Esta noche sea quizás la más esperada del año para decenas de jóvenes españoles de las ciudades de la costa mediterránea (Barcelona, Tarragona, Valencia, Alicante, etc.) que han acabado el curso académico y tienen ganas de celebrar la llegada del verano y las vacaciones. 

La noche del 23 al 24 de junio es la llamada verbena de San Juan, una celebración festiva en la que la tradicionalmente se prenden grandes fogatas y se tiran petardos y fuegos artificiales después de una cena al aire libre, en la que no faltan ni el cava ni la llamada coca de San Juan, un pastel dulce recubierto de fruta confitada y piñones. Después de la cena, los más jóvenes, o todo aquel que le guste la noche, inundarán los bares y clubs de baile para continuar celebrando hasta el amanecer. 

El origen de esta fiesta se remonta a algunas fiestas paganas que celebraban el solsticio de verano, es decir, cuando tras el día más largo del año el sol empieza a decaer y los días comienzan a ser más cortos. No obstante, el solsticio de verano en realidad tiene lugar la noche del 21 de junio, mientras que San Juan cae en la noche del 23 al 24. Esta diferencia se debe probablemente a la voluntad de hacerla coincidir con la fecha en que, según la Biblia, nació San Juan Bautista.

Rituales y supersticiones

La celebración de la noche de San Juan viene acompañada de rituales, supersticiones y tradiciones. Algunas se han perdido con el tiempo, pero otras siguen vigentes, como la idea de hacer fogatas para quemar los malos recuerdos y poder pedir deseos para el próximo año. En algunos lugares la tradición es saltar  por encima de los fuegos y hogueras para evitar dolencias y atraer la suerte. Y la más romántica de todas: bañarse en el mar durante la noche de San Juan para encontrar pareja.

La Fiesta en España

En las ciudades costeras del Mediterráneo español es habitual que se enciendan fogatas en la plaza principal y se quemen objetos y ropa vieja de todo el año antes de sentarse a la mesa. También es habitual acabar dándose un chapuzón nocturno en el mar, no sólo para encontrar pareja, sino para llenarse de suerte. La playa, sin duda, se convierte en el centro de divertimento, con los chiringuitos abiertos hasta altas horas de la madrugada y los espectáculos de pirotecnia brillando en la noche oscura. 

Una de las noches de San Juan más destacadas del Mediterráneo es la que se celebra en Ciutadella, en la isla de Menorca. Esta tradición, de 7 siglos de antigüedad, comenzó cuando se celebraba Sant Joan con una romería. Un grupo de obreros recorrían el camino de Ciutadella a la ermita de Sant Joan de Missa a lomos de sus caballos recogiendo donativos.

Actualmente, la fiesta consiste en que los jinetes pasean por las calles del pueblo, donde se aglomera la multitud con ganas de ver cómo los caballos se alzan sobre sus patas traseras. 

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En Andalucía y Canarias es típico quemar un muñeco de trapo, es lo que se llama “quemar el Juan”. Durante la quema se piden deseos para el futuro. 

En otras regiones, como Asturias y Galicia, la celebración también se vincula al agua, un elemento mucho más seguro que las fogatas y los petardos en tiempos de sequía latente a causa del cambio climático. Esta noche será una de máxima alerta para los bomberos y servicios de emergencia. Las autoridades han pedido a los ciudadanos prudencia. En la mayoría de regiones está prohibido tirar petardos y fuegos artificiales fuera de los lugares permitidos para evitar incendios.

La Noche de San Juan en Latinoamérica 

En América Latina la noche de San Juan tiene el Diablo como protagonista. Según la leyenda, es la noche en la que el Diablo anda suelto y las tierras son bendecidas por San Juan Bautista. En algunos lugares, por la mañana muy temprano, muchos se lavan el pelo y la cara con las aguas bendecidas y repiten tres veces consecutivas la frase: «San Juan, San Juan, dame milcao, yo te daré pan».

En Puerto Rico la festividad de la noche de San Juan es también la fiesta patronal oficial de la ciudad capital homónima. Se hacen un sinnúmero de rituales para "despojarse de la mala suerte", como por ejemplo tirarse de espaldas en la playa 7 veces a las doce de la medianoche, bañarse de espalda o con flores. La noche de San Juan se ha convertido en una verdadera fiesta de pueblo, donde la gente celebra con música, baile, comidas y bebidas. Cuando se acerca la medianoche, las playas van llenándose de gente que esperan ansiosamente que llegue la hora de tirarse al mar y realizar el mencionado ritual. 

En Colombia, por ejemplo, la celebración centrada básicamente en los departamentos del Tolima, Huila y Caquetá, donde los campesinos celebran a San Juan Bautista como augurio para la prosperidad de las cosechas de arroz, especialmente. 

En Cuba la celebración toma un aspecto más carnavalesco y festivo. En Camagüey la tradicional "fiesta de San Juan", un carnaval colorido y activo que empezó a celebrarse en 1725, coincide con el momento en que los ganaderos llevaban el ganado a la ciudad para venderlo. En aquel entonces se organizaba con este motivo una feria con competencias de caballos y distintas habilidades que daba comienzo el día 24 de junio con los festejos del día de San Juan. Pasó el tiempo y las ferias se hicieron algo común, de todos los años, y entonces se fueron sumando más eventos y actividades, la gente empezó a participar más, a sumar disfraces y entretenimiento.