LIVE STREAMING
La compacta estructura desarrollada por la selección uruguaya quedó de manifiesto en el torneo clasificatorio de la zona sudamericana, en el que los charrúas lograron su billete para Rusia 2018, terminando segundos, solo por detrás de Brasil.
La compacta estructura desarrollada por la selección uruguaya quedó de manifiesto en el torneo clasificatorio de la zona sudamericana, en el que los charrúas lograron su billete para Rusia 2018, terminando segundos, solo por detrás de Brasil. EFE

Uruguay vuelve a estar entre los favoritos

El soccer charrúa ha renacido en los últimos ocho años y será uno de los candidatos a estar entre los cuatro mejores en Rusia 2018

MÁS EN ESTA SECCIÓN

Thanksgiving: ¿cómo estuvo?

"Black Friday antiinflación"

Dinosaurio con Huesos Verdes

Origen Carnaval de Pasto

Cultura hispana en el cine

Carnaval 2025

La luna fue volcánica

Uso de los velos en cara

COMPARTA ESTE CONTENIDO:

Basándonos en los resultados de la Copa del Mundo de este siglo o de finales del pasado, pocos podrían decir que Uruguay fue campeón de dos de los cuatro primeros mundiales y un referente del soccer en el planeta hasta 1970, año en que el cuadro charrúa llegó a las semifinales del primer Mundial celebrado en México, para después caer en una penumbra que duró cuatro décadas.

Sí, aquel Uruguay que conquistó la Copa del Mundo inaugural en 1930, que registró el “Maracanazo”, dejando a Brasil sin título en el mismísimo estadio de Maracaná en 1950, que tuvo en Ladislao Mazurkiewicz a uno de los mejores porteros de la historia en los años sesenta y setenta, quedó huérfano de estrellas y relegado al olvido, viendo como le superaban en Sudamérica no solo Brasil y Argentina, sino también países como Chile, Colombia, Paraguay y hasta Ecuador.

La vuelta de la selección charrúa a la élite del soccer mundial se produjo en Sudáfrica 2010, cuando, cuarenta años más tarde, Uruguay volvió a alcanzar las semifinales, siendo de nuevo el conjunto más destacado de todo el continente americano.

La clave para conseguir tal hazaña fue la sabia dirección desde el banquillo de Óscar Washington Tabárez. El veterano entrenador construyó un sólida defensa, bien ordenada, y sacó jugo a un explosivo ataque en el que brilló Diego Forlán quien, gracias a sus cinco goles, fue designado Mejor Jugador del Mundial.

Un año más tarde, Uruguay conquistó la Copa América, ratificando su vuelta a la cima del plano futbolístico. Desde entonces, el cuadro charrúa se ha mantenido en la élite. La continuidad ha sido muy importante. Tabárez sigue mandando en el banquillo y ha logrado la total consolidación de la selección. La defensa no solo continúa siendo firme, sino que hasta ha crecido con la incorporación de Diego Godín, el central del Atlético de Madrid, capaz de desequilibrar cualquier partido con un testarazo en una jugada a balón parado. En la ofensiva, Forlán ha encontrado su relevo no solo en un delantero, sino en dos. El ariete del FC Barcelona, Luis Suárez, que debutó en Sudáfrica 2010 con 23 años, es el referente, pero cuenta con la compañía de Edinson Cavani, quien ha demostrado su eficacia goleadora en el París Saint-Germain francés, donde lleva 27 tantos en 26 partidos esta temporada.

La compacta estructura desarrollada por la selección uruguaya quedó de manifiesto en el torneo clasificatorio de la zona sudamericana, en el que los charrúas lograron su billete para Rusia 2018, terminando segundos, solo por detrás de Brasil. El sorteo de la Copa del Mundo sonrió a Uruguay. Los celestes han quedado enclavados en el Grupo A, probablemente el más fácil del torneo, junto a los anfitriones, Egipto y Arabia Saudita. El pronóstico es halagüeño: si Uruguay gana su grupo y evita a España en el cruce de octavos de final podría alcanzar perfectamente las semifinales por segunda vez en la presente década.