Este lunes, Chile inició la vacunación con la cuarta dosis contra el Covid-19 en mayores de 55 años. El país está atravesando actualmente una nueva ola de contagios con cifras récord diarias por encima de los 30.000.

Desde el 10 de enero ya habían comenzado a ser administradas las vacunas a personas inmunocomprometidas, personal sanitario y ancianos en residencias de larga estancia.

Ahora, los mayores de 55 años que hayan cumplido seis meses desde su anterior inyección también podrán ponerse el segundo refuerzo, convirtiendo a Chile en unos de los primeros países del mundo en apostar por la vacunación masiva de la cuarta dosis, siendo Israel el primero que empezó el pasado 2 de enero.

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, marcó el comienzo de la nueva fase de este proceso de vacunación, acudiendo a un centro de salud durante sus vacaciones en el sur del país y colocándose su cuarta dosis contra el coronavirus. 

“Para poder protegernos hemos seguido una estrategia desde el primer día que es anticiparnos, ir un paso adelante para que no nos pille por sorpresa el coronavirus”, dijo Piñera a la prensa luego de ser vacunado.

De acuerdo con las informaciones del Ministerio de Salud, esta cuarta dosis "aumenta en 20 veces la protección que tiene una persona respecto a otra que no tiene su vacunación completa".

“Nada es suficiente porque el virus y, especialmente, el ómicron tiene una capacidad de contagio que ha sorprendido al mundo entero y que ha hecho colapsar los sistemas de salud de los países más desarrollados del mundo”, destacó Piñera.

El alto índice de vacunación en el país ayuda a que la mayoría de los casos sean leves y no deriven en hospitalización o muerte.

¿Contraindicaciones por cuarta dosis? 

A pesar de los esfuerzos de muchos países por seguir promoviendo la primera y segunda dosis de refuerzo, algunos expertos advierten que “eternizar” estas inyecciones podría ser contraproducente. 

“No podemos vacunar al planeta cada cuatro o seis meses. No es sostenible ni accesible. En el futuro, debemos apuntar a los grupos de riesgo”, advirtió Andrew Pollard, presidente del Comité Conjunto de Vacunación e Inmunización (JCVI) del Reino Unido y director del Oxford Vaccine Group, que ayudó a desarrollar la vacuna del laboratorio AstraZeneca en 2020.

Pollard mencionó que se necesita más evidencia científica para avanzar con la aplicación de cuartas dosis: “Hoy en día, menos del 10% de las personas de familias de bajos ingresos han recibido su primera dosis, por lo que la idea de una cuarta dosis a nivel mundial simplemente no es sensata”.

Así mismo, Alfredo Corell, catedrático de Inmunología de la Universidad de Valladolid, médico y divulgador de la Sociedad Española de Inmunología, dijo que usar sólo el dato de fecha de aplicación de vacunas y tener cumplido o no el esquema completo, no sería indicador suficiente para las restricciones de movilidad.

“Medir el nivel de protección por el número de dosis puestas de la vacuna no vale para nada si no se consideran las infecciones naturales. Europa solo reconoce la prueba PCR, y en España éstas no se han hecho. Así que hay millones de personas con el pasaporte COVID desactualizado”, dijo el médico español.