Mujeres que consiguen méritos gracias al trabajo y la dedicación
El viernes 19 de mayo, 12 inspiradoras mujeres líderes fueron distinguidas como Mujeres de Mérito AL DÍA 2023 por su impacto en sus respectivos sectores.
Nuestra sociedad no podría funcionar sin la contribución crucial de las mujeres.
Las mujeres rompen barreras y abren puertas en diversos campos cada día, por lo que es importante destacar y reconocer su valor.
Es un sentimiento que no se pierde en AL DÍA y que sirve como propósito del Foro anual de Mujeres de Mérito de AL DÍA.
Las 12 galardonadas de este año representan, cada una a su manera, la definición misma de lo que significa ser una Mujer de Mérito.
Emerger con poder
Por ejemplo, Erika Guadalupe Núñez, que se describe a sí misma como "mexicana, organizadora y orgullosa inmigrante".
Originaria de México, creció en Estados Unidos indocumentada y lleva más de una década abogando por la comunidad inmigrante.
Desde marzo de 2020, se ha desempeñado como directora ejecutiva de Juntos, ayudando a la comunidad inmigrante a luchar contra la separación familiar, la deportación y a presionar por mejores políticas locales, como ciudades santuario y escuelas santuario.
"Llevo librando esta lucha desde que estaba en el instituto, manifestándome sin complejos y protestando contra un sistema de inmigración que siempre ha sido injusto", dijo al aceptar el Premio al Líder Emergente.
Su trabajo se guía por el mantra de que sólo el pueblo salva al pueblo, y para Guadalupe Núñez, ser una Mujer de Mérito tiene dos significados distintos.
"Para mí, ser una mujer de mérito significa rechazar los estereotipos de minoría modelo y la idea de un inmigrante bueno o malo, porque ninguno de nosotros es desechable", dijo. "Ser una mujer de mérito significa luchar contra el dominio que el capitalismo ejerce sobre nuestra gente".
Concluyó su discurso de aceptación dedicando su premio a la comunidad de mujeres latinas indocumentadas y a los miembros de Juntos "porque ellos son los que lideran esto", dijo.
Representación latina en el sector empresarial
Las dos Mujeres de Mérito de la categoría corporativa representan al puñado de mujeres que ocupan puestos ejecutivos clave en el ámbito corporativo.
En el caso de Rebecca Acevedo, su área es la banca, donde es vicepresidenta senior y directora de comunicaciones corporativas del WSFS Bank.
El camino hacia el mundo empresarial no es fácil, sobre todo para una puertorriqueña de "The Badlands", el norte de Filadelfia.
Sin embargo, su éxito se debe a su determinación.
"Esto va por todas las niñas a las que tacharon de 'pobres, calladas o del barrio'. Lo sé porque yo fui una de ellas", dijo Acevedo al recoger su premio.
Acevedo es una representación de lo que es un producto del sistema escolar de Filadelfia e hija de padres que no terminaron el instituto, pero que trabajaron increíblemente duro.
"Para todas las chicas morenas y negras a las que se les dice que no puedes o que no lo harás, yo soy la prueba de que puedes y lo harás", concluyó Acevedo.
María García es una de los diez hijos de inmigrantes dominicanos que llegaron a Estados Unidos para crear una vida mejor para sus hijos.
Al pensar en los sacrificios que hicieron sus padres para que sus hijos tuvieran una vida mejor que la suya, García ha querido hacer lo mismo por los suyos.
"Mi visión es transmitirla y compartirla", afirma.
La educación no se quita
Las dos galardonadas en la categoría de educación pueden dar fe del valor de la educación.
Latesha Beasley tiene profundas raíces tanto en el sector educativo como en el de las organizaciones sin ánimo de lucro, ya que procede de una familia de mujeres fuertes.
Como vicepresidenta de operaciones del Girard College, dirige todas las funciones administrativas, operativas, de instalaciones y de recursos humanos.
Al recoger su premio en la categoría de educación, Beasley dio tres consejos.
El primero fue dar las gracias a un educador.
"Todos los presentes en esta sala tienen la oportunidad de dar las gracias a alguien que les ha enseñado", dijo.
El segundo fue apoyar la educación, "ya sea como voluntario en una escuela local o haciendo donaciones", dijo Beasley.
El tercero era mantenerse educado.
"Algo que mi madre siempre me enseñó fue que nadie puede quitarte tu educación", destacó Beasley.
Con más de 15 años de experiencia en educación, Michelle López se compromete a implicar y capacitar a los estudiantes.
"Lo que hacemos en el Institute for Community Engagement and Civic Leadership es trabajar con algunos de los estudiantes y residentes más asombrosos de la ciudad de Filadelfia para que se sientan los líderes que realmente son", dijo al recoger su premio.
