El descenso de matriculaciones y el déficit financiero han provocado recortes en la Universidad Cabrini, en Pensilvania. A principios de 2021, se suprimieron 46 puestos y, en una ronda más reciente, también entraron en la lista altos cargos de la administración, como el rector, el rector adjunto y tres decanos de Cabrini. 

Teniendo en cuenta que Cabrini es una institución privada, la caída de las matriculaciones ha afectado intensamente a sus perspectivas financieras. En 2016, la matrícula rondaba los 2.300 estudiantes, mientras que ahora es de aproximadamente 1.500. La universidad tiene actualmente un déficit de entre 5 y 6 millones de dólares con un presupuesto de 45 millones, según Inside Higher Ed.

Los cambios no se detienen en los recortes. La universidad también reducirá de 18 cátedras a ocho y, en un gran cambio estructural, la Facultad de Educación se trasladará a la Facultad de Artes y Ciencias, con lo que Cabrini pasará de tres a dos facultades. 

En cuanto a las razones, la presidenta interina de Cabrini, Helena Drinan, mencionó a Inside Higher Ed las estrategias infructuosas que se han llevado a cabo para aumentar las matriculaciones y los ingresos. Desde hacer hincapié en la captación internacional hasta la educación en línea, ninguna dio los resultados esperados. 

Los administradores buscan ahora alianzas, y no se descarta una posible fusión.

Según The Philadelphia Inquirer, la Middle States Commission on Higher Education -el organismo que acredita a Cabrini- solicitó un informe suplementario a la institución, que debía presentarse el 16 de noviembre. Aunque confidencial, la comisión declaró que solicitaba información sobre planificación, recursos y mejora institucional y gobernanza, liderazgo y administración. 

Un portavoz de la comisión dijo que el resultado del informe se publicaría en su sitio web. 

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