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Recuperar los desayunos de tenedor es posible en Barcelona. 
Recuperar los desayunos de tenedor es posible en Barcelona. 

Mañanas de tenedor en Barcelona

Tres restaurantes barceloneses en los que disfrutar de un desayuno tradicional. 

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Dicen que el desayuno es la comida más importante del día, aunque muchos nos empeñemos en tomar un frugal café con leche de camino al trabajo. Nuestros antepasados lo sabían. O lo menos aquellos que habitaban en los pequeños pueblos del interior de Cataluña. Allí, lejos de las prisas que imprime la vida moderna, los desayunos eran cocinados a fuego lento y disfrutados con tranquilidad, sentados a la mesa.

 

Los llamados desayunos de forquilla (de tenedor, en castellano), ya no son propiedad única de los pueblos de montaña. Hoy en día, estos tradicionales desayunos también se pueden disfrutar en la ciudad. Barcelona cuenta con una espectacular ruta de desayunos de forquilla. Empecemos por visitar los imprescindibles.  


 

La Pubilla

Quizá uno de los restaurantes más venerados de la ciudad, al menos en lo que a desayunos se refiere. Situado en el popular barrio de Gràcia, La Pubilla es el lugar perfecto para iniciarse en la cocina catalana. En su menú encontramos platos “de toda la vida”. Para cerciorarse de que sus cocineros siguen fieles a los sabores tradicionales, solo hay que revisar su lema. “Cocina casera de mercado que hace cantar a los ángeles”.

El menú de La Pubilla cambia cada día, como corresponde al restaurante que vive pendiente de la plaza de abastos. Encontrarás platos tradicionales como trixtat, xató, botifarra negra y unos canelones que bien valen un reino. Eso sí, recuerda reservar con antelación. Desde que apareció citado en el diario británico The Guardian y en el popular blog español de El Comidista, sus mesas están muy solicitadas.

 

Plaça de la Llibertat, 23

 

Can Cortés

La perfecta recompensa del ciclista, o de cualquiera que se acerque por el Parque de la Collserola. Embutidos de Vic, tostadas con tomate, garbanzos… todo tiene cabida en el gran desayuno de Can Cortés. De hecho, cuentan con menú desayuno tenedor, que incluye una degustación de embutidos catalanes, butifarra con judías y huevo frito con cansalada. Ahí es nada.

Carretera de l’Arrabassada km. 6,5
Avinguda de Can Cortès 36
 

Granja Elena

Un lugar discreto, en un barrio popular, se levanta este templo del desayuno de forquilla. En su interior, la familia Sierra Calvo se parapeta tras una de las barras más populares de la ciudad. “Alta cocina de barrio”, le llaman. Desayunos para alargar hasta la cena, diríamos nosotros. Entre sus grandes platos destacan las croquetas de ‘carn d’olla y los cardos con cocochas. La Granja Elena es todo un canto a la vuelta de la cocina tradicional, de tranquilidad y sobremesa.

 

Passeig de la Zona Franca 228