Aunque el Tribunal Supremo dictaminó el pasado verano que se privaba a las mujeres estadounidenses del derecho al aborto y se reducía el acceso a la medicación abortiva, esto no impedirá que las mujeres busquen el procedimiento por otras vías. 

El martes 3 de enero, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) anunció que, por primera vez en la historia del país, permitirá que las farmacias minoristas, incluidas las grandes cadenas como Walgreens y las empresas de venta por correo, ofrezcan píldoras abortivas a pesar de que cada vez más estados intentan prohibir dicha medicación, por no hablar del procedimiento. 

El Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos calificó la norma de "paso importante" en la dirección correcta. 

"Aunque el anuncio de hoy de la FDA no resolverá los problemas de acceso para todas las personas que buscan atención para el aborto, permitirá que más pacientes que necesitan mifepristona para el aborto con medicamentos tengan opciones adicionales para obtener este medicamento vital", dijo el grupo.

Para la Administración Biden, esto será sin duda una gran ayuda, ya que el Presidente y su gabinete han estado buscando formas de aliviar un poco la presión sobre las mujeres, pero debido a la sentencia del Tribunal Supremo y a otros factores, no son capaces de lograr un verdadero cambio en lo que respecta al acceso al aborto". 

Para poder distribuir la medicación abortiva, la nueva norma exige que las farmacias de todo el país soliciten la certificación para distribuir la píldora, la mifepristona, a una de las dos empresas que fabrican el fármaco. Una vez aprobado, podrán dárselo a las pacientes directamente tras recibir una receta de un prescriptor certificado.

"Según el Programa REMS de la mifepristona, en su versión modificada, el Mifeprex y su genérico aprobado pueden ser dispensados por farmacias certificadas o por o bajo la supervisión de un prescriptor certificado", dijo la agencia en su página web el martes.

La píldora en sí tiene diferentes usos, aunque todos relacionados con el aborto. Mifeprex es el nombre comercial de la mifepristona y, combinada con otro fármaco llamado misoprostol, puede utilizarse para tratar abortos espontáneos e inducir un aborto hasta las 10 semanas de gestación, lo que también se conoce como aborto farmacológico.

Los activistas del derecho al aborto afirman que la píldora tiene un largo historial de seguridad y eficacia, sin riesgo de sobredosis ni adicción. En varios países, como India y México, las mujeres pueden comprarla sin receta para inducir el aborto.

"La noticia de hoy es un paso en la dirección correcta para la equidad sanitaria", dijo la presidenta de Planned Parenthood, Alexis McGill Johnson, en un comunicado.

"Poder acceder a la medicación prescrita para el aborto a través del correo o recogerla en persona en una farmacia como cualquier otra receta es un cambio radical para las personas que intentan acceder a la atención sanitaria básica", añadió Johnson.

Aunque el cambio de norma ha entusiasmado a muchos por el progreso que se está haciendo para ayudar a proteger aún más el aborto y el acceso a la medicación, a pesar de la eliminación de Roe v. Wade, otros se han manifestado en contra de la política. 

"La administración Biden ha demostrado una vez más que valora más los beneficios de la industria del aborto que la seguridad de las mujeres y la vida de los niños no nacidos", dijo Marjorie Dannenfelser, presidenta de Susan B. Anthony Pro-life America. "Los activistas abortistas quieren convertir cada oficina de correos y cada farmacia en un negocio abortista, y la F.D.A. de Biden es una participante dispuesta".

Mientras que otros, especialmente los afiliados o que trabajan para grupos y organizaciones de defensa del acceso al aborto, están contentos con el cambio y piensan que siempre debería haber sido así. 

"Al permitir que las farmacias dispensen servicios de aborto con medicamentos, la FDA está tratando el aborto con medicamentos como la atención segura, eficaz y urgente que es", afirmó Kirsten Moore, directora del proyecto Expanding Medication Abortion Access (Ampliación del acceso al aborto con medicamentos). 

La norma también supone la eliminación del requisito de acudir en persona para obtener la mifepristona. Pero deja en pie los otros dos requisitos, que consisten en que los proveedores de servicios sanitarios estén certificados para demostrar que tienen los conocimientos necesarios y la capacidad para tratar a pacientes que abortan, siempre que la paciente rellene un formulario de consentimiento.

El cambio, sin embargo, no significa que las píldoras abortivas sean ahora igualmente accesibles, debido a las continuas luchas legales a nivel estatal en relación con la legalidad de los procedimientos abortivos. 

"Aunque seguimos luchando contra las prohibiciones y restricciones del aborto farmacológico a nivel estatal, es fundamental que las personas que viven en estados donde el aborto es legal tengan acceso a la atención sanitaria. Los cambios de hoy ayudarán a millones de personas a tener más acceso a la atención que necesitan, cuando la necesitan", dijo McGill Johnson.