A apenas 12 días de que Chile decida si redacta o no una nueva Carta Magna, mujeres de todas las edades caminaron ayer miércoles en dirección al mar, hasta el puerto de Valparaíso, vestidas de negro enlutado.

Iban salmodiando un conjuro, con la vista al frente y los brazos alzados, portando carteles donde había escrito aquello de lo que querían deshacerse. Lo que de ninguna forma debería seguir formando parte del futuro de Chile.

Primero de todo, la Constitución redactada en los tiempos más negros del país, durante la dictadura de Augusto Pinochet de la que fueron víctimas más de 40.000 personas, y que increíblemente continúa vigente hoy día.

Aunque no por mucho más. Con suerte.

Sin embargo, esas decenas mujeres dirigidas por el colectivo feminista LasTesis llevaban algo más que no puede desligarse de los viejos y sangrientos modelos que hasta ahora siguen coleteando en gran parte del mundo.

Palabras como ‘patriarcado’, ‘feminicidio’, ‘desigualdad’, ‘diferencias legales’. Todo lo que según una de sus oficiantes, Cecilia Alba, se asocia al sufrimiento de las mujeres.

“En principio fue tirar al mar la Constitución, pero después se transformó en un evento en que queríamos tirar al mar todos los conceptos negativos para la figura femenina”, explicó Alba a AFP.

Un ritual de protesta que culminó cuando ni bien las mujeres habían arrojado a la cubierta de un barco todos los carteles, lo vieron zarpa hacia alta mar para que todas esas cadenas simbólicas y esos rastros del pasado viesen su fin junto a los peces. Pobres peces. 

“El objetivo era que cada una llevara un cuaderno para poder desarrollar una caminata en conjunto; cantando un conjuro, que simboliza la sororidad que nos representa como femeninas”, aseguró a la agencia de noticias otra participante. 

Desde el inicio de las protestas que sacudieron Chile y que estallaron cuando el gobierno de Piñera decidió subir el precio del transporte y se desató un principio de guerra civil, la Constitución chilena fue señalada como el origen de los problemas sociales que arrostra el país.

El próximo 18 octubre se cumple un año del inicio de este estallido social que empezó entre los estudiantes y que a poco convocó a la sociedad chilena, duramente reprimida por los militares. 

Aunque el presidente Piñera arrugase los acontecimientos con la pretensión de convertir a sus pueblo en un violento enemigo de la democracia. 

"Estamos en guerra contra un enemigo poderoso e implacable que no respeta a nada ni a nadie y que está dispuesto a usar la violencia sin ningún límite, incluso cuando significa la pérdida de vidas humanas, con el único propósito de producir el mayor daño posible", dijo el líder chileno tres días después del comienzo de los disturbios, el 20 de octubre de 2019, en un mensaje televisado.

El gobierno reaccionó tarde, pero acabó cediendo ante las demandas civiles y anunció una serie de reformas para para dar carpetazo a las desigualdades.

En ese ínterin, el colectivo LasTesis se dio a conocer con la performance ‘Un violador en tu camino’, que se convertiría en un himno feminista y sería replicada en ciudades como Barcelona, Ciudad de México, París o Bogotá. 

¿Qué ocurrirá el próximo 25 de octubre? ¿Tendrá Chile una mejor Carta Magna acorde con los nuevos y más justos tiempos?

En breve veremos si el conjuro de LasTesis, amén de las protestas anteriores, ha funcionado.