¿Qué hace y define a un líder?

La respuesta a esta pregunta puede variar de una persona a otra. Sin embargo, es una pregunta que ha sido la base de todo lo que Adria Córdova ha hecho a lo largo de su carrera profesional.

Como ha vivido toda su vida en Nuevo México, cuando llegó el momento de elegir una universidad, Córdova eligió la Universidad de Nuevo México en Albuquerque. Allí se especializó en liderazgo organizativo en la Anderson School of Management de la UNM.

Reconoce que el programa le proporcionó una buena base para desenvolverse en las distintas dinámicas de las organizaciones. 

"He trabajado en diferentes organizaciones y creo que tener esa formación en liderazgo organizativo me preparó y me hizo más consciente de las diferentes situaciones que se producen", dijo Córdova durante una entrevista con AL DÍA. 

Más allá de eso, también le permitió obtener una perspectiva más analítica de diversas situaciones, lo que ha ayudado a guiar su enfoque a medida que ha entrado en diferentes etapas de su vida y su carrera. 

"Eso es lo que el programa hizo por mí", dice Córdova. "Creo que me ha convertido en una líder más completa".

El poder de ALPFA

Si bien sus cuatro años como estudiante universitaria fueron muy influyentes para Córdova a la hora de desarrollar sus habilidades de liderazgo, también lo fue descubrir ALPFA.

Se trata de la organización de servicio a los latinos más antigua de Estados Unidos y se centra en el desarrollo de la próxima generación de líderes latinos. 

La organización desempeñaría un papel fundamental en el resto de la vida universitaria de Córdova, y ha continuado hasta bien entrada su carrera profesional.

"ALPFA me dio una perspectiva exterior que nunca había tenido", dice Córdova. "Crecí en una ciudad pequeña, no estaba expuesta a empresas corporativas, no estaba expuesta a muchos líderes profesionales -y mucho menos a líderes latinos- y lo que ALPFA hizo por mí fue darme una idea y una visión de lo que hay ahí fuera".

Destacó que las experiencias que tuvo con ALPFA irían de la mano con sus clases en la universidad. 

"Cuando me reunía con otras secciones, profesionales y otras personas, me llevaba todo eso a mi programa y viceversa", dijo. 

A lo largo de su carrera, Córdova ha pasado por diferentes etapas, pero ALPFA ha sido una constante.

Una década después de descubrir ALPFA, fue nombrada Presidenta de la sección de Filadelfia de la organización. 

Un posible regreso a Anderson

Tras obtener su licenciatura, Córdova empezó a trabajar en el área de adquisiciones financieras de los Laboratorios de Investigación de las Fuerzas Aéreas, dependientes del Departamento de Defensa de Estados Unidos. 

En aquel momento, Córdova no sabía exactamente qué quería hacer con su carrera. Sin embargo, estaba segura de que quería hacer un máster. 

Aproximadamente un año después de licenciarse, Córdova empezó los estudios de posgrado.

"Por suerte para mí, el programa en el que trabajaba en los Laboratorios de Investigación de la Fuerza Aérea cubrió un porcentaje de mis estudios de maestría", dijo. 

Córdova regresó a la UNM y a Anderson para cursar un MBA en gestión financiera. 

Como ya trabajaba en finanzas en aquel momento, tuvo tacto a la hora de elegir su especialización. 

"Elegí las finanzas porque siempre están en la base de toda empresa", subraya. 

Su mentalidad era que había adquirido las habilidades interpersonales de liderazgo durante sus estudios universitarios, y ésta era una oportunidad para añadir a su repertorio una habilidad interpersonal en el ámbito financiero. 

"Cuando juntara ambas cosas, me sentiría más preparada para seguir adelante y hacer lo que quisiera", dijo. 

Córdova calificó el tiempo que pasó trabajando en los Laboratorios de Investigación mientras cursaba su MBA como "una parte muy formativa de mi carrera y de mi trayectoria educativa en general".

Ramificación

Una vez que obtuvo su MBA en 2013, Córdova sintió que el siguiente capítulo de su vida tendría que involucrar su mudanza fuera de Nuevo México.

