El sentido común es lo único que no aumenta en el Palacio de Miraflores.

Tras haber logrado que cuatro millones de ciudadanos se desplazaran a ciudades y países en el exterior, huyendo de la pobreza y la violencia instauradas por el régimen chavista, Venezuela vuelve a sufrir las consecuencias de la ineptitud económica del régimen de Nicolás Maduro.

Según publicó el Banco Central venezolano, el gobierno ha autorizado la emisión de nuevos billetes en bolívar de 10.000, 20.000 y 50.000, que comenzarán a circular gradualmente este jueves, “como una forma de hacer pagos y transacciones más eficientes”, según explicó Associated Press.

Desde hace meses, imágenes de grandes cantidades de billetes inutilizados en el país han circulado por las redes, como metáfora de la catástrofe económica que vive el país.

Después de que el gobierno hubiese intentado controlar la hiperinflación con mecanismos inútiles el año pasado – incluyendo recortar cinco ceros de la moneda y los precios – la dolarización paulatina de la economía ha dado un golpe de gracia a la vida de los venezolanos que decidieron quedarse en el país.

Hasta este momento, el billete de denominación más alta que existía en el país era de 500 bolívares. El nuevo billete de 50.000, equivale tan sólo a 8 dólares estadounidenses, y el salario mínimo redondea los 40.000 bolívares.

Considerando que la inflación del país caribeño llegó a 815.000% durante el mes de mayo, según datos manejados por la Asamblea Nacional, la estrategia de emitir billetes más grandes sin un aparato económico que le sustente es tan sólo parte del juego ilusionista del gobierno.