Construyendo el futuro de la industria cafetera en Puerto Rico
Una donación de Starbucks de dos millones de semillas de café y 500.000 dólares para la financiación de investigaciones sobre la producción de este cultivo,…
Los productores de café en Puerto Rico, como Erica Reyes, tuvieron el mejor cultivo que habían tenido en años. Como propietaria de la finca de café Hacienda Moralka, Reyes estimó que recogería el doble de lo que produjo en 2014, 2015, y 2016. “Venía espectacular”, dijo, recordando la cosecha casi un año después. “Vino el huracán y se la llevó”.
Como ocurrió con la mayoría de la producción agrícola en Puerto Rico, la cosecha de café fue destruida casi por completo cuando el Huracán María tocó tierra en la isla el 20 de septiembre de 2017, arrancando plantas y aplastando frutas maduras, vegetales, y las semillas rojas del café, al tiempo que inundaba las tierras. Cerca de un 80 por ciento de todos los cultivos se perdieron.
Para la industria del café, el daño fue total. Casi 20 millones de árboles de café fueron destruidos y los productores sufrieron daños por un total de18 millones de dólares. Antes del desastre se estimaba que la industria del café en Puerto Rico tenía un valor de unos 100 millones de dólares.
En un esfuerzo por promover la recuperación y el crecimiento de la industria cafetera en Puerto Rico, Starbucks anunció el pasado 24 de septiembre que donará dos millones de semillas de café Marsellesa de alta calidad, resistentes al óxido, al Departamento de Agricultura en Puerto Rico, para que sean distribuidas en la isla tanto a grandes haciendas como a pequeños agricultores para apoyarles en el proceso de reconstrucción.
La Corporación Starbucks y la Fundación EFI, socio con la licencia de Starbucks en Puerto Rico, se han unido para adjudicar a lo largo de tres años una donación de 583.000 dólares a la Investigación Mundial del Café para pulir y desarrollar prácticas de producción en la isla.
Para Starbucks, se trata de un paso que es producto de un largo camino para decidir cuál era la mejor manera de apoyar a los puertorriqueños que se enfrentaban a las consecuencias de un desastre natural, un problema “familiar para nosotros”, dijo Michelle Burns, vicepresidenta senior de Café y Té Globales en Starbucks. En los meses posteriores al huracán, la compañía proporcionó fondos a sus 'socios' o empleados en Puerto Rico, por medio de un fondo designado para el efecto, el llamado Fondo Tacita Verde.
Burns dijo que la meta no era solo ayudar a corto plazo; también financiar investigaciones con una donación que apoye prácticas de producción sostenibles “no solo para hoy, sino para el futuro de la agricultura y todas las familias que están en la isla y son parte de la comunidad agrícola”
“Esa es nuestra garantía, una que realmente nos asegure que vamos a ser parte de esto a largo plazo y de cuanto esperamos que se recupere la producción de café y le haga emerger mejor de lo que jamás ha estado, con gran productividad y rendimiento”, dijo Burns. “Sabemos que es un proceso y que estos son dos compromisos de los cuales nos complace ser parte”.
El Departamento de Agricultura de Puerto Rico está administrando el proceso de distribución de las semillas, enfocándose en asegurar que lleguen a las manos de los pequeños agricultores.
“Esta es una alianza increíble para nosotros, para comenzar [a trabajar]”, dijo Reyes. Como muchos productores de café en la isla, Reyes está planeando producir cantidades considerables de café de nuevo en unos tres a cuatro años, dado que las semillas de café tardan por lo menos un año y medio en crecer antes de producir fruto. Ella también ve la destrucción que causó el Huracán María como una oportunidad para volver a comenzar y reorganizar su finca, y hacerla más efectiva, sostenible y competitiva, para generar productos rentables y de calidad.
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Burns dijo que los dos compromisos de Starbucks ante la industria cafetera de Puerto Rico son significativos en términos de “habilitar, y ser una pequeña parte de la reconstrucción de las vidas de los habitantes en Puerto Rico”. Aunque Starbucks actualmente no compra café a los productores de la isla, Burns dice que su meta es apoyar la industria para que se recupere y crezca avanzando hacia el futuro.
La industria del café puertorriqueño no ha exportado mucho de su producto desde el siglo XIX, pero los productores tienen acceso automático a un mercado local, dado que la isla tiene una demanda tan alta que de hecho importa dos tercios del café que consume.
Reyes espera que las semillas de Starbucks jueguen un importante papel en el rejuvenecimiento de la industria y en la creación de un “nuevo comienzo para el espíritu” de los productores de la isla. Sin embargo, dice, es todo un proceso.
“No es solo que las semillas lleguen... Tenemos que entender las semillas, tenemos que cuidarlas, tenemos que asegurar que crezca y eso se logra con abono apropiado, con apoyo técnico”, dijo Reyes. “Y, bueno, esto es parte de este proyecto”.
“Necesitábamos una variedad [de semilla] que fuera resistente, una variedad que ya estuviese probada en Puerto Rico con nuestras condiciones climatológicas y que a la misma vez fuera lo suficientemente rentable y de calidad para nosotros”, dijo Reyes, quien señaló que dado que las semillas que recibirán ya han sido probadas en Puerto Rico, tiene más confianza en su potencial para producir buenos cultivos e impulsar toda la industria.
¿Será posible, algún día, conseguir café de origen 100 por cien puertorriqueño en una cafetería local o en EE.UU. continental?
Según Reyes, ese es el sueño, y es uno con todas las posibilidades de cumplirse si siembran las semillas adecuadas y las observan crecer con paciencia y perseverancia.
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