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 Líderes locales trabajando para diversificar la comunidad tecnológica de la ciudad. Foto: Jensen Toussaint
 Líderes locales trabajando para diversificar la comunidad tecnológica de la ciudad. Foto: Jensen Toussaint

La urgente necesidad de tener una mayor diversidad en el sector tecnología

Filadelfia está llena de recursos que buscan introducir a más mujeres y personas de comunidades minoritarias a este sector.

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El historiador, maestro y activista por los derechos humanos W.E.B. Du Bois afirmaba que “los niños aprenden más de lo que uno es que de lo que uno les enseña”.

Más de 50 años después de su muerte, esas palabras son todavía más ciertas.

Según Recruiting Innovation, un programa de capacitación en línea para reclutadores tecnológicos, cada mes, la industria tecnológica crea alrededor de 9.600 puestos de empleo en la economía estadounidense.

Como una de las industrias de más rápido crecimiento en el país, la diversidad en la misma debería crecer al mismo nivel.

Sin embargo, el Pew Research Center publicó una tabla que muestra que. mientras las mujeres conforman el 53 por ciento de la fuerza laboral y el 50 por ciento en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM por sus siglas en inglés), la tecnológica y la ingeniería son las dos industrias en las que se quedan más atrás.

Y lo que es todavía más alarmante, el de la tecnología es el única de esos campos en el que las mujeres están menos representadas en la actualidad de lo que ello estaban en 1990.

La diversidad racial también puede mejorar enormemente, tal y como evidencia el hecho de que afroamericanos e hispanos tan solo conforman alrededor del dos por ciento de la fuerza laboral tecnológica.

Y como refleja la cita de W.E.B. DuBois, es vital que las jóvenes, y todos los jóvenes de diferentes orígenes vean a más personas de orígenes similares trabajando en la industria tecnológica para creer que ellos también pueden ingresar a ese campo.

Comcast, al rescate
En 2012, Comcast arrancó el programa ERG que hoy en día continúa creciendo en cuanto a su número de miembros y capítulos.

Uno de esos ERG es la Black Employee Network, que tiene el objetivo de atraer y retener al mejor talento afroamericano a todos los niveles, y ofrecer oportunidades de desarrollo profesional para sus miembros.

“Nacimos con la idea de enfocarnos en canalizar la promoción y representación para los tecnólogos afroamericanos aquí en Comcast”, dijo Mumin Ransom de Comcast.

Durante dos años consecutivos, Comcast fue seleccionada como una de las principales organizaciones de diversidad en el país.

Una distinción que muestra el compromiso de Comcast en asegurar que la diversidad exista de arriba hacia abajo, y que empieza con llegar a todas las comunidades.

La creación de oportunidades en Filadelfia
Filadelfia es una ciudad que está llena de empresas de tecnología que atienden a las diferentes comunidades que conforman la población de la ciudad.

Por ejemplo, Philly Tech Sistas es una organización central en ayudar a las mujeres de color a adquirir competencias tecnológicas y profesionales para la industria tecnológica.

“Quería reducir algunas barreras para que más mujeres de color entraran a este campo”, dijo su fundadora, Ashley Turner.  

“Sé que esta ciudad está llena de personas afroamericanas y de color, y quería que tuvieran las mismas oportunidades que yo estaba teniendo”, agregó. “No hay motivo por el cual no podamos estar en estos espacios, obteniendo este conocimiento y abriéndonos camino”.  

Sylvester Mobley tuvo una visión similar cuando empezó Coded By Kids, una organización de educación tecnológica sin fines de lucro que dota a los estudiantes de herramientas para que se conviertan en los líderes tecnológicos del futuro, después de que él mismo dejó un puesto de tecnología.

“No quería que un joven pasara por lo que yo tuve que pasar trabajando en tecnología”, dijo. “Una y otra vez me encontré en equipos de proyectos en los que yo era el único con mi misma apariencia, y realmente por pura frustración, sentí que tenía que haber una mejor manera de asegurar que ningún otro joven sintiera lo que yo sentía y pasara por lo que yo pasé”.

Y Filadelfia es el lugar perfecto para que los recursos disponibles contribuyan a diversificar el campo tecnológico —solo se trata de aprovechar esos recursos, educar a otros sobre los mismos, y actuar—. Empezar esa propuesta desde la niñez puede aportar mucho para alcanzar ese objetivo.

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