Al parecer las nuevas medidas migratorias de la Casa Blanca son un dolor de cabeza para su país vecino, Canadá.

A pesar de que el gobierno de Justin Trudeau abrió sus puertas a todos los refugiados originarios de países musulmanes que se vieron rechazados en Estados Unidos durante el año pasado, su respuesta ahora ante los inmigrantes centroamericanos que han perdido el Estatus de Protección Temporal (TPS) ha sido radicalmente opuesta.

Según reportó el Washington Post, el gobierno canadiense ha anunciado sus planes de enviar a Pablo Rodríguez, un miembro hispanohablante del Parlamento, a California durante los próximos días para dirigirse a grupos comunitarios, abogados y medios latinos para entregarles el siguiente mensaje: si no califican como refugiado o solicitante de asilo, no intenten cruzar a Canadá.

“Canadá tiene un sistema de inmigración robusto y estructurado que debe ser respetado”, explicó Rodríguez (originario de Argentina) al periódico nacional La Presse en una entrevista. “Antes de dejar su trabajo, de sacar a su hijo de la escuela y de vender su casa para venir a Canadá, asegúrese de que entiende las reglas y las leyes. Porque si usted no cumple con estos criterios, existe la posibilidad de que deba regresarse, no a Estados Unidos, sino a su país de origen”.

La respuesta del gobierno canadiense ha sido tajante, en especial después del flujo masivo de haitianos a través de la frontera de Nueva York con Quebec que contó con más de 250 personas que se trasladaron de manera “irregular” a través de las rutas rurales de la zona, creando una situación de crisis que derivó en la construcción temporal de campos de refugiados y la apertura del Estadio Olímpico de Montreal como centro provisorio de alojamiento.

De la misma manera, el asistente del Ministro de Inmigración, Hursh Jaswal, aseguró que a los inmigrantes que necesiten protección se les permitirá quedarse, mientras que los otros serán “removidos” del país. Asimismo aseguró que “sólo el 8% de las solicitudes de asilo hechas por haitianos en Canadá el año pasado fueron aceptadas”, mientras que la gran mayoría restante están aún esperando una audiencia.

De acuerdo a las cifras reportadas por la Canadian Broadcasting Corp., 14.467 personas cruzaron la frontera con Canadá de manera irregular durante los primeros nueve meses del 2017, de los cuales más de la mitad eran ciudadanos provenientes de Haití.

Frente a este fenómeno, el Ministro de Inmigración canadiense, Ahmed Hussen, dijo en una rueda de prensa el pasado martes que el gobierno ha puesto un plan preventivo en marcha, en caso de que los ciudadanos salvadoreños decidan tomar medidas parecidas.

“No estamos siendo complacientes”, dijo. “Nos estamos asegurando de que estemos preparados para cualquier eventualidad, incluyendo un futuro flujo de solicitantes de asilo que crucen nuestra frontera de manera irregular y, en ese caso, estamos aplicando las lecciones que aprendimos durante el verano pasado”.