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Una mujer inicia una protesta mientras el conservador Brett Kavanaugh, candidato del presidente de EE.UU., Donald Trump, para convertirse en juez del Tribunal Supremo, se dispone a testificar al comienzo de las audiencias celebradas para su confirmación, en el Hart Senate Office Building de Washington DC, ​​​​​​​el 4 de septiembre de 2018. EFE/TASOS KATOPODIS
Una mujer inicia una protesta mientras el conservador Brett Kavanaugh, candidato del presidente de EE.UU., Donald Trump, para convertirse en juez del Tribunal Supremo, se dispone a testificar al comienzo de las audiencias celebradas para su confirmación,…

Una batalla campal en forma de audiencia: Demócratas y activistas se oponen a la nominación del juez Brett Kavanaugh

La nominación del juez Brett Kavanaugh para la Corte Suprema por parte del presidente Trump desató una ola de fuerte oposición que llegó al suelo de su…

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Formar parte de la Corte Suprema de Justicia estadounidense no es sólo un puesto de por vida, sino un privilegio profesional y una responsabilidad moral que pueden definir el curso del país.

En un momento en el que la Administración Trump pretende reformar Estados Unidos desde la raíz, transformándole en su versión contemporánea más conservadora, una mayoría de derecha en la Corte Suprema es un riesgo que mujeres e inmigrantes no pueden correr.

Es por ello que antes y durante la audiencia del nominado presidencial, el juez Brett Kavanaugh, activistas recurrieron a la protesta para oponerse a que un hombre con una trayectoria contra el aborto y el control de armas llegue a ostentar un puesto tan poderoso.

De manera parecida, la bancada demócrata en el Comité hizo profunda insistencia desde el primer momento – en incluso rompiendo con el protocolo del Comité - en la revisión de los antecedentes del candidato, quien sirviera en la Oficina del Consejero Jurídico y Director de Personal en la Casa Blanca del ex presidente George Bush, y cuyos documentos han sido retenidos en un 90% por el Archivo Nacional gracias a la intervención del Partido Republicano, según explicó Slate.

A tan sólo horas del comienzo de la audiencia, el fiscal republicano encargado de organizar los documentos – y quien trabajó para Kavanaugh – entregó 42.000 páginas al Comité, una cantidad imposible de revisar antes de iniciar el proceso.

Ante la reticencia de la Casa Blanca de hacer públicos los documentos del nominado, la pregunta que dominó el suelo de la audiencia fue “¿Qué están escondiendo y por qué?”

Para activistas que interrumpieron con gritos y consignas la audiencia la respuesta es sencilla: la nominación de Kavanaugh está siendo llevada a cabo como una estrategia de gobierno que asegure la continuidad de la agenda Trump en asuntos como el derecho al aborto, y la insistencia y prisa por parte del GOP es tan sólo un impulso por asegurar la mayoría en la Corte Suprema antes de la inminente derrota en las elecciones de mitad de período.

Según explicó Salon, la mayor preocupación que surge ante la audiencia es que “los senadores demócratas no están haciendo lo suficiente” para evitar que Kavanaugh se siente en la Corte. Considerando que “los Republicanos sólo tienen 50 votos en el Senado (al menos que el ex senador Jon Kyl tome posesión como el reemplazo de John McCain)”, la mayoría no está garantizada. El medio explica que “si todos los Demócratas, más los dos independientes, votan en contra de su nominación, sólo se necesitaría un desertor republicano para hundir el barco: la senadora Susan Collins de Maine, la senadora Lisa Murkowski de Alaska u otra persona”.

El hecho de que Kavanaugh fuera nominado por un presidente cuyos asesores más cercanos van cayendo uno a uno en una dura investigación por corrupción; cuyo comportamiento contra las mujeres ha sido más que cuestionable, y cuyo apoyo a la Asociación Nacional del Rifle es indiscutible, debería ser razón suficiente para ni siquiera contemplarle como candidato.

Ahora bien, la radicalización del GOP contra la publicación de su récord no hace sino aumentar las sospechas de que el proceso no es transparente, sino precisamente todo lo contrario.