Aunque es de conocimiento común que el promedio de calificaciones de un estudiante es un factor determinante en el proceso de solicitud de ingreso a la universidad, a menudo olvidan que las oficinas de admisión no solo miran el número. 

Un informe de la National Association for College Admission Counseling de 2019 señala que la nota global que tienen los estudiantes en todas las clases es el primer factor que se tiene en cuenta durante el proceso de selección. Sin embargo, aspectos como las calificaciones en los cursos de preparación para la universidad, la solidez del currículo de la escuela secundaria del solicitante, las puntuaciones de los exámenes de admisión (ACT, SAT) y el ensayo o muestra de escritura presentados; son tan importantes para compilar el perfil del estudiante para la oficina de admisiones.   

Una indicación de trabajo sostenido a largo plazo, un GPA alto puede determinar no sólo si los estudiantes entrarán en las escuelas de sus sueños, sino también si pueden calificar para las becas. Según U.S. News, los expertos dicen que los estudiantes deberían aprovechar las clases más exigentes en el instituto en lugar de temer que una mala nota afecte a su proceso de solicitud de admisión a la universidad. Aunque es más importante que otras métricas, el contexto de un GPA también importa.   

Los estudiantes de secundaria a veces dudan en inscribirse en clases más rigurosas, como los cursos AP y de doble inscripción. Sin embargo, los consejeros dicen que esas experiencias les ayudarán a prepararse para la universidad, especialmente al mostrar que el estudiante no se conforma con las clases más fáciles. También se fomentan los cursos relacionados con la especialidad que el estudiante quiere seguir en la universidad.

Los expertos afirman que las oficinas de admisión se fijan en el rigor de los cursos que los estudiantes tomaron en la escuela secundaria, así como en la reputación de la institución donde el estudiante completó la escuela secundaria. De este modo, se prioriza el rigor y el esfuerzo sobre las notas. En las escuelas con una escala de GPA ponderada, por ejemplo, tener éxito en los cursos AP puede añadirse a su solicitud. 

"Creo que una universidad tendría más fe en un estudiante con un programa riguroso y excelentes notas y resultados de exámenes inferiores", dijo Christian Lanser, un consejero de admisiones de IvyWise, una empresa de consultoría educativa. "Tendrían más confianza en ese estudiante que en uno de un programa promedio y, digamos, un promedio de B+ y pruebas realmente buenas".

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