López también trabaja con estudiantes que atraviesan dificultades, y como alguien que experimentó sus propias dificultades mientras era estudiante de educación superior, se ha sentido inspirada para trabajar con estudiantes y desempeñar un papel en la creación de un sistema educativo más equitativo en la ciudad.
"Es una verdadera pasión para mí trabajar con los estudiantes y ayudarles a obtener sus títulos y avanzar hacia una vida de éxito", concluyó López.
El espíritu empresarial es una cuestión de comunidad
Las dos galardonadas en la categoría de Mujeres de Mérito por su espíritu empresarial tienen trayectorias muy diferentes. Sin embargo, sus incursiones en el mundo empresarial estuvieron guiadas por un impulso común: su comunidad.
Ana Omana creció en una pequeña ciudad de Venezuela y pronto aprendió el poder de su comunidad.
Al mudarse a Filadelfia, buscó inmediatamente la manera de formar parte de una comunidad.
"Hoy me siento increíblemente agradecida de haber encontrado la comunidad", afirma. "Me rodeo de amigos y personas con ideas afines y trabajamos juntos para mostrar y celebrar nuestra cultura latina".
Puede hacerlo a través de su trabajo voluntario con organizaciones como Gente de Venezuela y Alianza Latina.
Cada día, Omana se esfuerza por mostrar el verdadero significado de la cultura latina.
Sin embargo, cuando piensa en su estatus de Mujer de Mérito, da crédito a sus dos hijos -marido e hijo- por apoyarla e inspirarla.
Como empresaria y miembro de la comunidad, se enorgullece de formar parte de un equipo.
"No podría haber hecho nada de lo que he hecho sin ellos", afirma Omana. "Estoy contenta de que Filadelfia sea nuestro patio de recreo. Siempre queremos estar aquí y mostrar la cultura latina como debe ser porque venimos aquí a trabajar, a triunfar y a intentarlo."
¡Cuando Gabriela Watson Burkett realiza su trabajo como cineasta, productora y periodista multimedia para Presente! Media, a menudo lo hace desde la perspectiva de la justicia social.
Durante su discurso de aceptación, se tomó el tiempo para recordar a su abuela, que falleció hace dos años a los 94, después de dirigir una fábrica textil durante más de 40 años.
"Ella es la mayor imagen del liderazgo", dijo Watson Burkett de su abuela durante su discurso.
Para Watson Burkett, su voz como mujer negra e inmigrante ha sido a menudo silenciada.
Sin embargo, se da cuenta de lo afortunada que es por llamarse empresaria hoy en día, donde puede apoyar a personas diversas y marginadas de su comunidad para que cuenten sus historias.
"Historias que demuestran que no somos anónimos", subraya, y añade que no se puede exagerar el valor que los inmigrantes diversos aportan a Estados Unidos.
Para ella, construir el sueño americano es un trabajo de equipo.
"Se necesita un pueblo para construir un equipo", concluyó Watson Burkett.
Crear un cambio positivo
El sector sin ánimo de lucro es crucial para mejorar nuestra sociedad colectiva.
A eso se ha dedicado Leslie Patterson-Tyler.
"He dedicado toda mi vida a mejorar la vida de los demás y a iluminarlos", dijo al recoger el premio.
Mientras se reconoce su impacto, se tomó el tiempo de dedicar su premio a las mujeres con las que trabaja cada día en la Orquesta de Filadelfia y en el Kimmel Center, Inc.
"Son inteligentes, creativas y lo hacen todo con estilo y gracia", dijo Tyler-Patterson. "Hoy me subo a sus hombros".
Rosalind Pichardo es una activista, educadora y superviviente cuyo trabajo gira en torno a exigir cambios y apoyar a otros supervivientes a través de su organización sin ánimo de lucro, Operation Save Our City.
"Este es un movimiento que empecé con sangre, sudor y lágrimas, e incluso con mi propia vida", dijo Pichardo. "Lo hago con todo lo que tengo con la esperanza de que la gente tome nota y siga parte del trabajo que he estado haciendo en todo el país".
Su trabajo trata de abordar tanto la violencia armada como la epidemia de drogas que asola la ciudad.
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Pichardo trabaja para calmar los corazones de quienes se han visto afectados por esos y otros varios retos a los que se enfrenta la ciudad, y la nación.
"Creo que todo el mundo tiene un papel que desempeñar en este país en lo que respecta a la violencia armada", señaló.
Como testigo de la muerte de familiares cercanos a causa de la violencia armada y el suicidio, Pichardo es consciente de que su realidad puede ser compartida por muchos otros.
Concluyó su discurso guardando un minuto de silencio por las víctimas.
