Esta innovadora abogada latina está rompiendo barreras en la industria legal con compromiso y dedicación
Juan E. Zúñiga ha sido nombrado recientemente socio director de Rimon Law, convirtiéndose en uno de los primeros líderes latinos de un gran bufete de abogados.
Rimon Law es uno de los principales bufetes de abogados de la nueva era, que utiliza una innovadora plataforma tecnológica que pretende trastocar el modelo jurídico de 500 años de antigüedad.
Para ello, permite a los empleados tener autonomía en cuanto a horarios de trabajo, ubicación y, lo que es más importante, cultura, involucrando eficazmente a sus cerca de 200 empleados en 46 oficinas de cinco continentes diferentes.
En octubre de 2022, Rimon Law realizó una contratación histórica, nombrando a Juan E. Zúñiga socio director tras 9 años en el bufete.
En su nuevo cargo, Zúñiga se encargará de supervisar la próxima etapa de desarrollo de la oficina de San Diego, convirtiéndose en uno de los primeros abogados latinos en dirigir un gran bufete internacional o estadounidense.
En el momento del anuncio, Zúñiga dijo a AL DÍA que éste no era un papel que hubiera podido predecir para sí mismo.
"Nunca pensé que ocuparía un puesto directivo", dijo. "Pensé que siempre estaría ejerciendo la abogacía y representando a nuestros clientes en sus transacciones comerciales".
A pesar de no prever este nuevo papel directivo, Zúñiga se ha preparado para ello y ha mostrado un tremendo impacto positivo a lo largo de sus más de 30 años en la profesión jurídica.
Cada esfuerzo a lo largo de su carrera ha sido un trampolín hacia el puesto que ahora ocupa.
Una astilla del viejo tronco
Zúñiga creció en el barrio de Echo Park, en Los Ángeles, y es hijo de inmigrantes mexicanos.
Su padre era propietario de un pequeño negocio, una empresa de contabilidad que ayudaba a sus clientes con la contabilidad y la declaración de la renta. Sin embargo, su ayuda y su impacto no se detuvieron ahí.
Zúñiga describe a su padre como "un poco pionero en averiguar cómo ayudar a la gente con todo tipo de problemas diferentes que tienen".
En la década de 1980, cuando muchos inmigrantes emigraban a la zona, el padre de Zúñiga empezó a ver una afluencia de clientes que necesitaban ayuda para completar su papeleo de inmigración.
Durante una temporada en particular, Zúñiga trabajó con su padre ayudando a los clientes con cualquier servicio que necesitaran.
"Y me di cuenta de que aquí estaba mi padre, que no tenía ninguna formación formal, pero que era un tipo inteligente y dispuesto a trabajar duro, teniendo un impacto transformador en la vida de otras personas en la comunidad latina de Los Ángeles en la década de 1980", dijo Zúñiga.
Esa experiencia, y la posterior toma de conciencia, fueron cruciales para Zúñiga y le ayudaron a decidir su propia trayectoria profesional.
No pasó desapercibida para él la forma en que su padre fue capaz de transformar las vidas de otros inmigrantes, ayudándoles a desarrollar una nueva fuente de orgullo mientras navegaban por un nuevo país.
Su mentalidad era: "Si eres inteligente y puedes resolver las cosas, puedes influir en la vida de otras personas".
Esa mentalidad es la que inspiró a Zúñiga a solicitar el ingreso en la facultad de Derecho, asistir finalmente a la Facultad de Derecho de Harvard y comenzar a ejercer la abogacía.
"Me propuse dedicarme al servicio y al bien", afirma.
Desarrollar un nicho de mercado
Tras licenciarse en Derecho, Zúñiga comenzó su carrera profesional como abogado asociado en un bufete de Los Ángeles.
Allí trabajó en litigios y derecho concursal. A medida que avanzaba su carrera, trabajó principalmente en grandes bufetes de abogados y en bufetes internacionales.
