Los votantes de una zona clave de Pensilvania se han visto sometidos a un diluvio de anuncios de campaña antes de la votación del martes, en la que los candidatos gastan miles de millones de dólares para aumentar sus posibilidades a escala nacional.

Junto a las vallas publicitarias en las carreteras, los anuncios en los periódicos y las campañas específicas en Internet, los anuncios en televisión siguen siendo de vital importancia para los esfuerzos de los candidatos por impulsar sus perfiles y atacar a sus rivales.

El último miércoles antes de las elecciones, entre las 20.00 y las 23.00 horas, los telespectadores de la filial de la NBC que presta servicio a Filadelfia y a los principales condados indecisos de los alrededores vieron 22 anuncios políticos.

De ellos, ocho eran explícitamente pro-Harris o anti-Trump, seis eran anti-Harris y pro-Trump, mientras que ocho eran para carreras locales como el Senado y el fiscal general, mostró el análisis de AFP.

Según el sistema del colegio electoral estadounidense, siete estados disputados -y a veces condados individuales dentro de esos estados- tienen una influencia enorme en el resultado global de las elecciones presidenciales.

Los anuncios, que a veces van seguidos y crean el extraño espectáculo de un anuncio de ataque contra Harris tras otro que destaca sus logros, se emitieron a lo largo de tres series ambientadas en Chicago.

Brad Warthen, ex periodista y bloguero de Carolina del Sur, afirma que solo se topa con los anuncios políticos de televisión cuando ve deportes en directo.

"Me encanta el béisbol, pero podría prescindir de los anuncios. Son deprimentes", afirma.

En Estados Unidos, las principales cadenas de televisión, como NBC, ABC, CBS y Fox, cubren todo el país, pero están gestionadas por filiales locales que venden su propio espacio publicitario, lo que permite dirigir las campañas a regiones y grupos demográficos específicos.

El monitor del sector Emarketer estima que al final de las elecciones de 2024 se habrán gastado 12.320 millones de dólares en anuncios políticos, frente a los 9.570 millones de dólares de gasto total en anuncios políticos en 2020.

La televisión abierta es una opción popular para las campañas políticas, ya que dispone de más minutos que los servicios de streaming.

Este año, 7.060 millones de dólares de ese gasto se destinarán a anuncios de televisión, un 7,5% más que en 2020.

"Hace poco empecé a gritarle a la televisión que dejara de poner los mismos anuncios políticos una y otra vez", escribió la escritora Aimee Davis en Internet.

Cuestiones de guerra cultural

Según las previsiones de BIA Advisory Services, los anuncios políticos representarán casi siete céntimos de cada dólar gastado en publicidad local.

"Esta estimación de gasto político representa un aumento significativo del 21,3 por ciento con respecto a las últimas elecciones generales que tuvieron lugar en 2020", dijo BIA en una actualización del mercado.