Tras una revisión de las cifras oficiales de muertes por covid-19, el Gobierno del Perú anunció este lunes que la realidad triplicaría los datos estimados, confirmando 180.764 muertes y convirtiéndose así en el país con la peor tasa de mortalidad per cápita según los datos de la Universidad Johns Hopkins. Con los hospitales abarrotados de pacientes, la demanda de oxígeno superior a la disponibilidad, sin mencionar los precios para adquirirlo y los altos costos de las clínicas privadas, la situación del país se descontroló al punto de no poder recoger los datos fieles a la realidad. Los expertos advirtieron durante mucho tiempo que el número real de muertos estaba siendo subestimado en las estadísticas oficiales.

Perú ha sido de los países de América Latina que se ha visto más afectado durante la pandemia. Si bien Brasil tiene el número de muertos más alto de la región con más de 450 mil vidas perdidas, según la población, el número de muertos per cápita de Perú ahora es más del doble que el de Brasil. A pesar de la rápida respuesta del gobierno de Martín Vizcarra al inicio de la pandemia y de la celeridad con la que en los últimos meses el gobierno de transición de Francisco Sagasti está trabajando para la campaña de vacunación, Perú es sin duda de los países de América Latina más afectados por la pandemia.

La diferencia entre las cifras de muertes que manejaban antes de la última revisión se debe en parte debido a la falta de pruebas que dificultaron la confirmación de si una persona había fallecido por el virus o por otra causa. "Creemos que es nuestro deber hacer pública esta información actualizada", dijo la primera ministra de Perú, Violeta Bermúdez, durante una conferencia de prensa en la que anunció el resultado de la revisión.

Según los datos de Johns Hopkins y con la cifra de muertos actualizada, Perú se sitúa ahora en las más de 500 muertes por covid-19 por cada 100.000 personas.