"Sentí que había más oportunidades, quería explorar, quería aprender lo que era vivir por mi cuenta y trabajar en una gran empresa", dijo. 

El siguiente paso de Córdova fue encontrar una empresa que se lo permitiera. 

Cuando era estudiante de posgrado, General Mills acudió a la UNM en busca de estudiantes. Al enterarse de las oportunidades potenciales, Córdova sintió que era el lugar perfecto para ella. 

"No me importaba lo que me costara, quería trabajar allí", dijo. "Sabía que merecía trabajar allí e iba a demostrarles que era una buena candidata".

Y así lo hizo: tras varias rondas de entrevistas, consiguió un puesto como asociada de gestión empresarial. Sin embargo, el puesto estaba en Minneapolis, Minnesota.

Por lo tanto, aunque estaba emocionada por empezar este nuevo capítulo, la situación era un poco agridulce.

"Acababa de conseguir el trabajo de mis sueños, era exactamente lo que quería... pero, por otro lado, eso significaba dejar a mi familia, mudarme lejos de casa, y pensar en lo desconocido me daba mucho miedo", reflexiona Córdova. 

Estaba sola, en una ciudad nueva, sin familia, amigos, mentores ni una red de personas que la ayudaran. Tuvo que arreglárselas sola.

Aunque fue un reto, para Córdova fue fundamental tener esa experiencia. 

Un año después, en 2015, consiguió un nuevo puesto en General Mills y se trasladó a Filadelfia. 

Fue a su llegada a Filadelfia que se volvió a conectar con ALPFA.

"Como no tenía un mentor, ALPFA se convirtió en mi mentor", dijo Córdova. "Fue la organización que me sirvió de refugio, de red de seguridad".

A través de ALPFA, conoció a otras personas que estaban o habían estado en situaciones similares.

Gracias a ello, Córdova tuvo un poco de ventaja a la hora de moverse por Filadelfia, en comparación con Minneapolis. 

"Ese es el poder de las relaciones", dice. "Muchas veces, muchos de nosotros que venimos de comunidades minoritarias no sabemos necesariamente cómo construir esas relaciones, y afortunadamente ese es el propósito de ALPFA". 

Mientras se establecía en su nueva ciudad de Filadelfia, Córdova continuó construyendo su carrera y reputación tanto con General Mills como con ALPFA Filadelfia. 

Una pandemia y un giro profesional

En julio de 2019, Córdova fue nombrada presidenta de ALPFA Filadelfia después de ejercer tres años como vicepresidenta. 

Simultáneamente, trabajaba como gerente de cuentas de clientes para General Mills, desarrollando sus habilidades de liderazgo en ambos frentes. 

Como a muchos, a Córdova le afectó mucho la pandemia.

"Todo mi trabajo en ventas dio un vuelco", dijo sobre el inicio de la pandemia. 

Esto fue especialmente cierto desde la perspectiva de la cadena de suministro. 

A pesar de lo difícil que fue, Córdova atribuye a la pandemia el mérito de haberla convertido en una líder más ágil.

"Hay que pensar con rapidez y reaccionar con rapidez ante cualquier situación", afirmó.

Esto también es cierto en su papel de presidenta de ALPFA Filadelfia. Recién terminada su planificación anual para 2020, la pandemia obligó a cambiar a la programación virtual.

Aunque el cambio a lo virtual supuso un cambio en la planificación, Córdova destacó que la salud y la seguridad de sus miembros estaban por encima de cualquier otra cosa.

"Garantizar que mi equipo estuviera seguro, que todos estuviéramos en buen estado para poder continuar el trabajo que estábamos haciendo, todos sentimos que ese era el momento en que realmente necesitábamos dar un paso adelante y apoyar a nuestra comunidad y eso es exactamente lo que hicimos".

La naturaleza virtual de los eventos permitió al equipo de ALPFA Filadelfia diseñar series, programas y recursos adicionales que fueran más relevantes para la comunidad latina y otras comunidades diversas.