Con el tiempo, desarrolló su habilidad legal como abogado de transacciones internacionales, trabajando en negocios transfronterizos en los Estados Unidos y México, así como en otros países de América Latina y el mundo.
Se ha enfocado en la compra y venta de bienes raíces, fusiones y adquisiciones, acuerdos de distribución en el extranjero, empresas conjuntas internacionales, comercio exterior y otros.
Aunque Zúñiga tiene una conexión profesional con estas transacciones legales, su trabajo también ha tenido un impacto personal en él.
"Tengo la oportunidad de vivir mi herencia todos los días", afirma. "Haber nacido en Estados Unidos de padres mexicanos y poder ser un puente eficaz entre dos países es fantástico. Estoy viviendo el sueño en ese sentido".
Aunque de niño visitaba México con frecuencia, Zúñiga llegó a ver más tarde un gran contraste entre los dos países fronterizos.
Al convertirse en abogado, tuvo que aprender que hay una forma diferente de comunicarse y presentarse, especialmente en lo que se refiere a las transacciones comerciales.
Estas interacciones le han ayudado a ser mejor profesional, pero también a entender mejor la dinámica de la cultura empresarial y los valores entre Estados Unidos y México.
En los últimos años, Zúñiga ha desarrollado un punto de vista muy oportunista sobre hacia dónde se dirige México.
"La gente es mucho más emprendedora, creativa y previsora", afirma. "En realidad es un momento muy emocionante para mí personalmente poder vivir esta transición en particular y ver cómo afecta a mis clientes y luego me impacta a mí en mi práctica de la abogacía".
La innovación en el espíritu empresarial
Después de trabajar en la abogacía tradicional durante más de una década, Zúñiga quería tener la oportunidad de hacer algo diferente y ganar más independencia.
En sus palabras, quería "establecer el curso de mi carrera, y los clientes que quiero representar y los tipos de asuntos que quería manejar como abogado".
Previsor en cuanto a las oportunidades disponibles en el espacio jurídico transfronterizo entre EE.UU. y México, Zúñiga estableció su propio bufete de abogados boutique, lanzando Cross Border Law Group en 2007.
"Una de las cosas que quería hacer era distinguirme", dijo Zúñiga sobre por qué estableció inicialmente su propio bufete. "No quería ser otro John and Jane Doe and Associates, o Law Offices of Sammy Smith. Quería un concepto, quería una marca".
Mientras dirigía Cross Border Law Group, Zúñiga se propuso "sentarse con fluidez en dos países diferentes" y ofrecer orientación y asesoramiento a clientes que buscaban entrar en un nuevo mercado y necesitaban consejo y sabiduría.
En muchos sentidos, lo consiguió.
La fusión da lugar a una contratación histórica
En 2013, Zúñiga se incorporó a Rimon Law mediante la fusión de Cross Border Law Group con el bufete.
Desde su incorporación a Rimon Law, Zúñiga ha aportado con éxito sus décadas de experiencia en el sector inmobiliario y jurídico transfronterizo a la innovadora firma internacional.
La pandemia supuso un momento crucial para que la innovación abriera camino.
Mientras muchas pequeñas empresas estaban en vilo, preguntándose cómo podrían sobrevivir a la incertidumbre que rodeaba a la pandemia, los abogados de Rimon Law se mantuvieron ocupados aprovechando su experiencia para ayudar a las pequeñas empresas en tiempos de crisis.
El bufete se puso en contacto con una clínica de servicios jurídicos pro bono que alberga una unidad de microempresas y emprendedores. A partir de ahí, los abogados de Rimon prestaron servicios pro bono a distancia a clientes de pequeñas empresas.
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"Acabamos prestando probablemente un par de cientos de horas de servicios jurídicos pro bono gratuitos a empresarios y pequeñas empresas", dijo Zúñiga.
Aunque admite que la pandemia ha creado problemas y retos para el bufete y sus clientes, también ha creado oportunidades para resolver esos mismos problemas.
