A mitad de esta semana, la emisora de radio virtual Philatinos.com, originada en South Philly, dio a conocer la noticia: el Carnaval de Puebla -que la comunidad mexicana de Filadelfia celebra cada Cinco de Mayo, hace 10 años- no se realizará este 2017.

Según los organizadores del evento, la decisión es una medida que se da en medio del enrarecimiento del clima frente a los inmigrantes en varias regiones del país y que, pese a que viven en Filadelfia (una ciudad santuario), los afecta porque la incertidumbre también toca a sus puertas.

“Bajo estas tristes circunstancias, no nos parece justo ni un ambiente propicio para una fiesta de la alegría (…) no queremos aumentar un riesgo más”, se lee en el comunicado de prensa de la organización.

“Realizar el Carnaval es fácil, pero queremos tomar medidas de precaución porque el 60 por ciento de nuestros compañeros vienen de otras ciudades de la región y de otros estados. No queremos exponerlos en su viaje a Filadelfia”, comentó Édgar Ramírez, miembro del comité organizador.

Y es que -de acuerdo con Ramírez- el 60 por ciento de los 400 carnavaleros (miembros del desfile que representa la histórica Batalla de Puebla) viven afuera de Filadelfia; eso sin contar a muchos músicos y demás artistas que normalmente vienen incluso desde México para presentarse en las calles de la ciudad.

Por su parte, David Piña, uno de los fundadores del Carnaval de Puebla en el sur de la ciudad, afirmó que el mensaje entre líneas es también “sentar una voz de protesta” ante la nueva narrativa anti-inmigrante que se promueve desde la Casa Blanca.

Y se sentirá. San Mateo Carnavalero estima que cada año el Carnaval de Puebla no solo les deja la satisfacción moral de mantener su memoria colectiva viva, también es una fiesta que en un solo día estimula la economía en ese sector de la ciudad.

“(La celebración) le deja a la ciudad -en impuestos- y a los comerciantes del sector entre 85.000 y 120.000 dólares en ganancias”. Una cifra nada nada despreciable producida -vea usted, lector- por una comunidad oficialmente despreciada por el gobierno de este país.

Por ahora, los miembros de San Mateo Carnavalero se muestran tranquilos y expresan que esto no significa el final de su fiesta, sino un alto en el camino para seguir adelante y con más fuerza en 2018. Hacen un llamado a su comunidad y otros inmigrantes para que no se dejen llevar por rumores y tomen decisiones basados en información verídica.