálico de bicicleta que supuestamente utilizó para agredir a una mujer y romper un cristal. 

Según el audio publicado por la policía de Los Ángeles, varias personas que llamaron al 911 dijeron a los despachadores que sospechaban que López tenía un arma.

La policía de Los Ángeles ha publicado las llamadas al 911, las transmisiones de radio, las grabaciones de las cámaras corporales y los vídeos de vigilancia del incidente. La política del departamento es publicar los vídeos de incidentes como los disparos de la policía en un plazo de 45 días, pero las imágenes se publicaron sólo cinco días después del incidente.

Los manifestantes, algunos de los cuales han sufrido la brutalidad policial en sus propias familias, piden que se presenten cargos penales contra Jones.

"No podemos permitir que estas cosas queden sin resolver", declaró a ABC News Chloë Cheyenne, activista y directora general de la aplicación de medios de comunicación para la justicia social COMMUNITYx.

Mientras que algunos manifestantes piden la detención de Jones, otros creen que la justicia debe venir a través de la reforma de la policía y de una reimaginación de cómo debe ser el trabajo policial en Estados Unidos. 

"Creo que no tener una conversación sobre la policía y su función real en nuestra sociedad sería un error", dijo Albert Corado, del grupo activista local People's City Council.

Corado también dijo que la violencia policial es demasiado común en Los Ángeles, y que su hermana fue asesinada en un incidente similar al de Peralta.

Según Los Angeles Times, la policía de Los Ángeles ha matado a unas 951 personas desde el año 2000, es decir, unas cuatro personas al mes en los últimos 22 años. 

"Espero que ahora la gente tome la indignación que siente y transforme esto", dijo Corado a ABC News. 

En un comunicado emitido el 27 de diciembre, el jefe de la policía de Los Ángeles, Michel R. Moore, expresó sus condolencias por la pérdida de la vida de Peralta y se comprometió a realizar una investigación en profundidad. 

"Mi compromiso es llevar a cabo una investigación exhaustiva, completa y transparente sobre las circunstancias que condujeron a esta tragedia y proporcionar a la familia y al público toda la información posible", dijo Moore. 

De acuerdo con la ley estatal, el fiscal general de California investigará y revisará de forma independiente el tiroteo con participación de agentes. 

Tom Saggau, un portavoz de la Liga de Protección de la Policía de Los Ángeles, dijo a NBC News que Jones había completado un entrenamiento en materia de disparos en masa unas dos semanas antes del tiroteo. 

Saggau dijo que Jones fundó una organización sin fines de lucro llamada Oficiales para el Cambio, que recauda dinero para dar a los estudiantes mochilas y útiles escolares.

"Está devastado. Muchos de los niños con los que trabajaba en su organización sin ánimo de lucro tenían la edad de Valentina. Lo que le preocupa es que podría haber sido cualquiera de los niños con los que trabajaba", dijo Saggau. 

Jones está ahora de baja administrativa remunerada a la espera de los resultados de la investigación. 

"Ver morir a un hijo o hija en tus brazos es uno de... los mayores dolores y más profundos que cualquier ser humano puede imaginar", dijo la madre de Peralta, Soledad Peralta. "Ahora, nuestro dulce ángel nos ha dejado para siempre. Por favor, danos fuerzas, Valentina".

La familia Peralta está siendo representada por el abogado de derechos civiles Ben Crump, que también ha representado a las familias de Trayvon Martin, George Floyd, Ahmaud Arbery y otros.