Concentrada en algunos países africanos hasta este año, la viruela del mono es una enfermedad que se presenta como una erupción cerca de los genitales, y en otras partes del cuerpo - incluyendo la cara, el pecho, los pies y las manos. También se presentan otros síntomas, similares a los de la gripe, que duran entre dos semanas y un mes. Los más comunes son fiebre, escalofríos e inflamación de los ganglios linfáticos. 

Se transmite por contacto de piel a piel o por tocar objetos contaminados y, por el momento, ya se han identificado más de 9.000 casos en Estados Unidos, según los CDC. Aunque rara vez es mortal, el gobierno de Biden declaró la enfermedad como emergencia de salud pública la semana pasada. 

Aunque no es tan transmisible e infecciosa como el virus COVID-19, la viruela del mono exigirá que las instituciones estén preparadas para posibles casos en otoño. Higher Ed Dive escuchó a expertos en salud sobre lo que debe hacerse para prevenir su propagación. Teniendo en cuenta que los estudiantes universitarios suelen estar en estrecho contacto entre sí, el Dr. Amesh Adalja, investigador principal del Centro de Seguridad Sanitaria de la Universidad Johns Hopkins, advirtió de la posibilidad de que aumenten los casos. 

El periodo de aislamiento para la viruela del mono debe ser de entre cinco y diez días, y teniendo en cuenta que las universidades se han enfrentado al COVID-19 durante los últimos años, deberían disponer de alojamientos adecuados para los estudiantes infectados, dijo Adalja.  

Para la Dra. Sarah Van Orman -directora de salud de la University of Southern California Student Health y ex presidenta de la American College Health Association- la medida más importante que deben tomar las universidades ahora es informar adecuadamente sobre la enfermedad. Es importante mostrar la diferencia entre COVID-19 y la viruela del mono, añadió.  

Estudios recientes han demostrado que la viruela del mono circula principalmente entre hombres homosexuales y bisexuales, y que se ha propagado a través de la actividad sexual. Sin embargo, es importante que las instituciones educativas específicas destaquen que la viruela del mono no es una infección de transmisión sexual, ni se limita exclusivamente a los hombres homosexuales o queer, dijo Van Orman. 

Compartir información a través del sitio web oficial de la institución y de las redes sociales, así como enviar mensajes al alumnado sobre la enfermedad, son excelentes formas de difundir un mensaje institucional. Además, el obvio estímulo para que los estudiantes y empleados se hagan la prueba puede ayudar a prevenir la propagación. 

En lo que respecta a la vacunación, los campus no podrán servir de lugares de vacunación como lo hicieron para la COVID-19. La Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. sólo ha aprobado el uso de dos vacunas, y son limitadas. Jynneos es la vacuna más nueva y común, una inyección en el brazo; la otra, ACAM2000, es más antigua, y no es segura para quienes tienen algunas condiciones específicas. Lo que las universidades pueden hacer para ayudar en este caso es poner a los estudiantes en contacto con las agencias de salud proveedoras de la vacuna, dijo Van Orman.  

Para saber más sobre las medidas y lo que dicen las universidades sobre el tema, pulse aquí.