La campaña por las primarias demócratas no sólo ha contado con una impresionante cantidad de candidatos, sino con una mescolanza particular de propuestas políticas.

Y es que la Administración Trump ha sacudido los cimientos ideológicos y políticos del país al punto de dejar caer antiguos patrones caducos y hacer resaltar las verdaderas prioridades del electorado.

Ejemplo de ello ha sido la reivindicación del Senador Bernie Sanders, otrora candidato presidencial para las elecciones del 2016 y a quien muchos consideraron un extremista sin futuro en la política estadounidense.

Hoy en día, el 80% de los candidatos demócratas han abrazado aquellas impensables propuestas del senador de Vermont y le han hecho el foco de sus campañas presidenciales.

Medicare-For-All, educación sin matrícula, un Green New Deal… estas propuestas, que en otra época hubiesen sido descartadas a primer vistazo, se han transformado en el pan de cada día de un Estados Unidos profundamente dividido entre quienes aún creen en el formato Republicano y quienes exigen un Partido Demócrata a la altura de los nuevos retos.

Esta nueva realidad se vio materializada en victorias durante las elecciones de mitad de período que rompieron con mitos estatuarios, como las de Alexandria Ocasio-Cortez e Ilhan Omar, o con la apertura a candidatos presidenciales como Pete Buttigieg o Julián Castro.

Detrás de todo ello, le guste a quien le guste, estaba Bernie Sanders.

Sin embargo, y tras varios meses en campaña, un asunto seguía ausente en la propuesta presidencial del Senador Sanders: la inmigración.

Con una Administración abiertamente anti-inmigrante, lo esperable habría sido una oleada de candidatos demócratas con propuestas migratorias comprensivas, sólidas y palpables. Pero los resultados de las elecciones de mitad de período dieron preponderancia a asuntos como la atención médica y las oportunidades laborales, poniendo en evidencia nuevamente la heterogeneidad del electorado estadounidense.

Para sorpresa de muchos, una nueva iniciativa en la campaña del senador de Vermont pretende abordar a la comunidad hispana desde un nuevo ángulo.

Rompiendo nuevamente con las tradiciones políticas del país, el despegue de campaña de Sanders ha organizado miles de voluntarios a nivel nacional e internacional con más de 4.500 eventos a través de la plataforma Bernie 2020 National Organizing Program en los 56 estados y en 33 países distintos.

Según explicó el equipo del Senador, esto incluirá 208 eventos bilingües y el lanzamiento de la campaña en español a nivel nacional.

“Bernie Sanders ha demostrado su compromiso de mejorar la vida de los latinos en este país, ya sea criticando a Trump o luchando por temas como Medicare para todos, la matrícula universitaria gratuita y garantizar que nuestros hermanos y hermanas inmigrantes sean tratados con respeto”, aseguró Faiz Shakir, manager de la campaña de Sanders.

De esta manera, el candidato pretende asegurar a la comunidad hispana que, más allá de hablar el mismo idioma, sus principios se enfocan en las verdaderas necesidades de una comunidad que se ha transformado paulatinamente en la segunda fuerza más importante del país.