Trump ha seleccionado a su nominada para reemplazar a la fallecida Jueza Ruth Bader Ginsburg, y el 26 de octubre, el Senado de los Estados Unidos confirmó su nominación por una escasa mayoría de 52-48.

Los senadores pro-Barret, aunque tienen una mayoría en el Senado, representan a la minoría de la nación, informa Vox. Los senadores que se opusieron a su nombramiento representan 13.524.906 personas más que los senadores que votaron por ella.

Los temas que afectan a millones de vidas estadounidenses, incluyendo el acceso a la atención médica, la reforma migratoria, las protecciones para los beneficiarios de la DACA, la igualdad de los LGBTQ y el derecho al voto están ahora en juego. 

Temas de suma importancia para los votantes latinx como el cuidado de la salud y la justicia racial están ahora sujetos a extensos cambios con el nombramiento de Barrett.

"Después de la votación de esta noche, nuestra salud, nuestros derechos reproductivos, nuestro medio ambiente, nuestros derechos de voto e incluso el resultado justo de esta elección están en riesgo", escribió la representante Nanette D. Barragán en una declaración. 

En lugar de trabajar para mitigar aún más la propagación de COVID-19 con el alivio de los estadounidenses en dificultades, especialmente los latinos, la Administración Trump eligió lo contrario.

El líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, también aplazó el Senado hasta el 9 de noviembre, sin que la COVID ofrezca alivio a los millones de personas afectadas.

"Es vergonzoso que los republicanos del Senado se enfrentaron a un nominado a la Corte Suprema que apoya el quitarle el cuidado de salud a millones de personas con condiciones preexistentes y ni siquiera pudieron condenar la separación de las familias inmigrantes", escribió el Caucus Hispano en una declaración en Twitter.

Atacaron a un nominado a la Corte Suprema en medio de una elección, ya que más de 66 millones de estadounidenses están batiendo récords para hacer oír sus voces a tiempo y sin arriesgarse a exponerse al virus.

Durante las audiencias de confirmación, la Jueza Barrett no dijo si cree que el presidente puede posponer una elección por sí solo, si existe discriminación de los votantes, o sobre la existencia del cambio climático.

La confirmación apresurada, un proceso extenso que en tiempos normales - no es una mera semana antes de una elección presidencial - habría tomado mucho más tiempo si el Senado controlado por los republicanos no estuviera ansioso por insertar a otro conservador en la Corte Suprema.

Ayer fue un momento en el que los conservadores han estado trabajando durante décadas. Incluso con una potencial Casa Blanca, el atrincheramiento de Barrett dentro de la agenda conservadora estancará los movimientos progresistas para el cambio. 

"Expande la corte", la representante Ocasio-Cortez tuiteó momentos después de la confirmación de Barrett.

Es un movimiento que muchos han estado impulsando, especialmente los líderes progresistas dentro del Congreso, ya que hay un proceso legal para la expansión. Por supuesto, muchos republicanos se opondrán a ello a pesar del cinismo. 

"Los republicanos hacen esto porque no creen que los demócratas tengan las piedras para jugar duro como lo hacen. Y durante mucho tiempo han tenido razón. Pero no dejen que intimiden al público para que piense que su aplastamiento es normal pero que la respuesta no lo es", continuó AOC.

Mientras que todo el Caucus Hispano no ha abogado externamente por empacar la corte como lo ha hecho el AOC, los miembros han dejado claro que este no es el final. Y si empacar la corte será posible o no, hay verdad en el llamado de AOC para jugar duro.

Como el representante Rubén Gallego escribió: "Este es el comienzo de la batalla, no el final de la guerra".