Miami es la ciudad de Estados Unidos con el mayor porcentaje de residentes nacidos fuera del país, cerca de un 51% de la población, según Guillermo Grenier, profesor de Sociología de Florida International University.

 

"Los cubanos comenzaron a llegar después de la Revolución en 1959 y después de eso fueron llegando latinos desde diferentes países", dice Grenier.

 

Como lo menciona Greiner, el proceso de latinización de Miami empezó a fortalecerse cuando los exiliados cubanos se hicieron ciudadanos estadounidenses y obtuvieron el derecho a votar en las décadas de los 70 y 80.

 

En ese entonces, los cubanos no tenían gran control sobre Miami y tampoco tenían quien representara sus intereses en Tallahassee y en Washington.

 

Hacia mediados de los años 80 los cubanos constituyeron un grupo, que aunque pequeño estaba concentrado geográficamente en la ciudad, lo que les dio un gran poder, al punto que en 1986 muchos camiones portaban un letrero que decía: El último gringo en salir de Miami, que apague la luz y traiga la bandera.

 

Actualmente, Miami es conocida como la ciudad del sol, la playa, la fiesta y las compras, atrayendo no solo a turistas sino también a latinos profesionales en búsqueda de una mejor calidad de vida fuera de sus países natales. 

 

Armados con permisos de trabajo, con mayor formación que los latinos que llegan a pie por la frontera, con altas expectativas y deseos de avanzar, muchas personas llegan a Miami y compran casas con piscina, jardín y acceso a buenas escuelas.

 

De acuerdo al Censo Oficial de Estados Unidos (2020), Miami es la ciudad con mayor porcentaje de población de origen hispano, con un 68,6% del total de sus habitantes en toda el área metropolitana. Esto podría ser por su proximidad a Iberoamérica y la gran movilización de migrantes.

 

En los últimos años han seguido a los cubanos cerca de 100.000 latinoamericanos de ingresos medios desde Colombia, Argentina, Venezuela y Brasil, entre otros, concentrando la mayor población de esta ciudad y también la mayor inversión. 

 

Mercedes Guinot, agente inmobiliaria, dijo a la BBC que gran parte de las casas que vende son de inmigrantes latinos pudientes. Estima que el 80% de los latinoamericanos pagan en promedio $450.000 por casas de tres o cuatro habitaciones con jardín y piscina.

 

Así, gran parte de la ciudad se ha ido consolidando con este grupo poblacional que no solo mueve la economía del país sino que también la hace crecer cada día más, generando empleo para los locales.