Al crecer en lo que ella describe como "un hogar cubano muy tradicional", Raquel Arredondo aprendió lecciones muy valiosas a una edad temprana. 

"El sentimiento general en el hogar era: trabaja duro, mantén la cabeza baja y no hagas nada que vaya a traer desgracia o deshonor a la familia", dijo Arredondo en una entrevista con AL DÍA. 

Siguió esos principios durante toda la escuela primaria, secundaria y preparatoria.

Sin embargo, una vez que entró en la educación superior y en el lugar de trabajo, Arredondo empezó a ver las cosas de forma diferente como mujer de color.

"Me di cuenta de que mucho de lo que me habían enseñado en casa sobre no llamar la atención, en realidad, en el lugar de trabajo, puede hacerte retroceder y limitar algunas oportunidades", dijo.  

Esa constatación la llevó a buscar profesionales de éxito para crear una red de mentores y patrocinadores que tuvieran un impacto. 

"Esa fue una parte importante de mi desarrollo como profesional, específica para el trabajo que hago", dijo Arredondo. 

Se convirtió en un catalizador para que persiguiera sus pasiones y se convirtiera en la fuerte voz que es hoy para los grupos históricamente marginados y poco representados. 

Promover la ED&I en la enseñanza superior

Arredondo se licenció en psicología, antes de pasar a la enseñanza superior como estudiante de posgrado.  

Comenzó su carrera profesional en la educación superior antes de cambiar a la consultoría y los recursos humanos, pero la atracción por volver se hizo fuerte. 

"Todo lo que tiene que ver con la educación superior, la oportunidad de aprender y estar rodeada de esa energía de querer crecer y aprender constantemente, era algo que me atraía", dijo Arredondo. 

Trabajar en el mundo de la empresa le resultó bastante gratificante, pero cuando formó su familia y fue madre, la decisión de volver a la enseñanza superior fue algo obvio. 

Tras un puñado de años en la Universidad de Rutgers, se trasladó a la Universidad de Drexel, donde trabajó durante una década. 

Durante sus últimos años en Drexel, dirigió los esfuerzos de D&I, llegando a copresidir el Grupo de Trabajo contra el Racismo y el Grupo de Acción de Diversidad, Equidad e Inclusión durante su último año en la universidad.

"Aproveché la oportunidad de poner en práctica las cosas que había aprendido a lo largo de los años en mi propio desarrollo profesional", señaló. 

En cada una de sus funciones, Arredondo ha adoptado un enfoque común: buscar a quienes tienen potencial y sólo necesitan una oportunidad.

Una primicia en la historia de la escuela de posgrado de Penn

En julio de 2021, Arredondo fue nombrada Decana Adjunta de Diversidad, Equidad e Inclusión de la Facultad de Educación de la Universidad de Pensilvania. 

Se le encargó que creara un marco para ayudar a evolucionar el trabajo de Diversidad e Inclusión que la universidad había realizado en el pasado, pero también para crear una cantera de talento diverso dentro de la universidad. 

Sus primeros ocho meses en el cargo pueden resumirse en un solo esfuerzo. 

"Los principios de la IAD son más o menos los mismos en cualquier lugar, pero para hacer este trabajo con eficacia y tener un impacto, es necesario entender la cultura", dijo Arredondo. 

A través de las conversaciones, los debates y el diálogo, Arredondo ha convertido su enfoque orientado a las tareas y los proyectos en la creación de confianza y de espacios más inclusivos dentro de la universidad. 

El fomento de la educación y la formación ha resultado bastante beneficioso en varios frentes. Por un lado, está el componente del imperativo empresarial.

"Las organizaciones que realmente adoptan una cultura diversa e inclusiva superan a sus competidores", dijo Arredondo. "Cuando las personas sienten que pueden aportar su auténtico yo al trabajo y sienten seguridad psicológica, entonces pueden contribuir más, se sienten seguras para arriesgarse y ofrecer ideas diferentes y participar en cosas diferentes".

También están los aspectos de humanidad y justicia. 

"Como buen ser humano... podemos encontrar más cosas en común entre nosotros que esas diferencias", añadió Arredondo. 

Arredondo se embarcará pronto en un estudio de clima de toda la escuela que analizará cómo está la universidad en términos de DE&I y las posibles oportunidades de crecimiento. 

"Necesitamos tener estas métricas", señaló. "Al fin y al cabo, no se trata sólo del trabajo cuantitativo, sino del cualitativo. Es cómo se siente la gente al venir a trabajar".

En general, Arredondo espera aportar a su actual función un camino hacia una mayor representación y un entorno más inclusivo tanto para los estudiantes como para el profesorado de toda la universidad.