Donovan Carrillo, el rostro latino en Beijing 2022
Es el primer patinador mexicano que compite en los Olímpicos de Invierno en los últimos treinta años.
Cada cuatro años, deportistas de todo el mundo se citan alrededor de las Olimpiadas de Invierno para hacer de la nieve y el hielo el mejor escenario para competir y buscar dejar en alto el nombre de cada uno de sus países.
Si bien las potencias en cada disciplina son aquellas naciones que cuentan con estaciones climáticas e instalaciones para su práctica adecuada, atletas de otras confederaciones con poca tradición (o ninguna) en estos deportes, también sueñan con llegar y ganar una medalla.
“Los sueños se hacen realidad”, declaró el patinador luego de su histórica presentación
Un ejemplo son los latinos que, aunque muchos consideran que no deberían participar con el argumento de que no deberían intentarlo si no es para ganar, han logrado un lugar en las Olimpiadas a través de clasificaciones oficiales y por su esfuerzo.
Es el caso del mexicano Donovan Carrillo, quien tan solo con llegar a Beijing ya había hecho historia para su país al ser el primer deportista en más de treinta años en representar a México en las pruebas de patinaje sobre hielo, pero cuya actuación, más que sobresaliente, le ha mostrado al mundo que con dedicación y disciplina todo es posible.
Carrillo se convirtió en el primer latinoamericano en clasificarse al programa libre de patinaje artístico, así como en el único mexicano en la historia que llega a una final en unos Olímpicos de Invierno. Aunque no logró terminar en los primeros lugares de esta instancia definitiva, con su nueva marca personal, 138,44, dejó una grata impresión en el público y los especialistas quienes esperan verlo de nuevo en 2026.
Donovan tiene 22 años y, a diferencia de sus rivales, no se entrena en exclusivos complejos deportivos con todo lo indispensable para competir profesionalmente. Una pista de un centro comercial, en la ciudad de León, a más de 200 kilómetros de su natal Guadalajara, es el escenario donde se preparó para llegar a esta cita olímpica en China.
“Los sueños se hacen realidad”, declaró el patinador luego de su histórica presentación con la que, al ritmo de “Black Magic Woman” y “Shake it”, de su compatriota Carlos Santana, alcanzó el puntaje más alto de su carrera, 79,69, lo que le bastó para ganarse su sitio en la final masculina individual de su categoría. Con esto, el mexicano demuestra que el talento y las capacidades están disponibles en la región si se trabaja e invierte en ellos, en especial porque son disciplinas que no todos pueden costear.
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Además de Carrillo, la avanzada latina llevó a Beijing 38 representantes provenientes de 11 países, con el propósito de mejorar sus marcas personales y convertirse en referentes para que estas disciplinas sean practicadas masivamente en sus naciones.
Aunque entre los elegidos hay europeos y estadounidenses nacionalizados, así como hijos de latinos que viven en otros países, que inclusive muchas veces no hablan bien el idioma, en esta edición olímpica América establece un récord de naciones participantes con 14, superando la marca anterior de 13 establecida hace cuatro años en PyeongChang. Se destaca la segunda actuación consecutiva de Bolivia, Colombia y Ecuador.
El ganador, el finlandés Ilvo Niskanen, sorprendió al colombiano en la meta para felicitarlo.
Además de Carrillo, llaman la atención por Latinoamérica el chileno Yonathan Fernández, quien cumple su tercera participación y fue pionero al representar a su país en esquí de fondo en 2014, así como Sarah Escobar, en eslalon gigante, la primera mujer de Ecuador en acudir a unos Olímpicos de Invierno. La delegación de Brasil, con diez atletas, Argentina, con seis, Chile y México con cuatro, y Colombia con tres, son los países con más representantes en Beijing.
Otro latino, en este caso el colombiano Carlos Quintana, fue protagonista de uno de los momentos más emotivos de Beijing 2022, uno de esos instantes que nos recuerdan que en el deporte, y en especial en los Juegos Olímpicos, la única meta no es ganar.
Quintana, quien competía en la prueba de 15 kilómetros de esquí de fondo, logró coronar su sueño de finalizar, algo que fue reconocido por el ganador de la medalla de oro, el finlandés Ilvo Niskanen, quien sorprendió al colombiano en la meta para felicitarlo. De eso se trata el espíritu deportivo de los Juegos Olímpicos.
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