Ahora, en su actual puesto directivo, Zúñiga señala que tres rasgos clave que le han guiado por el camino son ser bueno en lo que hace, su capacidad para trabajar bien con los demás y su tendencia a generar confianza.
Su objetivo es crear un crecimiento estratégico y reflexivo en toda la empresa para ayudar a Rimon Law a convertirse en un verdadero líder del mercado no sólo en los EE.UU., sino a nivel mundial.
"Como socio director de un bufete internacional, busco esas oportunidades", dijo. "Quiero encontrar esos países en los que [puedo ayudar] a construir su perfil en el escenario mundial".
"Quiero que nuestro bufete sea puntero y esté en lugares hacia los que otros no miran", prosiguió.
Además, el nuevo cargo de socio director brinda a Zúñiga la oportunidad de ayudar a los socios del bufete a desarrollar, crear y hacer crecer su práctica.
Abogar por una mayor diversidad en la abogacía
A pesar de su éxito sostenido en la profesión jurídica, Zúñiga no ha sido inmune a las microagresiones.
"Para ser sincero, la gente me mira de forma diferente por mi nombre", dice. "Y luego, más tarde, me sonsacarán que fui a Harvard y, de repente, su actitud hacia mí cambia".
"Existe esta noción básica de que si vienes de una comunidad minoritaria, la gente inconscientemente te va a mirar de forma diferente, se va a dirigir a ti de forma diferente, va a tener suposiciones diferentes sobre ti, y entonces revelas algo sobre ti y, de repente, se abre una puerta", continuó. "Pero es una pena que la puerta nunca estuviera abierta desde el principio".
Dada esta dinámica, defender la diversidad, la equidad y la inclusión ha sido una de sus misiones personales.
Durante los disturbios sociales que siguieron al asesinato de George Floyd, Zúñiga se aseguró de expresar su apoyo a los socios afroamericanos del bufete y a la comunidad en general.
Yendo un paso más allá, ayudó a poner en marcha un nuevo programa de prácticas para estudiantes de Derecho de primer año.
"Sabiendo que la comunidad afroamericana está desproporcionadamente infrarrepresentada entre los abogados y, además, infrarrepresentada en las facultades de Derecho de élite, queríamos encontrar a alguien y decirle: 'oye, únete a nosotros, te daremos algunas herramientas y habilidades que te permitirán poner algo en tu currículum y podrás seguir a partir de ahí'", dijo Zúñiga.
Lo mismo puede decirse de la comunidad latina y de otras comunidades de color. Se necesita más representación en la profesión.
"La diversidad y la inclusión son fundamentales para el sector jurídico porque uno de los atributos más importantes que se puede tener como abogado es el pensamiento claro y creativo, y la diversidad de orígenes aporta más perspectiva a la mesa para crear las circunstancias en las que se puede conseguir un pensamiento más celar y creativo", añadió.
Consejos: Compromiso y determinación
Dada su experiencia en la profesión, Zúñiga puede afirmar que la abogacía es una profesión exigente.
"Es una profesión que te exige asumir los problemas de otras personas e intentar encontrarles soluciones", explica. "Tienes que hacer por otra persona lo que ella no puede hacer por sí misma".
Ése es el primer consejo que daría a quienes se estén planteando seguir la carrera de Derecho.
A quienes, como él, proceden de entornos diversos, les aconseja que estén preparados para posibles casos de parcialidad y prejuicios subconscientes. Sin embargo, su consejo es encontrar la manera de convertirlos en una ventaja.
"Si alguien te va a subestimar, lo que puedes hacer es salir ganando, porque lo que estás haciendo es aprovechar esa oportunidad psicológica para conseguir más para ti y para tu cliente al final del día", dice Zúñiga.
Por último, Zúñiga cree firmemente que es crucial devolver.
"Hay algo en eso que hace que este trabajo, que la profesión sea enriquecedora", dijo.
"Un abogado tiene una capacidad especial para cambiar vidas, más que muchas otras profesiones".
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