El jueves 31 de marzo, el alcalde Jim Kenney dio a conocer su propuesta de presupuesto municipal para el año fiscal 2023. Si bien hubo algunas pequeñas mejoras, los miembros de la comunidad y los concejales por igual encontraron problemas evidentes.

La concejal María Quiñones-Sánchez, en particular, tenía mucho que decir sobre el fracaso del presupuesto de Kenney para ayudar realmente a la recuperación de Filadelfia.

Quiñones-Sánchez fue citada diciendo que estaba decepcionada por la falta de fondos para los defensores públicos de Filadelfia.

"¿Cómo están viendo esas inversiones desde la perspectiva de la seguridad pública? Los defensores públicos quedan fuera de la conversación", dijo.

En un artículo de opinión para The Philadelphia Inquirer, Quiñones-Sánchez destacó sus prioridades para el próximo presupuesto de la ciudad. Cree que no es el momento de "respirar tranquilo", sino de redoblar las inversiones cruciales que ayudarán a la recuperación de toda la ciudad.

Antes de que la pandemia afectara a la nación, Quiñones-Sánchez era copresidenta del Comité Especial de Reducción y Prevención de la Pobreza. Durante el tiempo que ocupó este cargo, el comité puso en marcha una asociación público-privada para reducir drásticamente la pobreza en la ciudad.

La pandemia del COVID-19 exacerbó las disparidades económicas entre los habitantes de Filadelfia, y Quiñones-Sánchez afirma que es hora de seguir centrándose en estas cuestiones.

"Tenemos que promover políticas que creen y amplíen los vales de alquiler, la renta básica y los estipendios de formación laboral. Nuestras inversiones contra la pobreza deben seguir centrándose en las personas, no en los programas", escribió.

En opinión de Quiñones-Sánchez, el sentimiento de desesperanza es un factor que contribuye en gran medida al aumento de la violencia armada en toda la ciudad. Sus soluciones a este problema multifacético incluyen más inversiones en pequeñas empresas, espacios públicos limpios para todos los residentes y una mejor recogida de basura.

"El primer paso hacia la esperanza es asegurarse de que nuestros residentes y barrios no se sientan abandonados. Los departamentos de la ciudad deben rendir cuentas para hacer su trabajo a un nivel básico", dijo.

Quiñones-Sánchez subrayó que la ciudad debe aprender de COVID-19, en lugar de seguir con más de lo mismo. Esto significa un mayor acceso al gobierno y una mejor comunicación entre los residentes y quienes los representan.

"Esto es doblemente cierto para los residentes inmigrantes y los que no hablan inglés, que antes de COVID-19 tenían un acceso limitado a la tecnología y ahora necesitarán más que nunca", escribió.

Quiñones-Sánchez dijo que cada departamento de la ciudad debe proporcionar actualizaciones periódicas sobre lo que están trabajando en lo que respecta a los servicios, y el acceso al lenguaje es una necesidad.

Quiñones-Sánchez argumentó que Kenney dijo que sus decisiones presupuestarias estaban motivadas por la equidad, pero la realidad no coincide con su declaración.

Por ejemplo, el Departamento de Salud de la ciudad sigue adelante con la construcción de un centro de salud en el distrito de Quiñones-Sánchez, pero seleccionó una ubicación a la que se oponen la mayoría de las organizaciones vecinales. 

"Seguiré trabajando como presidente del Comité de Asignaciones del Ayuntamiento para asegurarme de que nuestra respuesta a la pandemia sea equitativa, responsable y refleje las necesidades de la comunidad, y con una inversión federal sin precedentes en camino, no podemos perder esta oportunidad de actuar con valentía. Un presupuesto "seguro" no es suficiente", escribió Quiñones-Sánchez.