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Durante su carrera, Serrat solo tuvo dos mánager
Durante su carrera, Serrat solo tuvo dos mánager. Foto: Getty Images

Berry, el mánager que acompañó a Serrat durante medio siglo de carrera

José Emilio Navarro, conocido como Berry, lleva trabajando con Serrat desde 1975. Anteriormente, fue su técnico de sonido

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En 57 años de carrera de Joan Manuel Serrat, sorprende que tan solo haya confiado en dos mánager para acompañarle en el camino. El célebre cantautor español, que despedirá su carrera este año con su tour “El vicio de cantar”, ha estado acompañado desde 1975 por José Emilio Navarro, conocido como Berry.

Años antes, en 1972, Berry ya empezó a trabajar con Serrat como sonidista. La verdadera motivación del mánager era “hacer las Américas” con el popular cantautor, que ya era un ídolo de masas en el continente latino. Su primer destino fue Costa Rica, donde hizo de técnico en un concierto programado en la Ciudad Universitaria Rodrigo Facio.

Con el paso de los años, ambos forjaron una sólida relación de confianza, que le permitió compatibilizar su amistad con el negocio. Berry vivió con Serrat su exilio en México, tras sus duras críticas a unas condenas de muerte ordenadas por el régimen de Francisco Franco. Aquel episodio reforzó el apego del cantante a la región.

“Con Costa Rica siempre tuvimos una relación muy abierta. Nos creaba mucha curiosidad que fuera un país sin ejército, y que era un remanso de paz dentro de todo lo que era Centroamérica, un territorio históricamente convulso”, señaló Berry al semanario Universidad. Dada la admiración por el país, ambos decidieron que su gira de despedida debía pasar por aquí.

51 años después, Serrat actuará en el Parque Viva, un escenario con más capacidad que el Teatro Nacional o el Mélico Salazar, donde acostumbraba a actuar en el pasado. En este caso, como en las últimas actuaciones programadas en Colombia, Argentina, Chile o Perú, se tuvo especial cuidado con la elección del lugar. “Es norma de la casa la calidad, y además está de por medio la nostalgia de la despedida”, aclaró el mánager. Pretenden que nadie se quede fuera en su último adiós.

Berry, discreto y modesto, siempre cuidó para que su artista contara con las mejores condiciones para actuar. En su criterio, “la principal virtud es la honestidad, si no tienes idea del negocio estás mal. Mi profesión no existe en la universidad, se tiene que aprender en la vida”. Su pasión y dedicación fueron clave para que Serrat se sintiera cómodo para dar siempre lo mejor de sí.

El legendario mánager sustituyó al mítico Lasso de la Vega, primer representante de Serrat, que según cuentan firmaba sus primeros contratos en una servilleta. “Puede ser criticado por muchas cosas, pero nadie le puede negar que fue un pionero cuando esta profesión era desconocida para nosotros”, apuntó Berry.

Cuenta que Serrat es un tipo normal y muy profesional, muy cuidadoso de los detalles cuando va a subir al escenario. Dice que en su memoria guarda incontables anécdotas del medio siglo de carrera que compartió con el artista, pero que no pretende desvelarlas. “No he tenido idea de escribir nada, me da pereza. Lo haría si tuviera capacidad didáctica de contar el show business por dentro”.

Pero aclara: jamás rompería la barrera de la discreción, para exponer amarillismos que no le interesan e absoluto. “Si hiciese unas memorias, sería a modo de enciclopedia no oficial sobre el oficio”, precisó.