"Todo tiene un lado positivo, y creo que todos crecimos y aprendimos mucho durante ese periodo", afirmó Córdova.

"Pasar por esa experiencia todos juntos, desde un punto de vista profesional y personal, realmente nos formó como líderes, como organización y como comunidad", continuó.

La pandemia también brindó a Córdova la oportunidad de volver más cerca de casa y de su familia. 

Cuando llegó 2022, Córdova había tenido tiempo para reflexionar y plantearse un posible cambio de carrera.

Tras haber trabajado en ventas y marketing durante casi una década, Córdova llegó a un punto en su carrera en el que se sentía preparada para afrontar un nuevo reto.

Sin embargo, un cambio de carrera tendría que tener un significado detrás, que le permitiera utilizar la experiencia adquirida en la industria de bienes de consumo al tiempo que aprendía algo nuevo. 

"Quería encontrar un puesto en el que pudiera aprovechar mi experiencia previa, pero también tener la oportunidad de seguir aprendiendo y desafiándome a mí misma cada día", dice Córdova.

Finalmente, encontró eso en el espacio tecnológico en su nuevo y actual puesto como ingeniera de soluciones senior en Salesforce como parte de su vertical de bienes de consumo.

"Era la intersección perfecta entre lo que estaba haciendo y lo que quería hacer en el futuro", dijo Córdova.

Es capaz de permanecer en el sector en el que adquirió su experiencia, al tiempo que añade la tecnología como una capa más de esa búsqueda. 

"Me siento muy afortunada y bendecida por haber pasado por todas las experiencias que he vivido, porque me han llevado a donde estoy ahora".

Un Salón de la Fama 

La Anderson School of Management de la UNM cuenta con un Salón de la Fama, en el que cada año se nombra a antiguos alumnos que han alcanzado el éxito profesional, han realizado contribuciones significativas a su comunidad y sirven como modelos a seguir.

Se rinde homenaje a los miembros del Salón de la Fama en torno a cuatro temas principales: Liderazgo a lo largo de la vida, Jóvenes Alumnos, Progreso Sostenible e Inclusivo e Innovación Regional. 

En octubre de 2022, Córdova fue distinguida como miembro del 34º Anderson Hall of Fame en calidad de joven alumni, que reconoce a "graduados menores de 40 años que están teniendo un impacto en sus comunidades y están haciendo grandes progresos en sus carreras profesionales".

En una palabra, la reacción de Córdova al conocer el reconocimiento fue de "sorpresa".

"Me quedé en estado de shock", declaró. 

Al obtener este reconocimiento, Córdova no puede sino dar crédito a su tiempo como estudiante de Anderson por servir como punto de partida de su viaje de liderazgo. 

"Ha sido una experiencia increíble. Dediqué gran parte de mi tiempo a Anderson como estudiante", señaló. "Realmente dio forma a mi carrera y me dio una base para poder tener la carrera que estoy teniendo, y estoy eternamente agradecida por ello". 

"Ser reconocida por la universidad en la que construí mis cimientos es simplemente un honor muy humilde", continuó Córdova.  

En 2021, se convirtió en miembro del consejo asesor de marketing de Anderson. 

Mientras reflexiona sobre su propio viaje hasta este punto, tiene un mensaje para la próxima generación de estudiantes de Anderson y profesionales latinos.

"No tengan miedo de tomar riesgos y nunca duden de sí mismos", dijo Córdova.

Aunque entiende que muchos latinos se enfrentan al síndrome del impostor o pueden ser el único latino en la sala, aconseja a los demás que no permitan que sea una barrera. 

"He visto a personas perder oportunidades por miedo, por dudas sobre sí mismas, [y] no por su potencial, y es muy desgarrador", añadió. 

Espera que ese no sea el caso de tantos jóvenes latinos que buscan construir sus carreras universitarias, y subsecuentes perfiles profesionales. 

"Prepárense y tengan un plan, pero nunca se repriman por miedo, porque el miedo limita nuestras oportunidades y la posibilidad de lo que podría ser".