Un grupo de activistas en España no pudieron quedarse quietas ante la represión y la persecución que sufren las mujeres en Afganistán. Por ello, fundaron el colectivo “Afghan women on the run”, conmovidas por la dramática realidad que sufren las mujeres desde que los Talibán retomaron el poder el pasado agosto, tras la salida de las últimas tropas estadounidenses del país.

Para recaudar fondos para sus actividades, se han aliado con el colectivo “Dj’s por el cambio” y organizarán un concierto en Barcelona. Será el próximo 30 de abril en la mítica sala Sidecar, en un acto que empezará a las 18h y contará con las actuaciones de DJ Owey, DJ Missouri, Suzanna Abellán, MaBreeZee, Ms. Obama y Marga Mbande. No pertenecen a ninguna institución ni fundación, por lo que la difusión del evento también está en sus propias manos.

“Afghan women on the run” trabajan de forma directa por wasap con las mujeres afectadas, que les cuentan así sus vivencias de primera mano. Están forzadas a abandonar el país porque sus vidas corren peligro en la mayoría de los casos. Las activistas las acompañan en la gestión burocrática necesaria para conseguir visados por tierra y pasaportes, o en los trámites que les permiten volar hasta España.

Es un proceso largo y complicado, pero ya han logrado traer a varias mujeres a España, y es algo que las impulsa a seguir con su actividad. Para ello, cuentan con el apoyo de la oenegé “Un gest de calor”, que gestiona las donaciones económicas que llegan para estas familias. Sirven para costear estancias de las mujeres en Islamabad o Teherán, así como sus vuelos a España.

Todas son voluntarias sin intermediarios, por lo que todos los fondos recaudados sirven para cubrir los gastos de viaje de las mujeres que huyen de la represión islamista. La difusión del proyecto les es de gran ayuda para seguir apoyando a las mujeres afganas.

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Actualmente, los talibanes están imponiendo leyes restrictivas, especialmente contra la mujer, que recuerdan a los peores tiempos del régimen que impusieron en Afganistán en los años 90, y que duró hasta la ocupación norteamericana de 2001.

A pesar del criticismo internacional y las presiones, el “Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio” ha anunciado nuevos vetos en las últimas semanas. Las más destacables fueron la prohibición de poder estudiar y trabajar, por lo que millones de niñas afganas vieron cortadas sus carreras y sus sueños de golpe.

Además, en diciembre se prohibió que mujeres viajen solas por el país en distancias de más de 70 kms, y la medida fue complementada la semana pasada con la prohibición de que mujeres puedan viajar al extranjero solas. También tienen prohibido acudir a centros sanitarios sin acompañamiento de un hombre.

Para los talibanes, no se trata de restricciones a la libertad de la mujer, sino la “protección de su honor”.