El Papa Francisco superó ayer el segundo punto más espinoso de su visita oficial a Chile: cómo abordar el conflicto entre las comunidades indígenas mapuches y el estado chileno.

Si el martes tuvo que abordar el tema de la pederastia y pedir perdón por los abusos sexuales cometidos por sacerdotes católicos en Chile, el miércoles visitó Tamuco, corazón del territorio mapuche, y una de las zonas más pobres del país, para afrontar el conflicto que mantiene esta etnia con el estado desde hace siglos.

Adoptando un tono “salomónico”, según el corresponsal del diario barcelonés La Vanguardia, el Papa orquestó una misa en la se mostró diplomático, intentando contentar a los dos bandos al condenar la violencia mapuche, así como la represión llevada a cabo por el estado chileno.

“Existen dos formas de violencia que más que impulsar los procesos de unidad y reconciliación, terminan amenazándolos”, dijo el Papa durante la misa. Una forma de violencia, según el Papa, es proponer “bellos” acuerdos que no llegan a concretarse, pues “frustran la esperanza”, dijo, en alusión al gobierno central. Otra forma de violencia son los ataques llevados a cabo por grupos minoritarios mapuches para reclamar que se les devuelvan sus tierras, que hace décadas les fueron confiscadas por el estado para ser entregadas a los colonos. Los mapuches representan el 7% de la población chilena.

“No se puede pedir reconocimiento aniquilando al otro, porque eso lo único que despierta es mayor violencia y división. La violencia llama a la violencia, la destrucción aumenta la fractura y separación”, dijo el Pontífice durante el sermón misal. “La violencia termina volviendo mentirosa la causa más justa. Por eso decimos no a la violencia que destruye”, añadió.

El Papa viajó a Tamuco protegido por unos 4,000 policías, dados los ataques contra parroquias y iglesias provocados por activistas mapuches y otros grupos activistas de derechos humanos en la región indígena el fin de semana anterior a su llegada a Chile. De hecho, dos capillas fueron incendiadas en las inmediaciones de Tamuco horas antes de su llegada.   

Este jueves, el Papa abandonará Chile camino de Perú, segundo destino de su sexto viaje a América Latina.