El lunes 8 de junio, el único piloto negro a tiempo completo en las tres series nacionales de NASCAR, Bubba Wallace, pidió a la organización que prohibiera todas las banderas confederadas en las pistas de carreras, y ellos escucharon. 

"La presencia de la bandera confederada en los eventos de la NASCAR va en contra de nuestro compromiso de proveer un ambiente acogedor e inclusivo para todos los aficionados, nuestros competidores y nuestra industria. La exhibición de la bandera confederada estará prohibida en todos los eventos y propiedades de la NASCAR", se lee en una declaración publicada por la NASCAR el miércoles 10 de junio.

La bandera confederada ha sido una vista familiar en los eventos de NASCAR a lo largo de sus 72 años de historia. El ex presidente Brian France intentó prohibirlas en 2015, pero enfureció a muchos aficionados. 

La prohibición fue anunciada antes de la carrera de la noche, donde Bubba Wallace llevaba una camiseta con las palabras "No puedo respirar" y adornó su Chevrolet con #BlackLivesMatter con las palabras "Compasión, Amor, Entendimiento" pintadas en el capó. 

Los esfuerzos de Wallace no pasaron desapercibidos. Bernice King, la hija más joven de Martin Luther King Jr., twiteó "#Familia Nascar" después del anuncio. 

La NAACP aplaudió a la NASCAR por "tomar las medidas necesarias para eliminar los símbolos de odio, racismo y discriminación de sus eventos". 

Ryan Blaney, uno de los mejores amigos de Wallace, lo apoya totalmente. 

"Estoy muy orgulloso de lo que está haciendo, del esfuerzo que está haciendo y de querer liderar el cambio. Yo lo apoyo. Muchos tipos lo apoyan. No sólo los pilotos, sino también muchos equipos", dijo.

La saga continuó cuando, a finales del domingo, se encontró una soga colgada en el garaje de Wallace. Esto ha llegado en un momento en que los hombres negros de todo el país están siendo encontrados muertos colgados de los árboles. Históricamente, la soga es un símbolo de terror racista. 

Durante el último mes, los negros le han dicho al mundo que sus vidas también importan, y los blancos racistas sienten la necesidad de luchar contra eso. 

NASCAR dijo que están investigando el incidente, y que "harán todo lo posible para identificar a la(s) persona(s) responsable(s) y eliminarlos del deporte". 

En respuesta, los pilotos de NASCAR, los miembros del equipo de boxes y otros caminaron junto a Wallace y escoltaron su coche en un acto de solidaridad en el Talladega Superspeedway ayer. 

Wallace tomó un auto con la multitud de seguidores y lo tweeteó, subtitulándolo "juntos".

Historias como esta realmente resaltan lo lejos que aún tenemos que ir por la justicia y la equidad racial. La bandera confederada no debería ondear en ningún lugar de este país, y los actos de racismo flagrante no deberían seguir ocurriendo. Pero la NASCAR dio un gran paso en la dirección correcta, y los aficionados que no están listos para este cambio tendrán que crecer o ver las carreras desde casa.