Los mandatarios con sus delegaciones caminaron desde uno y otro lado de la frontera hasta llegar a la mitad del puente, donde posaron frente a fotógrafos y celebraron el significado de la obra para la integración entre ambos países y para el Mercosur, bloque que también integran Argentina y Uruguay.

Esta nueva obra entre las ciudades de Foz de Iguaçu (Brasil) y Presidente Franco (Paraguay) "aliviará" el tránsito por el Puente de la Amistad, que fue inaugurado en 1965 y es el único que hasta ahora une los dos países.

"El Puente de la Amistad está saturado" y esta nueva obra le dará "un impulso al comercio, pero también al turismo", otra importante fuente de recursos para las zonas fronterizas de Paraguay, declaró Abdo.

Bolsonaro, quien aspira a renovar su mandato, coincidió con su homólogo y destacó el potencial agrícola de Brasil, Paraguay y sus socios del Mercosur.

Valoró que "todo el Mercosur" es "propicio para la agricultura y la pecuaria" y apuntó que "el mundo vive sin mucha cosa, pero no vive sin alimentos".

De acuerdo con Abdo Benítez las obras del “Puente de la Amistad”  están en la fase de “acabados” y se tiene prevista la inauguración para el 2 de noviembre próximo.

Sin embargo, aún están pendientes tanto las obras del lado brasileño como del paraguayo para poder dar acceso al puente.

Además, el presidente Benítez explicó que en su país esas obras están en plena ejecución y con una inversión calculada en unos 220 millones de dólares, en tanto que Bolsonaro sólo indicó que, en el lado brasileño, "también está todo andando".

Esta nueva conexión entre ambos países tiene 760 metros de largo, 19 metros de ancho y más de 60 metros de alto y está hecha sobre el río Paraná.

Esta obra empezó a ser construida en 2019, fue calculada en unos 84 millones de dólares, financiados por la represa hidroeléctrica de Itaipú, cuya propiedad comparten Brasil y Paraguay y funciona en la misma zona donde se ubica el puente desde 1973.