La comunicación es la clave
El servicio público consiste en servir y defender a los demás.
Johanny Cepeda-Freytiz se ha esforzado por hacerlo a lo largo de toda su carrera.
Sin embargo, antes de convertirse en Representante del Estado en Reading -y antes en Presidenta del Consejo- se puede decir que odiaba la política.
"Sin embargo, cuando me mudé a la ciudad de Reading, me di cuenta de la importancia que la política juega en nuestra vida cotidiana", dijo Cepeda-Freytiz durante su discurso de aceptación.
En una ciudad como Reading, con un 70% de población latina, la falta de representación latina le resultaba alarmante, así que decidió dar un paso al frente.
"Pensé que para cambiar las cosas tendría que meterme en política. Voy a tener que ser ese cambio que busco, y voy a tener que asegurarme de que la gente me apoya, de que puedo empoderar a la gente, y también ser empoderada por la gente", dijo Cepeda-Freytiz.
Esa mentalidad es la que la ha llevado a convertirse en la primera representante estatal latina de Reading y la única demócrata que representa a su distrito.
Joy Huertas, Adjunta Superior de Comunicaciones del Ayuntamiento de Filadelfia, se enorgullece de utilizar la honestidad y la transparencia para proporcionar información crítica a los habitantes de Filadelfia.
"Ayudo a los departamentos a llegar a quienes no tienen internet, a quienes quizá no hablen inglés, a quienes quizá necesiten acceder a información crítica como la forma de pagar sus facturas del agua", afirma.
"Yo, de hecho, traigo esperanza en tiempos de desesperación cuando hay una crisis o una emergencia", añadió Huertas. "Mantengo a los medios al día para que sepan que tienen un gobierno que trabaja para ellos".
Huertas entiende que ser servidor público no consiste en palabras, sino en trabajar incansablemente por la gente.
Como la primera y más joven latina en ser nombrada adjunta principal de comunicaciones de la ciudad de Filadelfia, no se pierde que le tomó a la ciudad 99 administraciones para tener esta distinción.
"La representación importa y la necesitamos a todos los niveles: en el gobierno, en la tecnología, en la educación y en las ciencias", afirmó Huertas.
Concluyó su discurso destacando la importancia de no subestimar nunca el poder de hacerse ver.
Una vida de méritos
Al mirar alrededor de la sala, Sara Manzano-Díaz se emocionó al ver a tantas otras mujeres y latinas.
Tras décadas de carrera en las que a menudo era la única mujer o mujer latina, ver una sala llena de otras latinas y mujeres de color demuestra lo lejos que hemos llegado.
"Crecer en una situación en la que eras la única mujer o latina, o persona de color, me llega al corazón veros a todas", dijo Manzano-Díaz al recoger su Premio a la Trayectoria.
Crecer en los suburbios de Harlem con padres puertorriqueños que vinieron al continente a buscar una vida mejor para sus hijos no estuvo exento de dificultades.
Sus padres no tuvieron la oportunidad de obtener una educación superior, por lo que no sabían leer ni escribir.
Sin embargo, su apoyo fue primordial mientras Manzano-Díaz seguía adelante con su sueño de convertirse en abogada.
"Nadie creía que pudiera hacerlo", reflexiona. "Pero, ¿saben qué? Yo creí en mí misma, mis padres creyeron en mí, y me convertí en la primera de mi familia en obtener un título universitario y sigo siendo la única abogada de mi familia. Así que el duro trabajo de mis padres mereció la pena".
Con su carrera tanto a nivel estatal como federal -incluido el trabajo para dos presidentes de Estados Unidos-, Manzano-Díaz ha desarrollado una fuerte observación.
"Merece la pena prestar un servicio en la vida, y puedes marcar la diferencia estés donde estés", afirmó.
Ya sea en su trabajo como Fiscal General Adjunta Ejecutiva para la Protección Pública de Pensilvania; representando a 72 millones de mujeres trabajadoras Directora de la Oficina de la Mujer en el Departamento de Trabajo de EE.UU., o en su papel actual como Comisionada de la Junta del Juego de Pensilvania, que mueve 5.000 millones de dólares al año, su impacto se ha dejado sentir.
Como consejo, Manzano-Díaz anima a las demás mujeres de la sala a no tener miedo a asumir riesgos y a no permitir que el miedo sea un obstáculo.
Para ella, ha sido algo más que abrir la puerta. Siempre quiere asegurarse de que la puerta siga abierta.
"La razón por la que luchamos es por las generaciones que vienen detrás de nosotros", afirmó.
Manzano-Díaz cerró su discurso de aceptación dedicando su premio a la celestial fallecida, Elizabeth Guaracao, "por ser un modelo tan increíble y una líder en nuestra comunidad".
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